En las dos primeras semanas plenas de campaña activa, el ministro candidato, Sergio Massa, jugó un pleno para pararse en el centro de la escena con un paquete de medidas dirigidas a apalancar ingresos no sólo golpeados por la devaluación, sino también por el estruendoso dato de 12,4 por ciento de inflación que arrojó el mes de agosto. En su entorno describen, según supo PáginaI12, que la acción de ir hacia la corrección de los ingresos será una constante hasta octubre. Una carrera en la que Massa, también, eligió confrontar modelos con el líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, que según los datos que manejan en el bunker de Unión por la Patria (UP), frenó la marcha alcista de adhesiones que llegó a su pico en el post PASO.
Para el ministro es clave que, aún con la inflación pegando, se mantengan los niveles de actividad y, vía ayuda estatal, se sienta menos el golpe a los ingresos y ese dinero vaya al consumo. El cálculo que hacen en Hacienda es que la suba del Mínimo de Ganancias, que pasó de 700 mil pesos a 1,7 millones de pesos, representará 1 billón de pesos volcados al gasto hogareño. De la misma manera, la devolución del IVA para comprar con tarjeta de débito productos de la canasta básica, inyectará al consumo 50 mil millones de pesos en su primer mes disponible, período que empieza este lunes.
Lo particular de la situación es que, aún con niveles peligrosos de inflación, la ayuda estatal parece ir en camino a dinamizar un consumo básico que, curiosamente, ya se mueve a un buen ritmo. Un dato: en agosto, el mes de la inflación de 12,4 por ciento -la más alta en 32 años- y la devaluación del 22 por ciento, el consumo masivo creció 5,2 por ciento, el número más alto no sólo de todo este año, sino de más de la mitad del 2022. El cálculo se desprende de último informe de la consultora privada Scentia, que muestra que agosto es el tercer mes consecutivo de mejora en el gasto hogareño, luego del 1,3 de junio y el 0,6 de julio. La mejora fue tan fuerte que puso, por primera vez en el año, al consumo acumulado en terreno positivo.
Naturalmente, la devaluación de agosto puso al consumo subiendo más de 24 por ciento, también según Scentia, en la primera semana post devaluación: efecto acopio. La otra parte del fenómeno es migración del consumo barrial a los hiper, donde el Gobierno tiene precios hasta un 50 por ciento más baratos gracias al acuerdo de Precios Justos. Lo paradójico del tema es que, según la misma medición, en los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri, el consumo cayó en tres de los cuatro períodos y empató en el restante. Todo con la mitad de la inflación actual. "No negamos la inflación, pero hacemos política de ingresos y eso no lo ofrece ninguno de los otros candidatos", aseveran en el equipo de Massa. Avisan que ésta será la tónica de su gobierno, en el caso de ganar las elecciones.
Autónomos, dólares e inflación
En esta semana Massa dará a conocer una segunda parte del paquete de medidas para reactivar la actividad. Tendrá, según confirmó este diario, dos partes: un anuncio para los trabajadores autónomos, que quedaron fuera del esquema de beneficios generales. Y, a la vez, trabajan en medidas para micropymes que tienen entre 3 y 5 trabajadores. No serán sólo créditos blandos, avisan.
En paralelo, el ministro está enfocado en la relación acumulación de dólares y control de la inflación. Sabe que la brecha es la que le pone tensión a los precios y eso se resuelve, únicamente, con más divisas. Después del préstamo de 7500 millones de dólares del FMI, el Central acumuló 2500 millones más con el agro y puso a la entidad a comprar por 23 días consecutivos.
Esa fue una de las razones, según los equipos de Massa, que evitó que se genere una corrida cambiaria post IPC, algo que se había dado en los indicadores altos que se dieron en otras oportunidades. Las otras razones que explican la "no corrida" son políticas: el mercado deduce que si Milei gana en primera vuelta, no hay transición ordenada posible. Un caos. Y detallan que el libertario, ante esa sensación generalizada, empezó a perder terreno y chances de llegar a ganar sin ballotage. También empezó a favorecer las posibilidades del oficialismo de entrar a la segunda vuelta, la decisión de Juntos por el Cambio de, también, enfocarse en Milei.
El veredicto de los ceos en Córdoba
En el encuentro anual de la Unión Industrial de Córdoba (UIC) de esta semana, un grupo de ceos de peso dieron un diagnóstico de la foto electoral que ven hoy. "Milei es muy riesgoso para el patrimonio de las empresas", se dijo en una ronda de hombres de negocios integrada, entre otros, por Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA; David Uriburi, la mano derecha de Paolo Rocca, de Techint; Eduardo Nougues, de Ledesma, y otros empresarios mineros y de la industria del software.
Para algunos de los presentes, el futuro es un ballotage Massa-Milei. "Vemos un escenario de derrota para Bullrich, le entregó la campaña a Melconian, a quien le importa poco lo que dice Patricia", contó a este diario un ceo que participó de la reunión. La situación de Bullrich es de desconcierto, primero por un malestar con Macri y su juego con Milei, y luego porque quedó desperfilada. Hace unos días, un dirigente rural de la zona núcleo, le recordó a Patricia que "te olvidaste de hablar de la eliminación de retenciones". La respuesta que recibió fue sorpresiva: "Voy a ver si lo puedo convencer a Melconian", contó Patricia.
La queja del empresariado es que la Fundación Mediterránea, cuyo instituto económico (IERAL) preside Melconian, le intervino la campaña a la dirigenta del PRO. Y que esa intervención trastocó todos los planes que Bullrich había hecho con los economistas de las fuerzas aliadas de Juntos por el Cambio. Ese divague político y gestual de "la Piba" también se notó en la reunión que mantuvo con los curas villeros. Le preguntaron sobre sus consejos de ajuste económico y metió gambeta larga, en clave mística: "avisó que hay que centrarse en la persona humana", relató uno de los presentes.