Desde Roma
La situación en la isla de Lampedusa, el territorio italiano más cercano a África, sigue siendo grave porque los inmigrantes no paran de llegar, no existen los medios necesarios para ayudarlos y algunos países de la Unión Europea (UE), como Hungría y Polonia, siguen insistiendo en que no los recibirán, cuando en Europa se dijo que habría una redistribución de los recién llegados entre los distintos países. Alemania y Francia, que tenían algunas dudas y habían bloqueado provisoriamnete el ingreso de los migrantes provenientes de Italia, han cambiado de posición. Alemania ya reabrió sus puertas por solidaridad, para la recepción voluntaria de los migrantes llegados a Italia.
Por otra parte el sábado, la derechista primera ministra italiana Giorgia Meloni y el presidente francés Emmanuele Macron tuvieron una charla telefónica en la que plantearon, según explicaron fuentes del gobierno francés, algunas propuestas que podrían cambiar la situación en el Mediterráneo central, como medidas de prevención para evitar que sigan partiendo barcazas con migrantes, gracias a los traficantes de seres humanos, desde ciertos países de Africa. También hablaron de los pasos por dar a nivel europeo para contener los flujos migratorios irregulares.
Todos los países europeos coinciden en pedir medidas urgentes de parte de la UE para afrontar el problema. Pero también de parte de Naciones Unidas, como recientemente subrayó en declaraciones a la prensa el canciller italiano, Antonio Tajani, de Forza Italia. “No creo que sea suficiente lo que pueda hacer Europa. El tema migraciones debe ser afrontado también por Naciones Unidas”, declaró.
La visita de Ursula von der Leyen y el nuevo plan
A causa de este caos, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aceptó la invitación de la primera ministra Meloni y ambas se encontraron este domingo en Lampedusa.
Y no solo visitaron el centro de recepción de los migrantes sino también el muelle de la isla a donde llegan la mayoría de las barcazas con los prófugos y que ahí quedan abandonadas, presentando un panorama dramático e impactante.
“Es una visita no sólo simbólica sino que testimonia el interés de Europa por este tema”, dijo Ursula von der Leyen hablando con la prensa. También anunció un plan europeo de 10 puntos para ayudar a Italia sobre las migraciones. Entre esos puntos figura una asistencia específica de parte de Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, creada en 2004) para ayudar a Italia a registrar y acoger a los migrantes.
Pero el plan también habla de incentivar el mecanismo “voluntario de solidaridad” en los países europeos para que reciban más migrantes e incentivar las relaciones con los países del norte de África, especialmente aquellos como Libia y Túnez de donde parten las barcazas de los traficantes. A fin de limitar el accionar de los traficantes, el plan incluye asimismo mayores controles navales y aéreos en el Mediterráneo. Otros puntos proponen reforzar los llamados “corredores humanitarios” que permiten la llegada legal de los migrantes a Europa y reforzar la colaboración a nivel de migraciones con dos organismos multinacionales como OIM (Organizacion Internacional para las Migraciones) y ACNUR (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados).
Von der Leyen partió en la noche del domingo a New York para participar de la Asamblea general de las Naciones Unidas donde muy posiblemente el tema migrantes y refugiados será tratado.
La situación en Lampedusa
Desde que empezó el problema de las migraciones masivas de África a Europa hace ya varios años, no se habían jamás registrado las sorprendentes cifras de llegadas en pocos días como las que se están verificando ahora. Este fin de semana se habló de la llegada de unas 8.500 personas en los últimos cuatro días, lo que equivale casi a la población de toda la isla.
En las ultimas 24 horas desembarcaron unos 1.150 migrantes en 23 embarcaciones pequeñas. En el centro de recepción de contrada Imbriacola, preparado para recibir unA 400 personas, había 1.950.
Según contaron a los carabineros los migrantes que el sábado llegaron provenientes de EgiPto, Siria y Sudán, partieron del puerto de Zawia, en Libia, pagando a los traficantes cerca de 4.000 dólares por persona.