A lo largo de más de veinte años, el conocido médico ginecólogo y exauditor del Instituto de Obra Social de Corrientes Gerardo Alejandro Dahse, habría ejercido violencia sexual contra pacientes adolescentes –amparado en su supuesto prestigio--, según se ventiló en el juicio en su contra por abuso sexual gravemente ultrajante contra una de ellas, que se inició en julio y entró en su etapa final. Resta una audiencia, fijada para el 26 de setiembre, donde declarará la última testigo propuesta por la defensa y luego el Tribunal Oral Penal Nº 1 Circunscripción Primera de Corrientes capital debe fijar la fecha de los alegatos y dictar sentencia.

Pero paralelamente hay otras dos causas en su contra en la Justicia por hechos similares: una data de 2008 y prescribió pero podría reabrirla el Superior Tribunal de Corrientes. La víctima de ese caso contó a Pagina/12 que tenía 19 años cuando el médico la violó y que ella luego intentó suicidarse y entró en un cuadro depresivo profundo. En la tercera causa, la defensa de Dahse apeló el auto de elevación a juicio: si se confirma volvería a enfrentar otro juicio oral.

Desde que una de las víctimas contó en 2021 en redes sociales lo que le pasó, otras pacientes del ginecólogo correntino que sufrieron abusos sexuales se han ido conectando entre sí, y compartiendo relatos del horror. Toqueteos indebidos, lamidas de las partes íntimas y violación con penetración, en algunos casos con la aplicación intravenosa previa de drogas para dormirlas, son el tipo de conductas delictivas que describen. Algunas de las víctimas contaron que habían ido a consultarlo para hacerse un aborto –cuando no se había aprobado todavía la IVE— y terminó abusándolas. Más allá del veredicto de la justicia, la sanción social contra el profesional debería ser un incondicional abrazo a todas las sobrevivientes de sus abusos.

“Un médico muy conocido de Corrientes”

Desde que comenzó el juicio el 26 de julio, se hicieron siete audiencias en las que declararon 13 testigos ofrecidos por la fiscalía, la querella y la defensa.

El caso por el que está siendo juzgado el médico habría ocurrido en mayo de 2021 en su consultorio del centro médico privado Dahse Nutrición, ubicado en la calle Salta 1497, de Corrientes capital, propiedad de su hija. Lo denunció R.Y., una estudiante de Medicina que entonces tenía 20 años recién cumplidos. El delito que se imputa es abuso sexual gravemente ultrajante.

“Es una persona muy bien relacionada, un médico muy conocido en la ciudad de Corrientes y reconocido como profesional. Eso llevó a las víctimas en muchos de los casos a temer que su denuncia no avance o directamente a no denunciar”, destacó en diálogo con Página/12 la abogada Sofía Domínguez, que representa a la querella en el juicio. Según explicó, pudo reconstruir en diálogo con otras víctimas que los abusos habrían sucedido entre el año 2000 y 2021. Dahse tiene su matrícula vigente. “No hubo respuesta oficial a la solicitud de suspensión provisoria”, agregó la abogada.

En realidad, la primera denuncia formal en su contra se remonta a 2008. “Esa causa prescribió por falta de investigación, no de pruebas”, indicó Domínguez.

En ese caso, la víctima fue Carolina Marello, una adolescente que tenía 19 años y por entonces era menor de edad ante la ley que fijaba la mayoría a los 21. Al día siguiente de sufrir la agresión sexual, contó que intentó suicidarse cortándose las venas de un brazo y los profesionales del hospital donde fue atendida al escuchar su relato realizaron la denuncia contra el ginecólogo por abuso sexual. Todo esto consta en el expediente.

“Por lo que me hizo, durante un año estuve mal, con un cuadro depresivo. Era muy jovencita, y necesité mucha contención”, contó a Página/12.

Marello actualmente tiene 34 años, es docente y madre de dos hijos. Pidió la reapertura de la causa con el patrocinio de la abogada Sonia González. El juzgado de instrucción le concedió el recurso de Casación y lo elevó al Superior Tribunal de Corrientes que debe resolver el planteo. Ella fue una de las testigos que declaró en el juicio que se está llevando adelante contra Dahse.

En declaraciones a este diario, Marello contó que fue “muy importante” para ella declarar ante el tribunal porque en su momento “si bien la justicia me citó muchísimas veces nunca me sentí escuchada”, señaló. Aunque no fue testigo del hecho que se juzga, pudo hablar de lo que le pasó a ella con Dahse. “Sentí que valoraron mi testimonio. Por fin un tribunal, después de tantos años me estaba escuchando”.

Marello precisó que su familia quedó “destrozada” por lo que sucedió con Dahse: “mi mamá nos criaba sola a mí y a mis hermanos, y no estaba en condiciones emocionales de exigir justicia. Nunca la justicia lo investigó y todo quedó en la nada”, indicó.

Muchas veces, recordó, se lo cruzó en la calle. “Le sacaba fotos y las publicaba en mis redes sociales con la leyenda de `un violador suelto`”. Pero se sentía muy en soledad, porque su forma de escrache no encontraba repercusión.

Cuando se enteró del juicio en su contra, sintió primero mucha alegría por el hecho de que esta nueva denuncia confirmaba su testimonio pero luego se llenó de culpa. “Me sentí culpable por no haber tenido la fuerza o el valor en su momento para que esta persona sea juzgada como tendría que haber sido y así evitar que otras mujeres pasen por lo mismo”, contó. A partir de ahí empezó a buscar contactarse con la denunciante y poco a poco muchas de las víctimas del mismo ginecólogo fueron armando una red de sobrevivientes de sus abusos.

--¿Cuántas víctimas pudieron identificar?

--Por el momento 22.

--¿Tenían características en común?

-- Todas éramos chicas socialmente humildes por decirlo de alguna manera. Prácticamente teníamos el mismo rango de edad, entre 18 y 21 años. A algunas les ocurrió hace más de veinte años. En muchos casos ya era nuestro médico o de alguien de la familia, como en mi caso que nos atendía a mí y a mi mamá desde hacía años. En otros, era la primera consulta. Algunas fueron por un aborto y terminó abusándolas.

El ginecólogo estuvo detenido cuatro meses, entre junio y octubre de 2022. La prisión preventiva fue apelada por la defensa y la Cámara de Apelaciones la dejó sin efecto y llegó en libertad al debate oral. El juicio no es público para preservar la intimidad de las víctimas.

“Yo siempre decía que seguramente no era la única que había pasado por eso”, agregó Marello a este diario. Afortunadamente, destacó “las chicas de hoy no son las mismas de 15 o veinte años atrás y quien lo sentó ahora en el banquillo de los acusados tuvo otras herramientas que en su momento no tuve yo”.

En el juicio que lleva adelanta el Tribunal Oral Penal Nº 1 declaró también una mujer que contó que a ella la abusó hace veinte años, cuando tenía 22 años, pero nunca llegó a denunciarlo penalmente.

Hay una tercera causa contra Dahse que investigó el Juzgado de Instrucción Nº 3 de Corrientes, también por un hecho ocurrido en 2008: otra violación en el contexto de la consulta médica. La defensa apeló el auto de elevación a juicio. Si la Cámara de Apelaciones rechaza el planteo el médico podría enfrentar otro proceso oral y público en poco tiempo.

En ese caso, la mujer –que ahora vive en España-- contó que cuando tenía 18 años había ido a atenderse con Dahse por primera vez acompañada por su madre, que era paciente suya hacía muchos años. Lo consultó porque tenía el período menstrual irregular. Según denunció, el ginecólogo le propuso colocarle un Dispositivo Intrauterino DIU y la citó para la semana siguiente. Esa segunda vez fue acompañada por su novio y un amigo de ambos, que la esperaron en la entrada de la clínica. Detalló que le llamó la atención que al ingresar, el ginecólogo cerró la puerta del consultorio con llave. La hizo acostarse en una camilla y le aplicó una medicación intravenosa que la durmió. Con poca conciencia, en algún momento pudo observar que la estaba penetrando. Pero los efectos sedantes le impidieron reaccionar. En la primera consulta el médico le había dicho que la colocación duraría aproximadamente unos diez minutos y no requería anestesia. Como demoraba más de una hora, su novio y su amigo se preocuparon. La fueron a buscar y la encontraron semi consciente. Declararon que les costó mucho acompañarla hasta la casa porque no podía sostenerse en pie.

En la primera jornada del juicio se escuchó a la víctima por casi 3 horas. “Entre los testigos declaró una Licenciada en Psicología del Cuerpo Médico Forense, que fue contundente respecto de la existencia de indicadores de victimización sexual y ratificó la coherencia y verosimilitud del relato de la víctima”, señaló la abogada Sofía Domínguez.

Dahse podría afrontar una pena de 4 a 10 años en la cárcel. De ser condenado quedaría además inhabilitado para el ejercicio de la profesión y por ser delito previsto en el artículo 119 la inhabilitación especial es perpetua porque se valió de su profesión para cometer el delito (artículo 20 bis del Código Penal).