A nueve meses de la victoria de la Selección Argentina del Mundial 2022, Víctor Hugo Morales recordó el relato de aquella jornada en la final ante Francia y reveló la emoción que sintió antes de que Gonzalo Montiel pateara el penal que le dio al conjunto de Lionel Messi la victoria tan ansiada. “Me había quedado sin voz cuando Francia empató el partido”, contó el conductor de la AM750.
“Me cuesta entender cómo pude hablar
tanto”, recordó Víctor Hugo en su programa de radio, luego de
escuchar su reacción ni bien la Argentina se consagró campeón de
Qatar 2022 ante Francia. “Yo quería contenerme la emoción previa,
me había quedado la angustia del tercer empate de Francia, estaba
bastante disfónico”, detalló.
Según contó Víctor Hugo, se quedó
sin voz por “la angustia de la injusticia de que la Argentina
tuviera que ir a penales, porque fue claramente mejor, lo que hizo el
equipo ante Francia fue maravilloso”, señaló.
En su programa de la AM750, además,
pasó un fragmento del relato de aquella tarde, del momento exacto en
el que Montiel patea el penal, convierte y Argentina se convierte en
campeona del mundo. Allí, desbordado de alegría, Morales relata:
Por fin un poco de Justicia, bendito
seas desierto, si nos acercaste todos los dioses de oriente, para que
hicieran este acto tan justo con los muchachos llorando y de
rodillas, no puede ser que haya que sufrir tanto para ganar un
campeonato del mundo, o acaso esté bien porque se trata de lo más
sublime.
No se levanten más, quédense ahí
abrazados a este césped, quédense para siempre abrazados como
estatuas. No era necesario llegar a los penales, pero cuando fue
necesario también en eso la Argentina fue más que francia. Pocas
veces fue un campeón tan legítimo. Lo justo es que gane la
Argentina y que Lionel Messi levante la Copa del Mundo, lo quiere
Messi, lo quieren sus compañeros.
Que Messi diga Dios con la Copa del
Mundo en sus manos. En el cielo Diego y en la Tierra, Messi, para
hacer realidad esta historia maravillosa. Esta es una página
maravillosa y extraordinaria. Había una vez un pibe en Rosario que
creyó que debía ser campeón del mundo, y salió el genio con una
pelota dominada en el empeine, y jugó un mundial epro el genio no
aparecía y otro y siguió frotando la lámpara. Hasta que un día,
bajo estas estrellas de Qatar en un desierto interminable, Messi
encuentra la eternidad que merecía.
Lionel Messi es el más grande. La Argentina se apropia de un campeonato del mundo. Fue Diego, es Messi y sigue siendo la misma historia, el ADN que viene a consagrar el extraordinario fútbol argentino, la síntesis de la historia perfecta.