Este año marca el 30 aniversario de Evil Dead II (en Argentina, Noche alucinante), donde el genio de Sam Raimi fundía hemoglobina gore y bufonadas cartoon para crear una suerte de slapstick sangriento, de culto, volviendo a depositar al pobrecito Ash (Bruce Campbell) en una cabaña en el bosque, donde debía lidiar el muchacho con más demonios, más vísceras y, claro, más desmembramientos. Aquello sin siquiera mencionar esa maldita mano posesa... Pues, para celebrar el cumpleaños, la cadena de salas Alamo Drafthouse Cinema, en Estados Unidos, tuvo fantástica idea: la de proyectar la cinta en una función especial. Doblemente especial. En principio, porque será en ¡pleno bosque oscuro!; y luego porque “el hombre con la mejor barbilla del país, el señor Campbell, nos honrará con su presencia”. “¡Preparen los nervios de acero para una inolvidable experiencia cinematográfica inmersiva!”, se jactan los organizadores, que además prometen otras sorpresas… extremas. Y aunque la entrada cuesta unos buenos morlacos (55 dólares), incluye una copia de Hail to the Chin: Further Confessions of a B Movie Actor, el ¡segundo! libro de memorias de Bruce “Ash” Campbell, continuación de If Chins Could Kill, de 2001. Así y todo, un pedido entre memoriosos fans ya anda circulando: que, por el amor de dios, nadie lea en voz alta ningún extracto de la biografía o de ningún otro tomo (menos que menos del Libro de los Muertos). No vaya a ser cosa que el terror paródico con sobredosis de ADN atraviese la pantalla, y vuelva a la carga la empeñosa mano... O se abra el famoso portal al siglo XIII y eventualmente acabe un desprovisto grupo de nerds cinéfilos lidiando con esqueléticos soldaditos de las tinieblas; huesudos, sí, pero duchos en el manejo de armas. Por lo demás, el personal de Alamo incita con líneas a la altura de las demoníacas circunstancias: “¿Qué estás esperando? Usá tu mano buena para hacer click y comprar tu ticket. No cuesta tanto... solo tu alma”.