Ecuador declaró una alerta naranja ante la "inminente" llegada del fenómeno climático de El Niño, que en el pasado provocó lluvias catastróficas en el país.

"Hemos cambiado de alerta amarilla a naranja. Esto significa que el Ecuador pasa de una etapa de prevención a una de preparación (...) Para ello, hemos conseguido financiamiento multilateral por más de 500 millones de dólares", indicó el presidente, Guillermo Lasso, en la red social X (antes Twitter).

Provocado por un calentamiento periódico en las aguas del océano Pacífico, el Niño suele afectar a Ecuador con intensas lluvias, inundaciones y deslaves.

"La presencia del suceso natural es inminente y posiblemente coincidirá con la época lluviosa del país en el último trimestre del año", dijo el secretario de Gestión de Riesgos, Cristian Torres, citado en un boletín de la presidencia.

Según Lasso, los fondos obtenidos serán usados para "atender la emergencia vial, comprar maquinaria pesada (...) y adquirir 1200 metros de puentes provisionales".

Por su parte, el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada del Ecuador (Inocar) anticipó que "a inicios de octubre zarpará un crucero (...) que vigilará el ingreso de aguas cálidas que vienen desde el Pacífico central a la parte oriental".

Los riesgos de El Niño

El gobierno advirtió en junio que el fenómeno de El Niño- que aparece cada 2 a 7 años en promedio- podría causar en 2023 estragos similares a los que provocó entre 1997 y 1998, cuando dejó casi 300 muertos y pérdidas estimadas en unos 3.000 millones de dólares, según cifras oficiales.

Las localidades situadas a una altitud menor a 1.500 metros sobre el nivel del mar son especialmente vulnerables.

En lo que va del año las lluvias ya han dejado un centenar de muertos en Ecuador- incluyendo 65 fallecidos y 10 desaparecidos por un enorme deslave en la localidad andina de Alausí en marzo.

En el vecino Perú El Niño ya se siente con lluvias intensas, sequías y heladas que han hecho retroceder al economía durante los últimos tres meses.