El Museo de la ex ESMA fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad este martes por el Comité de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). De esta manera, el edificio porteño de la antigua Escuela de Mecánica de la Armada, en el que durante la última dictadura cívico militar argentina funcionó un centro clandestino de detención, tortura y extermino de miles de personas, se suma a la lista de patrimonios junto a otros seis memoriales del mundo.
La incorporación del Espacio Memoria ex ESMA a esta nómina se decidió en el marco de la 45° Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, que se celebra desde el 10 de septiembre en la ciudad de Riad, Arabia Saudita.
El comité analizó esta propuesta entre 50 nuevas nominaciones, de las cuales 34 son de orden cultural, nueve natural, dos mixtas y cinco son modificaciones significativas en los límites, se informó oficialmente.
Los otros seis memoriales considerados Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco
En total, solo seis memoriales eran considerados Patrimonio Histórico Mundial de la Humanidad por la Unesco. Desde hoy, se incorpora el Museo Sitio de Memoria ESMA.
- La cúpula de Genbaku
La cúpula de Genbaku, el memorial de la Paz situado en Hiroshima, Japón, fue inscripto en la lista del patrimonio mundial de la Unesco en 1996.
Se trata de un edificio que se mantuvo en pie tras la violenta explosión de la bomba que lanzó Estados Unidos sobre la ciudad nipona y que provocó más de 80 mil muertes inmediatas y otras 50 mil posteriores a causa de las secuelas de la radiación.
La estructura de la cúpula Genbaku resistió al impacto de "Little boy", la bomba estadounidense, a pesar de encontrarse a solo cien metros del epicentro de la explosión del arma nuclear. El edificio había sido inaugurado en 1915 y fue obra del arquitecto checo Jan Letzel.
Inmediatamente finalizada la Segunda Guerra Mundial, Japón comenzó la reconstrucción de Hiroshima, y en agosto de 1949, el gobierno de ese país proclamó a la ciudad como Memorial de la Paz. El edificio Genbaku fue preservado exactamente como se encontraba después del bombardeo. Su cúpula obtuvo el estatuto de lugar histórico en virtud de la Ley para la protección del patrimonio cultural, promulgada en Japón en el año 1950. Actualmente, el edificio se ubica en el Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima.
La cúpula recibe visitas todas las semanas, y realiza un evento conmemorativo cada 6 de agosto, fecha en la que ocurrió el ataque. El lugar se convirtió en un símbolo de los desastres causados por las armas nucleares, y no solo se presenta como una ruina preservada, sino también como testimonio y fuente para el análisis de los daños físicos causados por la bomba.
- Isla de Gorée
Fue inscripto en la lista del patrimonio mundial de la Unesco en 1978. La isla, ubicada frente a la costa de Senegal, a tres kilómetros de la ciudad de Dakar, fue durante más de tres siglos uno de los mercados de esclavos que aprovisionó a los Estados Unidos, el Caribe y Brasil.
La isla funcionó como una sede de trata de esclavos clandestina, en donde llegaron a funcionar 28 casas de esclavos que recibían a las personas secuestradas desde diversos puntos de África Occidental.
Los esclavos eran encarcelados, encadenados y hacinados luego en embarcaciones que los llevaban hasta sus lugares de destino, en donde eran vendidos. La casa de esclavos más grande de la isla fue construida por los holandeses en 1776. A partir de la abolición de la esclavitud en Francia y sus colonias, en 1848, comenzó el declive económico de la isla, que se profundizó con la fundación de la ciudad de Dakar en 1857.
- Museo de Auschwitz-Birkenau
En 1979, la Unesco decidió incorporar a su listra de Patrimonios Mundiales de la Humanidad al espacio museo de Auschwitz-Birkenau que se situa en Polonia, para rememorar y honrar a las víctimas de los crímenes cometidos en el campo de concentración y de exterminio por el régimen nazi en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
El memorial se compone por tres sitios emblemáticos: Auschwitz I, el excampo original de concentración en Oświęcim; luego se sumó el campo de Auschwitz II-Birkenau, el mayor dentro del complejo de los campos de Auschwitz donde se emplazaron las cámaras de gas y los hornos crematorios; y por último, el campo de Auschwitz III-Monowitz.
A partir de 1942, Auschwitz se convirtió de forma progresiva en el mayor centro de exterminio masivo de judíos. Se estima que al menos un millón trescientas mil personas fueron deportadas a ese campo de concentración por el régimen nazi. Un millón cien mil prisioneros, de los cuales la gran mayoría eran judíos, fueron asesinados en las cámaras de gas y sus restos llevados a los hornos crematorios del campo.
A fines de 1945, con la culminación del conflicto bélico internacional, se inició el proceso de memorialización de los campos de concentración y exterminio de Auschwitz y Birkenau.
En 1947 se realizó la apertura oficial del museo con la presencia de decenas de miles de participantes, incluidos exprisioneros y delegaciones extranjeras. Un mes después, el Parlamento polaco lo declaró Museo Estatal. A partir de la década de 1960 se inició la internacionalización del sitio con la reconversión de edificios en “pabellones nacionales”, en donde cada país presentaba una exposición sobre su propia historia.
- Isla Robben
La isla Robben se encuentra a 12 kilómetros de la costa de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Durante décadas, albergó una prisión de máxima seguridad para encarcelar a los presos políticos del régimen del apartheid. Nelson Mandela, primer presidente negro de su país en 1994, pasó en esta cárcel 18 de los 27 años en que permaneció encerrado.
La prisión de la isla sudafricana fue convertida en monumento nacional y museo en 1997, y dos años más tarde, en 1999, fue incorporado a la lista de Patrimonios de la Humanidad de la Unesco.
La Unesco la incorporó a sus memoriales por su potencial educativo y por "el poder simbólico para inspirar una reinvención política y social no solo en Sudáfrica sino también en todo el mundo", sostiene el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos de esa entidad. Asimismo, precisa "reconoció a la isla Robben por ofrecer al mundo un ejemplo del triunfo del espíritu humano sobre la adversidad”.
- Barrio del puente viejo
Ubicado en Bosnia y Herzegovina, este espacio se convirtió en un símbolo de la coexistencia de distintas comunidades culturales, étnicas y religiosas.
La histórica ciudad de Mostar, encaramada en lo alto del valle del río Neretva, es una antigua ciudad fronteriza otomana que se desarrolló en los siglos XV y XVI. Entre los siglos XIX y XX perteneció al Imperio Austrohúngaro. Mostar es famosa por sus antiguas casas turcas y por el “Stari Most” (Puente Viejo), del que recibe su nombre.
La mayor parte del centro histórico de la ciudad, así como el puente diseñado por el famoso arquitecto Sinan, fueron destruidos durante el conflicto ocurrido en el decenio de1990. El puente fue reconstruido recientemente y muchos edificios de la parte antigua de la ciudad se reedificaron o restauraron con ayuda de un comité científico internacional establecido por la UNESCO.
El barrio del Puente Viejo es un ejemplo notable de asentamiento urbano multicultural, como lo prueban sus variadas edificaciones preotomanas, otomano-orientales, mediterráneas y occidentales. El puente reconstruido y el centro histórico de Mostar son símbolos de la cooperación internacional y de la coexistencia de distintas comunidades culturales, étnicas y religiosas. Fue incorporado al Patrimonio Mundial en 2005.
- Muelle de Valongo
El Muelle de Valongo es uno de los memoriales más recientes de la Unesco, ya que su inscripción en la lista del Patrimonio Mundial ocurrió en 2017.
Este lugar, situado en la antigua zona portuaria de Río de Janeiro, en el centro de la ciudad brasileña, fue valorado para rememorar a las personas esclavizadas que fueron trasladadas desde el continente africano hacia Brasil.
Está conformado por varias capas arqueológicas superpuestas; la más antigua de ellas tiene una calzada empedrada por donde debían pasar los esclavos al arribar a Rio de Janeiro durante el siglo XIX. Alrededor de la zona protegida se realizan actividades culturales y rituales religiosos afrobrasileños.