El seleccionado argentino masculino Sub-23 de vóleibol se adjudicó ayer el título de campeón del mundo por primera vez en la historia de este deporte, luego de superar a Rusia por 4-2 (parciales de 15-10, 15-11, 16-14, 14-16, 13-15 y 15-9) en la final del Mundial de la categoría que se desarrolló en El Cairo, Egipto. El capitán del seleccionado nacional, el central pampeano Gastón Fernández, fue el máximo anotador del encuentro con 20 puntos.

El equipo conducido por Camilo Soto quedará en el recuerdo como el primer seleccionado argentino de vóleibol en consagrarse campeón del mundo. En los Mundial Sub-23 anteriores, Argentina había quedado siempre entre los ocho mejores pero nunca había podido alcanzar las semifinales. 

Argentina estuvo en las definiciones del campeonato Mundial Sub-21 en Brasil 2011, donde perdió 3-2 ante Rusia; a la final del Mundial Sub 21 de México 2015, en el que también cayó en cinco sets contra los rusos; y a la final del Campeonato Mundial Sub 19 que se realizó en Chaco y Corrientes, Argentina 2015, cuando no pudo contra Polonia en el encuentro por el oro, cayó por 3-2 y fue subcampeón.

Los chicos del Sub-23 tuvieron ayer su gran desquite contra Rusia, el único seleccionado que les había ganado (4-3) en la zona del Mundial en Egipto, con 12 participantes de elite. 

Los dirigidos por Soto, algunos con poco rodaje en la Selección Mayor de Julio Velasco (como el opuesto Germán Johansen y el punta Jan Martínez), y la mayoría sin roce internacional fuera de sus categorías, jugaron un partidazo frente a los rusos. Dominaron el juego de entrada, encabezados por el capitán Gastón Fernández y con una gran distribución del armador sanjuanino Matías Sánchez, que varió el juego con sus centrales Fernández y Loser, los puntas Brian Melgarejo y Jan Martínez, y el opuesto Germán Johansen, quien finalizó con 16 puntos.

Con una mejor tarea en bloqueo y ataque, Argentina ganaba 3-0 en este certamen, donde la Federación Internacional (FIVB) evaluó una nueva modalidad de juego, con partidos al mejor de siete sets hasta 15 puntos con diferencia de dos. Normalmente, se juega al mejor de cinco, a 25 puntos (con el eventual quinto set a 15 puntos). Los rusos reaccionaron y pudieron descontarles dos sets, aunque por la mínima diferencia con una buena tarea en ataque de Denis Bogdan (mejor anotador ruso con 12 puntos). 

En el sexto parcial, los argentinos salieron a comerse la cancha y decididos a no dejar pasar su chance histórica. Con presión en el saque, más defensa y precisión que su rival, se quedaron con el set, el partido y el campeonato. 

Los juveniles salieron primeros en el Grupo B luego de sus triunfos sobre Irán, Argelia, Turquía y China, y una caída, solamente ante Rusia, que de todas formas fue segundo en esa zona. Como primer preclasificado, Argentina avanzó directamente a las semifinales, donde superó a Cuba por 4-1 (15-7, 15-7, 11-15, 15-13 y 17-15). Rusia, por su parte, eliminó a Brasil por 4-3 (15-11, 15-13, 11-15, 15-17 y 15-13).

El seleccionado juvenil formó con Matías Sánchez (1 punto), Germán Johansen (16), Gastón Fernández (20), Agustín Loser (10), Brian Melgarejo (12) y Jan Martínez (2). El líbero fue Santiago Danani. Después entraron Ignacio Luengas (1 punto), Gaspar Bitar y Liam Arreche. Completaron el plantel Andrés Arduino y Edgar Vieira. 

Cuba se quedó con la medalla de bronce en el Mundial tras derrotar a Brasil por 4-1 (18-16, 15-13, 13-15, 22-20 y 15-11). El local Egipto quedó quinto luego de vencer 4-0 a Japón y el seleccionado de Irán, dirigido por el argentino Juan Manuel Cichello, se ubicó séptimo después de superar 4-1 a China.