Graciela Lois es militante de derechos humanos y esposa del detenido desaparecido Ricardo Lois. Este miércoles, en diálogo con AM750, relató cómo en los años 90, durante el gobierno de Carlos Menem, lograron junto a Laura Bonaparte detener la demolición del edificio de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
"Creo que fue Laura (Bonaparte) fue una adelantada porque el resto decía 'no va a pasar, no puede ser', nadie entendía la necesidad de hacer algo inmediatamente para impedirlo y nosotras dijimos 'vamos a hacerlo'", recordó Lois, 25 años después del hecho.
Todo comenzó en enero de 1998 cuando Carlos Menem anunció que la ESMA iba a ser trasladada a la base naval de Puerto Belgrano y el lugar iba a transformarse en un parque para recibir a jefes de Estado. La idea de Menem era demoler todas las instalaciones y convertir el predio en un espacio de "reconciliación" en el que se iba a dejar un monumento a la memoria, recordó Lois.
Preocupadas por el anuncio del presidente, ya que con la destrucción de esos edificios se perderían todas las pruebas del genocidio ocurrido en ellos, se presentaron junto a Laura Bonaparte a la Justicia para pedir un amparo que lo impidiera.
Para su sorpresa, la iniciativa tuvo una inmediata repercusión mediática y se generó revuelo político alrededor del tema. Una de las notas señalaba que "los vecinos aseguraban que durante la noche "salían autos del excentro clandestino de detención" y, con ese argumento, Lois y Bonaparte pidieron la inspección ocular del predio para corroborar que, a pesar del amparo logrado, los marinos no estuviesen desmantelando clandestinamente el edificio.
La justicia les otorgó la inspección y así fue como por primera vez lograron entrar en la ESMA. Lois cuenta que los militares que todavía trabajaban en el lugar "hicieron una puesta en escena" para el evento, pero que se vivieron momento conmocionantes como cuando subieron a "Capuchita", el altillo del excasino de oficiales adaptado como lugar de reclusión.
"Allí había una habitación en la que había una caja y, al costado, había ropa. Pero lo que destacaba era un pulóver rosa de mujer en una escuela de hombres. Habían dejado el pulóver, evidentemente ex profeso, porque no tenía la misma cantidad de polvo que la caja", relató en Aquí, allá y en todas partes.
Y continuó: "A mí realmente me tocó, me fui para adentro y empecé a llorar. En ese momento Laura, más alta que yo, me abrazó y me dijo: 'que esta gente no te vea una sola lágrima'. Porque nos estaban acompañando (en la recorrida)".
En octubre de 1998, finalmente, el juez en lo Contencioso Administrativo Ernesto Marinelli declaró inconstitucional el decreto del Poder Ejecutivo que dispuso la demolición de la ESMA y dejó firme el amparo que presentaron Lois y Bonaparte.
La militante de Familiares recordó un antecedente muy importante del acontecimiento de este martes. "El abogado (Mario Ganora) tuvo la inteligencia de incorporar al escrito la Convención de 1974 de la Unesco. Cuando el juez Marinelli dictamina, lo menciona. Después la Cámara lo vuelve a repetir, el procurador también y en el dictamen por unanimidad de la Corte menemista, que era de nueve jueces, también se volvió a decir. Y eso nos sirvió para pensar en el tema Unesco", concluyó Lois.
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