Los tres detenidos por el crimen del policía frente a la sede de la Agencia de Investigación Criminal, fueron imputados ayer y quedaron en prisión preventiva hasta el juicio. La medida fue decidida por le juez Florentino Malaponte a instancias del fiscal Alejandro Ferlazzo quien acusó a Agustín Alfredo Almirón (22), alias "Calamar" o " Mojarra"; y Fernando Cabrera  (21) por los delitos de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por el concurso premeditado de más de dos personas y criminis causa, robo calificado por uso de arma de fuego y portación ilegítima de arma de fuego de guerra, todo en concurso real entre sí", en calidad de coautores. Mientras que a Alan Nahuel Aragón (22) se lo imputó de los delitos de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por el concurso premeditado de más de dos personas y criminis causa, en concurso real con el delito de robo calificado por uso de arma de fuego", en calidad de participe primario. La expectativa de la pena es la de prisión perpetua. Una perla de la  audiencia imputativa fue protagonizada por el defensor de el tríode acusados: el abogado defensor Nicolás Rodríguez, reveló que su defendido " jamás estuvo profugo de la justicia (por ser acusado del crimen del sindicalista de UATRE Mauricio Cordara ) y aseguró que desde Junio de 2022 todos los meses Almirón asistía ante el Patronato de Liberados donde firmaba su libreta correspondiente". El letrado denunció que el documento desapareció de la casa de Almirón durante el allanamientto policial. Un detalle no menor: si bien se habló de un plan criminal de un trío al que se le adjudicaron otros delitos similares, nadie pudo siquiera esgrimir una idea sobre el contenido de la mochila que provocó un delito gravísimo. Algo propio de principiantes.  

Ferlazzo le atribuyó a Agustín Almirón, Alan Aragón y Fernando Cabrera haber perseguido a César Carmona, que circulaba en su vehículo particular Ford Fiesta de color negro dominio LNM333, utilizando para ello dos vehículos: un Citröen C3 de color bordó dominio AB181VV y un VW Gol Trend de color gris AE685IB. Lo hicieron desde su lugar de trabajo como policía en su función adicional - sobre el que argumentó que no era "en negro" sino registrado- en una empresa con actividades financieras, de calle Italia 773 de Rosario, a las 14,46 horas. Para Ferlazzo lo siguieron porque" transportaba una mochila de color negro con etiqueta de color amarillo". Carmona se dirigió directamente a la central de la Agencia de Investigación Criminal de Rosario para continuar con sus funciones policiales. Alrededor de las 15,10 horas el dieron alcance al vehículo de Carmona cuando este inició maniobras de estacionamiento frente al ingreso de la central de la AIC en calle Lamadrid 450 de Rosario. En ese momento le cruzaron el automóvil Citroen C3 bordó que era conducido por "Mojara" Almirón, quien llevaba como acompañante a Fernando Cabrera. Al doblar delante del auto del policía, lo chocaron con su parte trasera derecha, impacto que dejo huellas en el vehículo de la víctima. Allí, ambos agresores descendieron del Citroen C3 portando Almirón una pistola calibre 9 mm, para aproximarse al vehículo de Carmona, a a quien abordó dese la puerta del conductor, mientras Cabrera lo hizo desde la ventanilla del acompañante. "Almirón abrió entonces con sus manos la puerta del vehículo y apuntó a Carmona con su pistola calibre 9 mm y ante el intento de este de resistir el ataque con su arma de fuego reglamentaria, le efectuó disparos para que Cabrera pueda consumar el robo de las pertenencias de la víctima y para procurar la impunidad" según argumentó Ferlazzo. Aquí hay un detalle importante: según el fiscal Almirón dejo su huella dactilar en la parte interna del vidrio de la puerta delantera del vehículo al abrirla. Y los peritos la encontraron. 

Seguidamente, cuando la víctima logró bajar de su vehículo, Almirón continuó disparándole, efectuando en total por lo menos diez (10) disparos de arma de fuego, causando el deceso del oficial. Según explicó el fiscal " para lograr la efectiva sustracción de la mochila de Carmona, Fernando Cabrera rompió los dos vidrios de las puertas delantera y trasera del lado derecho del automóvil". 

Seguidamente, Almirón y Cabrera subieron nuevamente al Citroen C3 y se dieron a la fuga por calle Lamadrid y tomaron calle Leiva, donde los esperaba Alan Aragón en el automóvil Gol Trend color gris. Ya en calle Leiva, entre calle Hilarión de la Quintana y Sánchez de Bustamante, se unieron ambos vehículos, tomaron ambos Sanchez de Bustamante hacia el oeste, y en esta calle frente a la numeración 473 (entre Salva y Leiva) dejaron abandonado el Citroën C3. Allí descendieron del vehículo Almirón y Cabrera, transportando este la mochila de la víctima, y se subieron al vehículo Gol Trend de color gris en la esquina de Bustamante y Salva de Rosario. 

Para Ferlazzo "todo lo expuesto denota el plan criminal trazado por el grupo que individualizaron a la persona que se retiraba de la empresa con actividades financieras, y programaron el hecho de manera coordinada, lo que denota el concurso premeditado de los intervinientes, hecho que no podría haber ocurrido sin tal planificación".

A la hora de la defensa, el abogado Rodríguez trató de despegar a sus representados según el nivel de complejidad de sus antecedentes. De Calamar dijo que desde que fue condenado en junio de 2022 siempre estuvo a derecho y con buen comportamiento trabajando en una granjita de Santa Lucía. De Cabrera indicó que es un albañil sin antecedentes penales. Y de Aragón contó que si bien tenía una causa, a la que llegó a ser acusado en libertad, que se terminó archivando. “Puedo traer testigos que certifiquen que mis clientes no estaban en el lugar de los hechos, como relata la fiscalía. No existe evidencia de que participaron del hecho”, explicó el abogado.

La defensa había requerido que fueran trasladados a la unidad penitenciaria 11 de Piñero. También resolvió que este miércoles por la mañana sean trasladados al Instituto Médico Legal (IML) para que al trío le sea extraído sangre, algo a lo que la defensa no se opuso.

El detalle no es menor: el fiscal está convencido que las manchas de sangre y vidrios halladas en el Citroën C3 son de Cabrera, quien rompió dos vidrios del auto de Carmona.