Emilio Yacobitti, Dayna Tavela, Gabriela Brouwer de Koning y Marcela Antola. Esos son los cuatro diputados que decidieron desoír las órdenes del bloque macrista de Diputados y resolvieron dar el quorum para que se trate la reforma del impuesto a la Ganancias, que habilitará a evitar que trabajadores paguen el tributo. Luego de una sesión caliente, Diputados dio media sanción a la reforma, con los votos del oficialismo, diputados provinciales, federales, la izquierda y los libertarios. Los diputados de Evolución Federal, en cambio, votaron en contra, como el resto de Juntos por el Cambio.
"Es una situación urgente y tenemos que resolverla, pero estamos cometiendo el error de hacerlo en momentos electorales. Y no lo digo solo por este gobierno, los anteriores también lo han hecho", dijo Yacobitti en su discurso en el recinto, en un mensaje que pareció más destinado a Mauricio Macri que a la gestión de Alberto Fernández. Lo extraño fue que en parte de su exposición pareció que finalmente iban a votar a favor, al indicar que prefería "correr el costo" (de votar el proyecto oficialista" "a dejarlo como está".
Con el fin de la votación, lo que queda abierto hacia el futuro es verificar si esta rebelión fue solo momentánea o termina agigantando una interna que viene desde hace tiempo, cuando los radicales que se identifican con el liderazgo de Martín Lousteau -otro perdedor de las PASO- cuestionaron a voz alzada el liderazgo de Mario Negri en la cámara Baja y plantearon la necesidad de un cambio en el partido centario.
Luego llegó el capítulo sanguinario, cuando se consumió la fractura del bloque -a fines de diciembre del año pasado- y una reunión entre los principales referentes de la UCR que terminó con, reproches por doquier y el estallido de un vaso por parte de Gerardo Morales y cuyas esquirlas llegaron hasta al gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez.