El Gobierno tiene decidido habilitar a las telefónicas para que puedan brindar televisión vía satélite. El objetivo es equilibrar la cancha luego de que la fusión entre Telecom y Cablevisión dejara al Grupo Clarín mejor posicionado de cara al escenario de competencia que se abrirá en enero. La flexibilización incluiría exigencias para que igual expandan su red de fibra óptica y protección para pequeñas localidades. Todavía queda por resolver qué condiciones pondrá el gobierno para aprobar la fusión. Una posibilidad en carpeta es que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) obligue a Telecom/Cablevisión a desinvertir en la provincia de Córdoba donde la firma concentrará cerca del 95 por ciento del negocio de banda ancha.
Las telefónicas sostienen que una vez autorizada la fusión la única empresa que estará en condiciones de brindar cuádruple play (telefonía fija, móvil, televisión paga y banda ancha) en el corto plazo es Telecom-Cablevisión porque la red de las telefónicas es fundamentalmente de cobre y no resiste un paquete de señales audiovisuales. Por eso reclaman poder brindar televisión por satélite. Del lado de Cablevisión responden que ellos tienen una red mejor porque invirtieron en fibra óptica, mientras que las telefónicas no lo hicieron. A su vez, remarcan que si se habilita a las telefónicas a dar televisión satelital nunca invertirán en fibra óptica. Las telcos responden que no invirtieron en fibra porque tenían prohibido brindar televisión y que ahora están dispuestas a hacerlo pero no lo pueden concretar antes de fin de año para competir de igual a igual en las ciudades donde estarán habilitadas para brindar televisión paga.
El secretario de Tecnologías de la Información y la Comunicación, Héctor Huici, es quien tiene a cargo la negociación destinada a darle luz verde a las telefónicas en el segmento satelital, con el respaldo del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana. A su vez, el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, de quien depende formalmente Huici, sumó a la mesa de negociación a Raúl Martínez, secretario de País Digital y flamante director de Arsat, ya que mira a Huici con cierta desconfianza. La habilitación incluiría dos exigencias: 1) prohibición para operar en las localidades más pequeñas para proteger a las pymes (probablemente, el corte sea las localidades de menos de 80 mil habitantes); y 2) exigencias de inversión para que las telefónicas avancen con el despliegue de su red de fibra óptica.
Entre algunos funcionarios del gobierno, por ejemplo, hay malestar con Telefónica Argentina porque consideran que no invirtió lo suficiente ni durante el kirchnerismo ni después. Por lo tanto, una posibilidad es que busquen asegurar esa inversión obligando a las telcos a destinar una parte de la facturación que les ingrese por la televisión satelital a la expansión de su red de fibra. Si finalmente se decide avanzar, la habilitación debería salir por DNU ya que la prohibición figura en el artículo 10 del DNU 267/15.
El desembarco de las telefónicas a través del satélite no preocupa tanto al Grupo Clarín sino a empresas de rango medio como Supercanal (Daniel Vila) y Telecentro (Alberto Pierri), quienes por lo bajo amenazan con recurrir a la Justicia para frenar esa apertura.
Otro punto clave de la agenda oficial en materia de comunicaciones son las condiciones que se le fijará al Grupo Clarín para aprobar la fusión Cablevisión/Telecom. El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) no le pondrá obstáculos a la operación, trasladándole la responsabilidad de intervención a la CNDC. Luego de que las asambleas societarias de ambas firmas aprueben la operación, Telecom y Cablevisión tendrán una semana para notificar la fusión a la oficina antimonopolio. El punto más conflictivo se concentra en el negocio de internet por banda ancha donde la nueva compañía pasaría a controlar casi el 60 por ciento del mercado con localidades donde se transformará en el único oferente del servicio. Un caso extremo es el de Córdoba donde concentra cerca del 95 por ciento de las conexiones por banda ancha. La intención de Huici es obligar al Grupo Clarín a desinvertir en esa provincia, pero el Grupo resiste con el argumento de que en Córdoba no está vedado el ingreso para el que quiera entrar a competir.
También está pendiente de revisión el límite de espectro por empresa. Telecom/Cablevisión concentraría en el Área Metropolitana de Buenos Aires, y también en otras zonas del país, cerca de 230 Mhz y el límite actual es de 140 Mhz. Cuando todavía era ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, aseguró públicamente que la intención era subir ese techo a 180 Mhz, pero las telefónicas le hicieron saber al gobierno que sería una desprolijidad elevar el tope justo ahora que Telecom/Cablevisión va a quedar claramente por encima. Fuentes del sector sostienen que Huici es partidario de mantener el techo en 140 Hhz, lo que obligaría a Clarín a desprenderse de una porción importante de ese activo, pero la negociación está abierta.