En el segundo trimestre del año, la tasa de desempleo fue del 6,2 por ciento, según informó este miércoles el Indec. Es el menor desempleo en veinte años para un segundo trimestre, si se compara contra inicios de la serie en 2003. Al igual que la tasa de actividad que cerró en 47,6 por ciento en la última medición. En estos niveles, empieza a observarse cierta incapacidad de la economía argentina para generar nuevos puestos de trabajo de forma creciente. Abril, mayo y junio fueron meses de desaceleración de la actividad económica y aumento de la tasa de inflación, un combo poco favorable para la creación de empleo.

Actividad

El mercado de trabajo se estancó medido en relación a la cantidad de nuevas personas que ingresan al mundo laboral: la población económicamente activa en los 31 aglomerados urbanos que mide el Indec suman unas 13,98 millones de personas en el país. Esa cantidad apenas creció en unos 30.000 trabajadores en un año. Así, la denominada tasa de actividad que mensura este número en relación con el total de la población argentina descendió en 0,3 puntos porcentuales en el segundo trimestre de 2023 respecto de igual período de 2022. Es decir que el tamaño del mercado laboral no varió significativamente en el último año.

El impacto de la sequía sobre el nivel de la actividad, así como las mayores dificultades para importar que enfrentó la industria en la primera mitad del año condicionaron la expansión de la economía y el empleo. Los datos parecen indicar que se llegó a una meseta de un 47,6 por ciento de tasa de actividad que es uno de los niveles más altos de la serie histórica.

Desempleo

Por el lado del desempleo, la medición para los 31 aglomerados urbanos mostró una caída en unas 85.000 personas. Así la tasa de desempleo en el segundo trimestre del año se ubicó en 6,2 por ciento medida en relación a la población económicamente activa: esto es una disminución de 0,7 puntos porcentuales respecto de igual medida en el segundo trimestre de 2022. En términos históricos fue la menor tasa de desempleo para un segundo trimestre en dos décadas, pero a su vez tampoco se advierte una modificación sustantiva respecto de los registros de un año atrás.

Según los datos del Informe de Indec, el desempleo impactó más en la población femenina, donde la tasa fue de 6,9 por ciento, que en la masculina, donde alcanzó al 5,7 por ciento de la población. La desocupación entre las mujeres fue mayor dentro del rango etáreo de 30 a 64 años, mientras que entre los hombres sobresalió el segmento de hasta 29 años de edad como desocupados.

Otra caracterización relevante de la población desocupada es el tiempo de búsqueda de empleo que acumulan las personas. Desde este punto de vista sobresalen dos grupos: aquellos con más de un año de búsqueda laboral infructuosa (son el 33,6 por ciento del total) y quienes no encontraron trabajo en un lapso de uno a tres meses (28,2 por ciento del total de desocupados).

A nivel geográfico, la tasa de desempleo fue mayor en la región pampeana donde arrojó el 6,8 por ciento y en el Gran Buenos Aires donde llegó al 6,7 por ciento de la población en edad de trabajar. En el noroeste el desempleo fue 5,1 por ciento de dicha población. En el noreste y en la patagonia fue 4,3 por ciento, mientras que en cuyo llegó al 4,1 por ciento. Puntualmente en la Ciudad de Buenos Aires el desempleo fue de 3,9 por ciento según el cálculo de Indec.

Ocupación

Por último, la medición para 31 aglomerados urbanos del nivel de ocupación mostró un crecimiento de la población empleada en 114.000 personas, lo cual redundó en un sostenimiento de la tasa de población ocupada en el 44,6 por ciento. Se trata del mayor registro en términos históricos.

La tasa de ocupación es mayor en el segmento etáreo de 30 a 64 años, y dentro de ese segmento es más abultada para varones que en mujeres: 18,3 y 14,6 por ciento respectivamente. A nivel educativo sobresale la ocupación cuando las formaciones se han completado, tanto a nivel secundario, como superior o universitario. En tanto que el 33,1 por ciento son asalariados, de los cuales 20,9 tienen descuento jubilatorio y los demás se encuentran dentro de la informalidad para el análisis, y 11,5 son no asalariados, dentro de los que sobresale el empleo por cuenta propia siendo un 9,9 por ciento.

En tanto, la subocupación demandante y no demandante siguió también la misma tendencia que los demás indicadores del mercado laboral: una mejora que más bien da cuenta de cierto estancamiento. La primera medición fue del 7,4 por ciento, por debajo del 7,7 del segundo trimestre de 2022, en tanto que la subocupación no demandante alcanzó al 3,2 por ciento versus 3,5 en igual trimestre del año anterior.