Este lunes se inauguró la fábrica de grasa bovina comestible, impulsada por la Subsecretaría de Fortalecimiento Productivo y Sustentable de Pequeños y Medianos Productores de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, junto con el Municipio de Chicoana y el Ente Frigorífico Chicoana. El proyecto tiene como objetivo potencializar el valor agregado de materias primas, incorporación mano de obra de mujeres de la localidad y la potenciación del arraigo de jóvenes, además fortalecer la economía regional.
“Es un proyecto que veníamos gestionando desde hace mucho tiempo, pero era difícil porque todos los insumos son importados y están a precio dólar”, contó a Salta/12 Ariel Ramos, presidente del Ente Frigorífico Chicoana, que pertenece a la comuna ubicada en el Valle de Lerma. Se estima que el proyecto tuvo una inversión de aproximadamente 20 millones de pesos.
La empresa, creada en 2016, se inauguró con el objetivo de prestar el servicio a pequeños y medianos productores de ganado bovino, y de otras especies, a fin de que puedan comercializar sus productos. Al faenar y limpiar las carnes, sacan la grasa que a partir de ahora será procesada para ser comercializada con valor agregado.
El administrador indicó que en la actualidad el Frigorífico cuenta con 70 trabajadores. “Está planteado para dar oportunidad laboral a las mujeres porque quienes trabajan en la faena en su mayoría son hombres, dado el esfuerzo físico que implica”, sostuvo.
Por estos días se prevé seleccionar y capacitar al personal que trabaje en el lugar además de conseguir las habilitaciones que les permitan sacar el producto alimenticio a la venta. “Calculamos que eso va a ser en dos semanas”, indicó. Además, afirmó que otro de los objetivos es poder ofrecer un producto de calidad óptima a un precio más bajo del que se puede ofrecer en algunos supermercados, "y entendemos que eso se puede lograr”, afirmó.
Responder a una necesidad de la región
Ramos afirmó que el Frigorífico de Chicoana es de carácter autárquico y se encuentra a cargo de un Consejo de Administración que es elegido a instancias de quien esté al frente de la intendencia.
“Fue un proyecto que surgió a partir de la necesidad de faenar animales en la región” ya que se habían cerrado varios de los mataderos municipales al incumplir las nuevas normativas solicitadas por las autoridades de control.
En el caso del de Chicoana, dijo que los animales faenados en el lugar “tienen la habilitación de tránsito provincial”, lo que les permite realizar la comercialización del producto en toda la provincia.
Contó que las exigencias que se pusieron a pequeños y medianos productores para poder acceder a faenas en frigoríficos privados, los terminaban perjudicando y poniéndolos en situación de desventaja. “Y es que además son competidores”, de los mismos frigoríficos que tienen los feed lots, hacen la faena, y tienen la cadena de comercialización de la carne.
“Al abrirse este establecimiento se facilitó el acceso a este servicio a quienes tenían esas dificultades y generó que muchos usuarios puedan tener una capacidad ilimitada de crecimiento y puedan buscar a sus propios clientes”, afirmó.
Por semana aseguró que son 70 los usuarios del Ente, de los cuáles puede haber entre el que lleva un solo animal, al que lleva unos 50 a 70 animales para faenar de ganado bovino o porcino.
El requisito que debe cumplir quien acceda a la faena, es estar inscripto en Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA), que además determina la categoría de quienes se dedican a la actividad. “Puede que alguien sea matarife y carnicero, o sea que pueda vender en su carnicería. O también puede tratarse de alguien que abastezca a las carnicerías, como su fuera mayorista”, explicó.
Al ser consultado sobre las complicaciones que pudieron haberse presentado por aparecer como un ente estatal frente a la competencia privada, reconoció que hubo algunos problemas que lograron sortearse luego de hacer del Ente un organismo autárquico.
Mientras, afirmó que para los productores de la zona era una necesidad tener este frigorífico dado que en los privados “cuando les faenaban se hacían quedar las achuras y las cabezas y a ellos les entregaban solo la media res”. Además, se les otorgaba un cupo determinado para faenar, lo cual indicaría que tenía por objetivo, controlar la oferta según la demanda.