El juicio oral y público contra los hermanos Delfín Reynaldo Castedo y Raúl Amadeo "Ula" Castedo, por el asesinato de la pequeña productora rural Liliana Ledesma, continuó ayer con más testimonios, entre ellos, de periodistas que recibieron las denuncias de la víctima sobre el cierre de caminos vecinales en la zona de frontera para dejar una zona liberada.
En ese marco, la madre de la joven asesinada a cuchilladas en 31 de septiembre de 2006, en la localidad fronteriza de Salvador Mazza, insistió en su pedido de justicia.
"Yo quiero justicia para mi hija, es lo único que pido. No quiero maldad para ellos (los acusados) ni nada, sino que quiero justicia y que ellos lo paguen", aseguro Elida Romero en declaraciones a Salta/12 en la apertura de la audiencia.
Romero lamentó que su hija haya sido asesinada. "Como van a hacer ellos (algo asi) con un ser humano igual que ellos. No han visto que ella tenía una nena de 8 años en ese tiempo. Ellos la perseguían por todos lados a Liliana", hasta la difamaron, recordó.
En las escuchas ordenadas en 2003 por la justicia federal, en una investigación sobre narcotráfico que tenía como sospechosos al ex diputado, ya fallecido, José Ernesto Aparicio y a los hermanos Castedo, hay mensajes temerarios sobre la familia Ledesma y particularmente sobre Liliana Ledesma y su hermano, Jesús Ledesma, más conocido por su apodo, "Zula". En esos mensajes se escucha sobre todo a Ula Castedo prefiriendo insultos y amenazas contra Liliana Ledesma.
"Ellos la perseguían, para donde iba la seguían. El Ula Castedo era el principal autor de que adonde ella estaba, ya estaba él (...) insultándola por celular", recordó Romero. En el mismo sentido, destacó que después del asesinato de Liliana Ledesma, "él (Ula Castedo) andaba a las risas, andaba festejando que la mataron a mi hija. Eso no se hace con un ser humano". "Se creían que porque tienen plata que era como matar un perro, no es así. Han matado a un humano igual que ellos y no reconocen eso".
Elida Romero señaló asimismo que a pesar de que los hermanos insisten en su inocencia, "Delfin Castedo ha andado casi diez años prófugo; Ula Castedo ha disparado para Bolivia, allá tenía una causa así que allá lo han pillado", y recién cuando cumplió la pena que le impusieron en el país vecino, lo extraditaron a Argentina. "Dicen que son inocentes. No es así. Son autores intelectuales. Yo no les quiero hacer maldad, sino que lo que quiero es justicia por mi hija", insistió.
Inicialmente se había previsto que Elida Romero, y también el padre de Liliana, Eugenio Ledesma, declararan en la primera audiencia, pero eso no fue posible por falta de tiempo, así que finalmente se los escuchó ayer.
Recusación al tribunal por parcialidad
Los testimonios de la madre y el padre de Liliana Ledesma se escucharon luego de un comienzo accidentado, como el del primer día de debate, aunque esta vez los planteos provinieron de la fiscalía y la querella de la familia de la víctima.
La fiscala Claudia Carreras recusó al tribunal, integrado por los jueces Edgardo Laurenci, Raul Fernando López y Claudio Alejandro Parisi, por entender que había perdido la imparcialidad. Entre otros aspectos, detalló que no se le permitió la digitalización de un cassette, ni la incorporación del expediente del Tirbunal Oral Federal 1 de Salta, que en marzo de este año condenó a los hermanos Castedo por lavado de activos proveniente del narcotráfico.
La fiscala también cuestionó que se le limitara la posibilidad de preguntar a los testigos, cuando se requiere "una amplitud para hacer las preguntas, toda vez que se trata de dilucidar las circunstancias, de modo, lugar del homicidio de Liliana Ledesma".
La querella, representada por el abogado David Leiva, adhirió a la recusación y pidió que el planteo fuera elevado al Tribunal de Impugnación para que lo resuelva. Después de un cuarto intermedio, el Tribunal anunció el rechazo de la recusación y recién entonces comenzaron las testimoniales.
Primero declararon la madre y el padre de Liliana Ledesma y luego las periodistas Paula Poma y Elena Corvalán, convocadas porque ambas entrevistaron a Liliana Ledesma antes de su asesinato, cuando denunciaba el cierre de caminos vecinales en la finca El Pajeal, en la zona de frontera con Bolivia, y afirmaba que se hacía con el objetivo de liberar la zona para facilitar el narcotráfico.
El primer día la audiencia empezó más tarde del horario previsto, las 17.30, y luego se demoró reiteradamente por interrupciones de los hermanos acusados, que se quejaban de que no podían escuchar.
Delfín y Raúl Castedo siguen el juicio por vía remota, desde su lugar de detención en el penal de Ezeiza. En la primera audiencia presidente del Tribunal les pidió que no interrumpieron más y permitieran la continuidad del debate y hasta se tuvo que convocar a un agente penitenciario para que verificara que efectivamente se escuchaba con claridad.
A pesar de que los dos hermanos decidieron no declarar, Ula hizo un breve comentario en una de esas interrupciones. "Hace muchos años que estoy esperando este juicio", aseguró.
Ayer el juez Laurenci no permitió que el abogado Horacio Daniel Morales, que asiste a Delfin y Ula Castedo, interrumpiera a la fiscala Carreras cuando preguntaba a los testigos.
El debate continuará hoy con más testimonios.