En la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, Ignacio Martín es conocido como el "médico falso" que trabajó durante la pandemia en el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) al mando de un grupo de profesionales de la salud. Su historia tiene una asombroso parecido con la vida de Frank Abagnale Jr., el mitómano y falsificador que inspiró a Steven Spilberg para realizar la película Atrápame si puedes, protagonizada por Leonardo DiCaprio. Al igual que en esa ficción, el caso terminó en la Justicia: este miércoles, el joven de 22 años fue condenado a siete años de prisión por cometer más de seis delitos.
Martín tenía 19 años cuando ejerció de forma ilegal la medicina, ya que no tenía ningún título habilitante. Decía tener 22 años y para probarlo presentaba un DNI falso y una credencial trucha.
La telaraña de mentiras — y delitos— que tejió tuvieron lugar en 2020, en plena pandemia de la Covid. En aquel momento de emergencia sanitaria los responsables del COE realizaron una convocatoria de profesionales y le asignaron a Martín el rol de jefe del Centro de Operaciones Tácticas (COT).
Antes de lanzarse de forma fraudulenta al mundo de la medicina, Martín, que acababa de salir de la adolescencia, reunía experiencia únicamente como inspector de tránsito y como voluntario paramédico, según indicó el diario cordobés La Voz.
La ahora exnovia del joven también fue víctima de los engaños del falso médico. Contó que el joven le aseguraba que estaba cursando el quinto año de la carrera de Medicina en esa provincia, y para que le creyera, le enviaba fotos con uniforme médico en supuestas guardias en el Hospital Córdoba, donde decía ser "jefe de todos los practicantes".
Las denuncias por siete delitos y la condena
El Consejo Médico de Córdoba lo denunció penalmente el 22 de diciembre de 2020 luego de haber recibido una consulta sobre su supuesta matricula. Y un mes después un fiscal de Río Cuarto se abocó a la causa.
En febrero del 2021, Martín fue detenido. Llegó al juicio imputado por los delitos de homicidio simple por dolo eventual, lesiones graves, ejercicio ilegal de la medicina, uso de documentación privado falso, defraudación calificada reiterada, falsedad ideológica reiterada continuada y defraudación calificada en grado de tentativa.
Ante este panorama, la fiscal de Cámara María del Rosario Fernández López, junto con el fiscal Pablo Jávaga solicitaron nueve años de prisión. Sin embargo, el tribunal resolvió absolver al joven de la figura de homicidio, pero sí lo condenaron por los demás delitos. Así, este miércoles recibió una pena de siete años de cárcel.
La imputación por homicidio había sido adjudicada tras la denuncia por la muerte de Nicolás Alejandro Bertol, un joven de 29 años, que fue atendido el 16 de diciembre de 2020 por Martín. Sin embargo, las pericias forenses determinaron que su deceso fue por un infarto ajeno a la medicación que había prescripto el médico falso, por lo que la Cámara Primera del Crimen de Río Cuarto decidió absolverlo.
Cómo hizo Ignacio Martín para hacerse pasar por médico
Durante sus declaraciones a los jueces del Tribunal de Río Cuarto a fines de julio, Ignacio, quien nació en Córdoba capital, relató que originalmente se había anotado como paramédico voluntario en el COE de esa ciudad durante los primeros brotes de covid-19 en la provincia. Según afirmó, en ese entonces había presentado toda su documentación real y hasta una declaración jurada.
Sin embargo, ante la preocupación y el agite por el aumento de casos de covid, terminó al mando del equipo de médicos que asistían a las personas durante la cuarentena. Para esto, exhibió un DNI falso y un carnet apócrifo del Consejo de Médicos.
Martín buscó responsabilizar por ello a sus ex superiores en el COE, Diego Almada, y al viceministro de Salud provincial, Pablo Carvajal.
Indicó que al llegar a Río Cuarto "con la delegación del COE Central dirigida por Diego Almada", por la apremiante situación de la pandemia "y los pocos médicos que había", las autoridades le "ofrecen trabajo en el COE y que empiece a firmar como médico con un título que no correspondía”. También aseguró que los funcionarios calificaban su tarea de “impecable” y destacaban “la predisposición” que él tenía, porque trabajaba las 24 horas.
Sobre esto, remarcó que el sello con la descripción de "Dr. Ignacio Martín" surgió por iniciativa de Almada. "La matrícula que tiene ese sello también me la brinda él, me dijo que con eso me tenía que mover”, denunció. En este sentido, reconoció haberse hecho pasar por médico por "negligencia", pero insistió en que las autoridades le "aseguraron que los que mandaban eran ellos", que no le "iba a pasar nada", y que "siguiera trabajando como lo venía haciendo”.
Así, hasta febrero de 2021 y sin título que lo habilitara, hizo guardias, atendió pacientes, recetó medicamentos, capacitó a profesionales de la salud, y hasta firmó certificados.
Tras ser condenado, Martín se dedicará a pleno a una nueva "vocación". Es que, según contó en el juicio, tiene una carrera universitaria en curso. En la Unidad Penitenciaria 6 estudia Derecho y ya aprobó siete materias. No es su única ocupación actual, además realiza tareas de plomería y fajinas en la cocina del penal.