En un presunto de aventón de campaña frente al retroceso de Juntos por el Cambio en las encuestas de intención de voto, Mauricio Macri llevó Patricia Bullrich al escenario del principal foro de la derecha regional, los encuentro de la Fundación Libertad.

Desde allí, la candidata sostuvo que la coalición a la que ella pertenece está como si “desembarcara en Normandía” para dar “una batalla final” contra el kirchnerismo, y acusó a Javier Milei de no “tener la espalda, coraje y temperamento” para gobernar el país.

“No nos vamos a correr para que un grupo nuevo, que tiene derechos pero no va a tener la espalda, el coraje y el temperamento la fuerza y la decisión de decir ‘basta, no van a impedir gobernar’, intente llegar al gobierno”, dijo la ex ministra de seguridad frente a dirigentes de derecha y presidentes que terminaron sus cargos en medio de escándalos y hechos de conflictividad social.

Algunos de los invitados fueron los expresidentes Sebastián Piñera (Chile), Mario Abdo (Paraguay), Vicente Fox (México), Iván Duque y Andrés Pastrana (Colombia) y José María Aznar y Mariano Rajoy (España).

A diferencia de otras oportunidades, el convite de la Fundación Libertad tuvo esta vez como sede a un edificio público, la Legislatura porteña. Esta vez el foro se llama "IIº Encuentro del Grupo Libertad y Democracia".

Hasta allí fueron también Juan Guaidó, el legislador que durante un tiempo se autodenominó presidente de Venezuela, y el senador y exjuez brasileño Sergio Moro, impulsor de la condena contra Lula Da Silva que este año la Corte de ese país desestimó por gravísimas faltas en el proceso.

Bullrich contra Milei

La presencia de Patricia Bullrich como una de las primeras oradoras de ese encuentro fue un esfuerzo de Mauricio Macri para posicionarla en uno de los más reconocidos escenarios de la derecha iberoamericana y también un intento de despejar los rumores sobre un acercamiento cada vez más claro entre él y el candidato ultraderechista Javier Milei.

Precisamente, el líder de La Libertad Avanza fue uno de los dos blancos elegidos por Bullrich para su discurso con tono castrense, en el que habló de “dar batallas”, no eludir “combates” y “desembarcar en Normandía” como lo hicieron las tropas aliadas en la Segunda Guerra Mundial.

También hizo un repaso con singulares interpretaciones sobre “las peleas” que Juntos por el Cambio dio contra los gobiernos peronistas de los últimos 20 años, como por ejemplo “el asesinato del fiscal Nisman”, “la ley cerrojo contra la prensa” y “la utilización de las vacunas del pueblo para vacunarse ellos mismos”.

Lo más notable de ese resumen fue la acusación al kirchnerismo de “intentar voltear nuestro gobierno (entre 2015 y 2019)”, porque “su lógica es ‘o gobernamos nosotros o no gobierna nadie’”.

Macri y la tecnología

Quien dio el puntapié inicial fue el chileno Sebastián Piñera, con un breve discurso en que le dio el pase a Mauricio Macri. Parado frente al atril, el ex presidente argentino hizo una particular interpretación de este momento de la historia donde hay “cada vez más ciudadanos insatisfechos y frustrados a pesar del tremendo avance de la tecnología”.

Como si la satisfacción de la sociedad tuviera que ver con la tecnología y no con la distribución de la riqueza, Macri consideró que los focos de la conflictividad social expresada en varios países tiene que ver con “la cantidad de información que consumimos”.

“Estamos en la era de la revolución de las expectativas, porque parte de esta revolución tecnológica es la cantidad de información a la que accedemos (…) Y esa expectativa descontrolada nos ha llevado a crisis muy grandes como la que sufrió Sebastián en los incendios de Santiago, donde no había una demanda común”, dijo en alusión a las masivas protestas por una reforma constitucional en Chile y por la caída del Estado neoliberal instalado por la dictadura de Augusto Pinochet.

“Lo mismo que sufrieron los franceses con los chalecos amarillos”, agregó y, mostrando su teléfono celular, añadió “todo por este aparatito diabólico que nos ha llenado de libertad”.