Lionel Messi ya estaba descartado para el partido del domingo por una nueva jornada de la MLS ante Orlando City, pero este viernes el entrenador de Inter de Miami, Gerardo Martino, lo ratificó con el diagnóstico oficial, que indica que el astro padece una fatiga muscular en el posterior derecho y que por ese motivo será evaluado "día a día" para ver si puede llegar en condiciones para disputar la final de la US Open Cup frente a Houston Dynamo el próximo miércoles. 

Messi se resintió en la cicatriz de un viejo desgarro en el isquiotibial el pasado miércoles ante Toronto pero tras los estudios que le realizaron se descartó que haya sufrido una ruptura fibrilar, por lo que conserva sus posibilidades de jugar el partido por el título.

Leo arrastraba esa molestia desde la semana anterior cuando estaba con el seleccionado argentino y no pudo jugar ante Bolivia en La Paz. Tras reincorporarse a Inter Miami, no fue convocado para el juego con Atlanta United, el fin de semana pasado, y volvió frente a Toronto pero por sólo aguantó 36 minutos hasta que pidió el cambio.

"La decisión de que jugara fue porque tanto en los entrenamientos como en las pruebas de velocidad se manifestó bien. Él me lo dijo y entre que lo hiciera de inicio o comenzara en el banco, preferimos que jugara de arranque", fundamentó Martino en la conferencia de prensa previa al encuentro del domingo.

El técnico estimó que al capitán del Inter "es probable que esa cicatriz lo moleste y hasta que no le permita mentalmente jugar un partido liberado", pero rescató como positivo su madurez para pedir el cambio, una actitud a la que se resistía en otro momento de su carrera por el deseo de jugar todo el partido. "Me parece muy prudente que lo haga a esta altura de su carrera. Lo queremos ver por mucho tiempo en las canchas y queremos ayudarlo a que tome conciencia de que hay momentos para parar. Creo que hoy, con su experiencia, sabe cuando decir basta y tomar recaudos", elogió sobre la conducta del futbolista de 36 años.

El "Tata" entendió que las molestias físicas de Messi eran "un riesgo" que se corría con la cantidad de partidos acumulados desde su debut, el 21 de julio. "Estaba claro que avanzar en la Leagues Cup iba a tener un precio. Jugar siete partidos adicionales en medio de una liga nos iba a pasar factura. Fuimos un equipo con muchas incorporaciones en el verano y algunos futbolistas, como Leo, venían de sus vacaciones", asumió.

Messi no trabajó este viernes a la par del grupo en el entrenamiento del plantel con vistas al partido del domingo en Orlando, donde Inter probablemente apele a la rotación de jugadores. "Sólo tres días separan al partido de la final, tomaremos recaudos, veremos qué es lo mejor", avisó el DT.

"Las Garzas" buscarán el miércoles el segundo título de la era de Messi y Martino luego de consagrarse en la Leagues Cup hace un mes.