En la ciudad de Corrientes se encuentra el barrio Camba Cuá, que significa “cueva de negros” en guaraní. Ubicado sobre la costanera de la ciudad, en su momento era considerado una barriada periférica y no era frecuentado por la clase dominante local.
Allí fue donde se establecieron los primeros descendientes de esclavizados y sobrevivientes de la Guerra de la Triple Alianza. En ese entonces, tomaba el nombre de “barrio Tacurú” por la construcción de sus hogares con los tacuarales extraídos de la Punta Tacuara. La propia elite correntina fue la que, despectivamente, rebautizó al barrio como “Camba Cua”.
En el histórico barrio de gran población afrodescendiente, cada 6 de enero se homenajea al Santo con una fiesta que se realiza durante dos días recorriendo el barrio y el Parque “Camba Cuá”. La Cofradía de San Baltasar, compuesta por alrededor de 20 familias, recuperó el legado del festejo popular que celebra al “Santo Rey del Candombe”. La fe de las personas devotas, el tradicional baile, los tambores y las imágenes del santo son algunas de las piezas fundamentales de esta fiesta popular que reivindica la negritud, la ancestralidad y al Santo Rey Baltasar, con un trasfondo profundamente identitario. La celebración data del 1800 aproximadamente, donde las familias de las naciones se conformaron en lo que eran esos lugares alejados, fuera del casco céntrico.
El barrio llegó a tener gran reconocimiento y ser mencionado en distintas letras musicales litoraleñas. Los murales que se despliegan por sus calles muestran el orgullo de pertenencia de la comunidad afrocorrentina. Como ocurre en varias ciudades de nuestro país, barrios que en su momento fueron desprestigiados, hoy adquieren un impulso urbanístico y los miembros de la élite que antes evitaban la zona, ahora la eligen para desarrollar sus emprendimientos inmobiliarios.