Minutos después de haber finalizado su charla magistral en la UMET, Cristina Fernández de Kirchner salió a la calle. La esperaban decenas de militantes cristinistas que, agrupados alrededor de un escenario improvisado, cantaban: "Gorila no te va a alcanzar, la nafta no te va a dar. Si la tocan a Cristina que quilombo se va armar". La vicepresidenta sonrería, saludaba y mandaba besos. "La verdad que tenía muchas ganas de tomar contacto con todos ustedes pero también mucha necesidad de decir lo que creo que está pasando", comenzó, mientras algunos militantes le gritaban palabras de cariño. En ese momento, la vicepresidenta hizo algo que no había hecho hasta ahora: pidió disculpas por los errores del gobierno nacional en los últimos años.
"Yo entiendo porque hubo mucha ilusión, mucha expectativa y no se pudo cumplir. Y quiero en ese sentido pedirles perdón si no pudimos cumplir, pero créanme que lo intenté muchas veces", señaló, en una crítica velada a Alberto Fernández, y ahí mismo se interrumpió: "Pero no vale la pena, hay que meterle para adelante porque necesitamos que la sociedad argentina sepa cuál es realmente el problema que tiene nuestra economía".
La calle Sarmiento estaba abarrotada de militantes de La Cámpora, Nuevo Encuentro, y las diferentes agrupaciones que integran la Patria es el Otro, que conduce el "Cuervo" Larroque. Había gente hasta en los balcones y, en un momento, CFK hizo que subieran a una niña que estaba en el público y quería que le firmara una de las banderas. Era la primera vez que la vicepresidenta protagonizaba un acto así, más espontáneo y en la vía pública, desde que intentaron asesinarla hace más de un año. Había participado de otros actos públicos, pero había sido más organizados, con varios cordones de seguridad y de cacheos. Esta vez era distinto. "Hasta tuve miedo", reconoció un dirigente cristinista que había ido escucharla en la presentación de la reedición del libro en la UMET.
"Muerta o presa no me importa, no me voy a callar nunca. Sépanlo", exclamó CFK, al finalizar el acto.