Divino misterio la fascinación que despiertan los objetos en la niñez. En esa edad, el mundo está lleno de tesoros deslumbrantes. No importa si se trata de una moneda, una piedra pulida por el agua o uno de esos ceniceros de porcelana blanca con terminaciones azules que hay en las casas de los abuelos del mundo; todos los objetos pueden revelarse como cajas de pandora para las infancias. Observar estos tesoros es simplemente un paso inevitable antes de la apropiación a través del tacto. Ahí es cuando la ansiedad choca con la infinidad de historias que podría protagonizar, por ejemplo, aquel cenicero y todo se detiene en el simple deslumbramiento.

Una fascinación similar despierta “Alicia en la tierra de nadies”, la obra que presentó la Compañía De Tripa Corazón en la tercera edición del festival Mundo Títere Fest de Villa Ballester. En su adaptación libre de la novela de Lewis Carroll, Alicia es un muñeco de madera que, guiada por un conejo mágico, se adentra en un universo de objetos animados que no deja de metamorfosearse.

“Para algunos una madriguera es un lugar donde se oculta la gente de mal vivir, para nosotros es un lugar donde refugiarse, un camino, un territorio donde otro mundo es posible”, afirmaron Marcelo Garritano y Daiana Ierace, los creadores de la compañía titiritera oriunda de Morón, provincia de Buenos Aires. “Alicia en la tierra de nadies” fue su primera puesta teatral, allá por 2021, y hoy llevan más de cuarenta y ocho funciones llevando su adaptación de madera a distintos espacios culturales de la provincia. Dentro del amplio mundo del teatro de títeres y objetos, Ierace y Garritano eligieron para su primer proyecto trabajar con lo que se denomina “títeres de mesa”, es decir, muñecos que son animados directamente por las manos de los artistas.

Detrás de escena, y vestidos de negro, se encuentran encuentran Marcelo Garritano y Daiana Ierace. Ellos no se ocultan del público, sino que forman parte de la escena, interactúan con la puesta, se vuelven protagonistas. Los personajes de su historia, todos de madera y compuestos por figuras geométricas, se desplazan por el espacio, hablan, crecen y vuelan movilizados por sus creadores. “La madera nos parece un material que genera sensibilidad, olores, texturas y diversos estímulos. Por eso, mantenemos los títeres con los colores y texturas naturales de la madera. Los personajes de nuestra historia no son simétricos, tienen distintas formas como Alicia que tiene una parte con pelo y otra sin. Así buscamos jugar a que los chicos usen la imaginación y no darle todo armado. Buscamos que ellos vayan pensando cómo es Alicia y cómo es la historia, cómo es ese mundo donde se va metiendo”, explicaron los artistas.

El escenario, por su parte, actúa como una gran caja de pandora. Inicialmente, se presenta a su público fascinado como un simple rectángulo de madera, pero durante el transcurso de la historia el espacio es transformado, expandido por los artistas. Una vez que Alicia ingresa en la madriguera del conejo conoce al Gato Loco, pero también a dos locos ecologistas en una planta de reciclado, a dos ratones profesores de zumba en sus cabañas, a la Reina de las Ollas en el interior de un bosque de pinos y a su abuelo en una ventana voladora.

Ierace y Garritano son los digitadores temporales de una historia que se despliega como una figura de origami. En sus manos, cada paso que da Alicia devela nuevos espacios y sorpresas en un universo mágico que tiene su propia temporalidad. “Hoy en día, los chicos y chicas van a otra velocidad. Internet, la digitalización, la televisión va mucho más rápido. Nosotros queremos armar una propuesta distinta, no convencional. Nos interesa ir a otra velocidad, al ritmo de la música, mostrar el espacio y los personajes de a poco. El reto está ahí, en contar una historia alejada de lo convencional que a los chicos y los adultos les guste. Una historia con la que creemos que van a conectar y jugar con nosotros”, afirmaron los titiriteros que llaman a los niños a participar de la obra, a preguntarse junto a ellos y resolver sus misterios.

Al finalizar Alicia en la tierra de nadies, Ierace y Garritano invitaron a su público a que se acerquen a su escenario para que vean a los personajes y, como no podría ser de otra forma, para que los toquen. Luego de cincuenta minutos de fascinación, de escucha atenta frente a la aventura de Alicia, los niños se arrimaron respetuosamente a aquellas criaturas y replicaron la aventura de su protagonista. Jugaron ya no suponiendo la infinidad de historias que esos objetos deslumbrantes podrían habilitar, sino teniendo la certeza de haberlas visto todas juntas en esa madriguera de madera que existió únicamente en el sueño de Alicia.

La amplia programación de la tercera edición del festival Mundo Títere Fest de Villa Ballester, con propuestas nacionales e internacionales, podrá disfrutarse hasta el 1 de octubre. Su oferta y horarios se encuentran disponibles en su página web y en sus redes sociales. Para seguir a la Compañía de Tripa Corazón y conocer sus próximas presentaciones, su Instagram es @detripacorazon.