El pequeño pueblo de Palma Sola, en la provincia de Jujuy, fue el escenario, el jueves 7 de septiembre, de la inauguración del Centro de Formación “Escuela Campesina”, una iniciativa de la organización Tierra Fértil, que reúne al campesinado que reside en los parajes de esa zona. 

El proyecto, un sueño del campesinado de Palma Sola, en palabras de Gloria Mamaní, se lleva a cabo en el marco del convenio entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, con la adhesión del Parque Nacional Calilegua y el Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena.

Gloria Mamaní, campesina y militante de Tierra Fértil dijo a Salta/12 que la escuela "es un sueño que nosotros teníamos" y el Ministerio de Trabajo les dió "una manito, una ayudita con el tema económico", con el que se financió la Escuela de donde chicas y chicos salen con un título de reconocimiento nacional "y puedan también conseguir un trabajo a futuro". Tres de los cursos previstos por ahora ya comenzaron, y la cursada irá desde septiembre a diciembre de 2023. 

"Todos los cursos van a ser referidos a la agricultura familiar, al valor agregado a la producción que hacen los pequeños productores de la agricultura familiar", informó Mamaní, quien destacó que en la zona hay mucha producción de bovinos y en agricultura se cultiva citrus preferentemente. Cada curso tiene un cupo máximo de veinte personas y se entrega un certificado oficial del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. El requisito es ser mayor de 18 años. La Escuela funciona en el predio de la organización, donde también está la Casa Campesina. 

El financiamiento de la Nación permitirá cubrir gastos del equipo docente, comprar de insumos y solventar otras cuestiones vinculadas a la gestión. También posibilitó mejoras edilicias en la cocina y el baño de la Escuela. 

Se informó que la necesidad de contar con un Centro de Formación para el Trabajo surgió del diagnóstico participativo realizado desde la organización campesina junto a organismos del Estado nacional con trabajo territorial en la zona. En sus diferentes espacios participativos a los que asisten jóvenes surgió la necesidad de contar con herramientas de formación y capacitación que promuevan el arraigo, favorezcan la posibilidad de conseguir trabajo local con mejores ingresos y valoricen la producción campesina

De esta manera se busca mitigar la migración a espacios urbanos en búsqueda de trabajos de bajísima calidad y con pésimas remuneraciones. La oferta de cursos se propone constituirse en "una alternativa para evitar el actual éxodo rural que sufre la población especialmente la más joven causada por la inaccesibilidad hacia el sistema educativo, la falta de capacidades para acceder al mercado laboral local y la falta de equipamiento e infraestructura básica para la población rural".

También se propone "proyectar y fortalecer nuevas propuestas para el trabajo local que contrapese la marcada estacionalidad de los empleos en la zona". Crear empleo local revalorizando saberes y posibilidades, y "brindar propuestas laborales alternativas fortaleciendo oficios tradicionales e incorporando nuevos oficios".

En la Escuela Campesina se dictan cursos gratuitos de Auxiliar en producción animal, Gestión del turismo rural comunitario, Auxiliar en preparación de conservas de frutas y hortalizas, y a futuro, ya para marzo de 2024, se prevé dictar los cursos de Auxiliar en comercialización de la producción campesina y Gestión de medios y redes sociales.

El INTA, el Parque Nacional Calilegua y Agricultura Familiar acompañarán en la gestión y con el aporte de docentes para los cursos propuestos.

Palma sola está ubicada a 160 kilómetros de San Salvador de Jujuy, en el cordón montañoso de Santa Bárbara, en la zona de transición entre la zona chaqueña y la selva de Yunga. El pueblo sufre un grave proceso de desarraigo debido a que no existen propuestas formativas luego de terminar el ciclo secundario. La mayoría de las y los jóvenes que se va a estudiar a las ciudades no regresa, y quienes se quedan realizan trabajos precarios haciendo changas. 

​Organización frente a la presión 

Gloria Mamaní, que además de integrante de Tierra Fértil es coordinadora en la zona del Instituto Nacional de Agricultura Familiar, contó a Salta/12 que comenzaron a organizarse en 2006 "cuando empezó a pecharnos fuerte el agronegocio con el tema de la soja, la caña, y a hacernos muchos desmontes y a querer desalojar a familias campesinas". En 2008 se conformó Tierra Fértil. La organización tiene una demanda en la que empresarios de la zona la "acusan de usurpar la tierra y darla a la gente".

Mamaní destacó que el gobierno nacional ya reconoció la posesión del campesinado en la zona, a través de la Ley nacional de reparación histórica de la agricultura familiar. Y en Palma Sola la organización consiguió además que se declare por ordenanza municipal "área campesina" a todos los parajes, con la salvedad del ejido urbano. En el marco de esa ordenza se hizo un relevamiento del campesinado. Después de ese relevamiento recibieron una demanda del gobierno de Jujuy, "y ahora estos empresarios se agarran de esa demanda" para demandar a la organización, afirmó Gloria Mamaní, es lo que pasa, dijo, con un empresario de apellido Quintana, que trata de desalojar a la familia Centeno, en el paraje Las Goteras, a 55 kilómetros de Palma Sola

Sobre la Escuela Campesina, Mamaní destacó que hubo mucho interés y de hecho, "quedó mucha demanda del curso de producción bovina", por lo que el año que viene se dictará nuevamente. "De ahora a diciembre ya no tenemos cupo", dijo Mamaní, pero añadió que proyectan que en marzo de 2024  abrirán las inscripciones para dictar nuevamente los cursos de producción bovina y de turismo rural. 

Y adelantó que también piensan dictar cursos de contabilidad, "referida a la producción, que el productor que está metido en el campo aprenda a sacar cálculos, para, por ejemplo, poner en venta una vaca, saber si le conviene el porcentaje, el flete cuánto le sale, o un cabrito, un lechón". 

En Palma Sola "casi toda la gente vive en los parajes", el pueblo en sí mismo "es chiquitito", tiene entre 6 y 7 mil habitantes, y viene disminuyendo debido al desarraigo. Mamaní destacó que "la mayoría de los habitantes vive a 30 kilómetros, 15, a 50 kilómetros". 

Estas personas se dedican a la ganadería y también a la agricultura, con citrus y floricultura. También crían animales de granja, cabras, lechones y gallinas. "El año pasado con el tema de la sequía fue muy difícil, muy complicado, porque secó mucho la plantación no solamente las hortalizas, sino también el citrus, era como si le hubieran prendido fuego", eran plantaciones de diez años y muchos productores que "quedaron sin nada", contó Mamaní. 

El campesinado vive en parcelas en calidad de poseedores, algunas son tierras fiscales y otras tienen titulares registrales que no residen ahí. Mamaní explicó que en el caso de quienes se dedican a la agricultura, tienen tres o cuatro hectáreas, mientras que los ganaderos "tienen un poquito más, 100, 200 hectáreas. 

La producción se vende los mercados de Perico y Monterrico, ciudades de Jujuy, y de San Ramón de la Nueva Orán, en la provincia de Salta.