El Parlamento canadiense fue escenario de un escándalo por la reivindicación de un genocida. Durante la visita en ese lugar del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, los legisladores homenajearon a un veterano de la Segunda Guerra Mundial, que en rigor había combatido en las filas del ejército nazi.

El hecho desató denuncias públicas de organizaciones de derechos humanos y de la comunidad judía, y escaló a tal punto que el gobierno y el organizador de ese acto, el titular de la Cámara de Representantes, salieron a pedir perdón.

“Expreso mis más sinceras disculpas a las comunidades judías de Canadá y de todo el mundo”, pronunció Anthony Rota, presidente de la Cámara de Diputados.

Aplauzos a un nazi

El homenaje tuvo lugar el viernes pasado durante la presencia de Zelenski en el Parlamento, promovida por varios legisladores que así quisieron hacer más firme su rechazo a la invasión rusa en Ucrania.

A esa sesión fue invitado el exmilitar Yaroslav Hunka, en carácter de “héroe ucraniano y canadiense” de la Segunda Guerra. Al hombre de 98 años, sentado en las tribunas del palacio legislativo, se le agradeció “por todos sus servicios”. El propio Zelenski lo saludó con el puño en alto. El problema fue que, al parecer, nadie allí conocía su pasado.

Resulta que había sido combatiente en la 14º División de Granaderos Waffen SS, una unidad conocida como Galitzia que fue parte de las Schutzstaffel y tenía como objetivo combatir contra la Unión Soviética: estaba formada mayoritariamente por voluntarios ucranianos y asesinaron a miles de civiles polacos al tiempo que reclutaban eslavos para las filas del Tercer Reich.

La revelación fue hecha por los Amigos del Centro Simon Wiesenthal (FSWC), que a través de un comunicado se expresaron "profundamente perturbados por el hecho de que el Parlamento canadiense haya reconocido a un veterano ucraniano que sirvió en una unidad militar nazi durante la Segunda Guerra Mundial".

La asociación de defensa de los derechos humanos denunció que el homenajeado había cometido “crímenes contra la humanidad durante el Holocausto, que están bien documentados". “Fue responsable del asesinato en masa de civiles inocentes con un nivel de brutalidad y malicia inimaginables”, dijeron mientras reclamaban las disculpas de Ottawa.

La postura del gobierno canadiense

Horas después, Anthony Rota, presidente de la Cámara de Diputados, reconoció que desconocía el pasado de Hunka y pidió perdón. “Quiero dejar claro que nadie, incluidos mis colegas parlamentarios y la delegación ucraniana, conocía mi intención o mis comentarios antes de que los pronunciara”, dijo dando marcha atrás con su homenaje.

El gobierno del presidente Justin Trudeau salió a desmarcarse inmediatamente. “Ni la Oficina del Primer Ministro ni la delegación ucraniana habían sido informadas con antelación de la invitación ni del reconocimiento", dijeron sus voceros a través de un comunicado.

Luego, la organización de derechos humanos B'nai Brith Canada calificó al hecho de “más que indignante” e informó que el cuerpo al que pertenecía el nazi homenajeado, había sido creado por “ideólogos ultranacionalistas” ucranianos que “soñaban con un Estado ucraniano étnicamente homogéneo y apoyaban la limpieza étnica” nazi.

El Centro para Israel y Asuntos Judíos, que representa a las federaciones judías de Canadá, sostuvo que la comunidad judía de ese país “apoya firmemente a Ucrania en su guerra contra la agresión rusa”, pero dejó claro que “no podemos permanecer en silencio cuando se blanquean los crímenes cometidos por los ucranianos durante el Holocausto”.

Hunka no sólo fue invitado por Rota a asistir al discurso que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pronunció el viernes en el Parlamento canadiense, sino que homenajeó públicamente al combatiente nazi.

"Tenemos en la cámara a un canadiense ucraniano, veterano de la Segunda Guerra Mundial, que luchó por la independencia de Ucrania contra los rusos y sigue apoyando a las tropas incluso a sus 98 años de edad", declaró Rota el viernes.

Todos los presentes, incluidos Zelenski, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y todos los diputados y senadores canadienses aplaudieron a Hunka mientras éste saludaba desde la zona reservada al público.

La queja rusa

Mientras, las autoridades rusas criticaron este lunes la "escandalosa" presencia en el Parlamento canadiense de un ucraniano que luchó con los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Rusia ha justificado su invasión de Ucrania para "desnazificar" al país.

Tras las disculpas de Rota, uno de los grupos de la oposición, el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), solicitó su dimisión como presidente de la Cámara Baja.

El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, calificó este lunes de "indignante" la "actitud descuidada hacia la memoria" de los crímenes nazis en Canadá. "Estos crímenes no tienen fecha de caducidad ni prescripción. Este tipo de descuido de la memoria es indignante", declaró Peskov.

Según el vocero ruso, en Occidente ha crecido una generación que ha olvidado las lecciones de la Segunda Guerra Mundial, razón por la que existe el riesgo de que el fascismo reaparezca en el mundo. "No saben nada de la amenaza del fascismo. Esto puede provocar que el fascismo aparezca aquí o allá. Y ahora prácticamente lo estamos viendo intentando ponerse en pie en el centro de Europa, en Ucrania. Esto es contra lo que estamos luchando", señaló.