Desde la histórica decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México el pasado 6 de septiembre de despenalizar el aborto a nivel federal, el país experimentó un aumento significativo en el número de mujeres estadounidenses que cruzan la frontera en busca de servicios para interrumpir sus embarazos. Según un informe de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos, este aumento llegó en solo tres semanas a un 42 por ciento.
La decisión de la Justicia convirtió a México en una opción para miles de mujeres estadounidenses que buscan acceder al aborto.
Antes, eran las mexicanas quienes viajaban a Estados Unidos para someterse a estos procedimientos, pero tras la revocación de la Corte Suprema de Estados Unidos de la histórica ley "Roe contra Wade" --que protegía la libertad de una mujer embarazada para elegir abortar--, en junio de 2022, la Justicia norteamericana dejó en manos de los estados la decisión de prohibir o restringir el aborto, y desde entonces, 14 estados prohibieron completamente el procedimiento, mientras que otros impusieron restricciones severas.
Esta incertidumbre y los retrocesos en materia de derechos reproductivos en Estados Unidos llevan a diario a mujeres de diferentes estados a buscar alternativas fuera del país. "Las mujeres del sur de Estados Unidos viajan a México, mientras que las del norte cruzan hacia Canadá para interrumpir sus embarazos", sostuvieron desde el Grupo mexicano de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
La eliminación de las protecciones constitucionales federales para el aborto en Estados Unidos creó un sistema de derechos reproductivos fragmentado, donde las decisiones de las mujeres están influenciadas por su posición social y su capacidad para viajar entre estados. Aquellas con menos recursos, no tienen la posibilidad de elegir.
"Nos contactan diciendo que quieren medicamentos y se los enviamos. Otras vienen y no se quedan, solo quieren el medicamento y que les expliquemos el procedimiento. Y algunas quieren quedarse y que les acompañemos", contó Sandra Cardona, de la Red mexicana Necesito Abortar.
En este contexto, activistas mexicanas y defensoras de los derechos reproductivos tomaron cartas en el asunto y ante la creciente demanda de servicios de aborto decidieron establecer redes clandestinas para garantizar la interrupción del embarazo con medicamentos a las mujeres que, por una situación vulnerable, no pueda viajar hacia México para realizarse el procedimiento.