Una persona murió y otras miles quedaron sin electricidad en áreas costeras de Texas tras el paso del huracán Harvey, que aunque fue degradado ya a tormenta tropical sigue generando preocupación por el riesgo de inundaciones. El deceso se registró en la ciudad de Rockport, en el Golfo de México, confirmó el alcalde Charles Wax. Otras diez personas resultaron heridas por el derrumbe del techo de un complejo de viviendas.
Wax explicó que cerca de un 40 por ciento de los residentes de Rockport no obedeció la evacuación obligatoria declarada por las autoridades ante la llegada de Harvey, que se hizo notar casi de inmediato: unas 300.000 personas se quedaron sin suministro eléctrico en la zona.
El centro de la tormenta se movió a 95 kilómetros al sudeste de la ciudad de San Antonio, con vientos máximos de 110 kilómetros por hora, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH).
Cerca de 1300 efectivos militares fueron asignados a las tareas de rescate y asistencia, informó el gobernador del estado, Greg Abbott. En tanto. Brock Long, director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, dijo que prosiguen las tareas de búsqueda y rescate. También se dispusieron refugios, servicios médicos y generadores de electricidad, además de agua y comida.
“Harvey” tocó tierra el viernes, 50 kilómetros al noreste de la localidad de Corpus Christi, como huracán de categoría 4 –el primero en 12 años de esa envergadura– y se había degradado a categoría 1 a lo largo del día.
Fue recategorizado ayer como tormenta tropical, pero las alertas continúan activas en áreas del interior del estado cerca del centro de la tormenta.
Pese a que el fenómeno meteorológico fue perdiendo potencia, los meteorólogos alertan de la subida del nivel de las aguas por las lluvias torrenciales y los vientos huracanados en los próximos días. “Se prevén inundaciones catastróficas debido a las fuertes lluvias y el oleaje”, alertó el CNH, que estima que la subida del mar podría generar olas de hasta cuatro metros y que no descarta más muertes en consecuencia.
Por el momento se desconoce el alcance de los daños ya causados por el fenómeno, pero es de esperar que algunas zonas estén inhabitables durante semanas o meses, aseguran los expertos. El gobernador del estado alertó del peligro de “un desastre de grandes proporciones”.
Se espera que el huracán recorra el sudeste de Texas durante los próximos días. El CNH decretó una alerta por huracán entre Port Mansfield y Sargent, ambas en Texas y a una distancia de unos 560 kilómetros, donde viven unos 16 millones de personas. Abbott urgió a todos los que viven en zonas bajas a evacuar sus casas y dijo temer que la gente quede varada por las inundaciones, sin comida, electricidad ni agua.
Las previsiones meteorológicas señalan que “Harvey” permanecerá en tierra durante el fin de semana y hará que llueva en la franja sudeste durante días. Se esperan acumulaciones pluviales de entre 38 y 63 centímetros.
“Harvey” es la primera catástrofe natural de grandes proporciones a la que se enfrenta la Administración del presidente Donald Trump, que declaró a la región oficialmente zona de catástrofe para poder liberar fondos de asistencia.