La dirigenta social de la Tupac Amaru Milagro Sala denunció que el Supremo Tribunal de Justicia en Jujuy le niega desde hace 9 meses el traslado a Buenos Aires para operarse a raíz de un cuadro complejo de salud.
Además, explicó que se le realizaron estudios que arrojaron complicaciones en los riñones, mareos, hinchazón en cara y cuerpo y una trombosis: "No sé si voy a amanecer mañana", alertó Sala este martes, en diálogo con AM750.
En ese marco, denunció que recibe "hostigamiento" por parte de la junta médica del Supremo Tribunal de Justicia porque le "niegan toda clase de estudios" que necesita realizarse para seguir la evolución de su salud.
"Cuando me cambié de clínica mandaron a apretar a los médicos para que me revirtieran el diagnóstico. Me hacían los estudios de las dos piernas y después cambiaban los resultados de la pierna derecha para la izquierda, que es en la que tengo trombosis", contó en Aquí, allá y en todas partes.
Más temprano, también en AM750, uno de los abogados de Milagro Sala, Jorge Rachid, explicó el diagnóstico de la referenta de la Tupac Amaru: "Tenemos el peligro del desprendimiento del trombo y que produzca una embolia pulmonar o cerebral", señaló.
El indulto y su apoyo a Sergio Massa
Por otro lado, Sala se refirió a la posibilidad de recibir el indulto de parte del presidente Alberto Fernández, y dijo que, luego de la creación de una comisión para abordar el tema, no volvió a hablar con él. "No avanza nada", reclamó la dirigenta jujeña.
Y continuó: "Sé que estamos en un momento político fuerte y que hay elecciones. Yo no digo que levanten mi bandera, sino que me vean como humana, me merezco tener la esperanza de poder operarme".
También habló sobre el período electoral y aseguró que votará por el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa: "Creo que no hay otra alternativa", subrayó.
Por último, concluyó: "Sigo complicada porque no veo una luz de esperanza para cambiar la historia. No sólo la historia para mí, sino porque es de público conocimiento que todo el mundo va contra las organizaciones sociales, que son las que en la pandemia y en los '90 se hicieron cargo de los desocupados con la copa de leche y con el comedor".