Entre este jueves 28 y el sábado 30/9, vuelve Mutek Buenos Aires, la edición local del festival internacional de creatividad digital. Aunque será en un formato "concentrado", bajo el nombre de Micro Mutek, que repartirá en cuatro sedes (Artlab, Under Club, Deseo y Arjaus) sus actividades. Entre ellas, sin dudas despunta el debut en la capital argentina de una de las enfants terribles de la música electrónica británica: Lauren Duffus.
Tras lanzarse a la pileta en el alba de la pandemia, la productora, vocalista y DJ originaria de Londres se abrió camino con una propuesta en la que el dolor se encuentra traducido (a manera de terapia) mediante atmósferas opioides, ritmos truncos, tonos contemplativos e intenciones cinematográficas. Esto sucede al mismo tiempo que establece un diálogo improbable y antagónico entre el dancehall jamaiquino y el shoegaze. Es que a ella si la música no es emotiva, no le interesa.
"Cuando me llegó el mail con la invitación al festival, pensé que era falso", revela vía Zoom. "Honestamente, aún no caigo en cuenta sobre todo lo que me está sucediendo. Es muy vertiginoso, una locura." Es que antes de hacerse con una copia del software Logic Pro, con el que experimentó hasta esbozar los tracks de su primer trabajo, el EP Sulk (2021, inspirado en la muerte de su padre), ni siquiera había considerado dedicarse a la música. "Tuve muchos trabajos administrativos en los que me fue mal", retoma.
"Lo último que hice previo al encierro fue como empleada de un pub. No sabía lo que quería. El único impulso que tenía era hacer cosas para que me pagaran. Por eso nunca imaginé que la música se pudiera convertir en una carrera real." Y, de paso, aclara: "Todavía no sé cómo usar el Logic Pro correctamente. Creo que mi sonido aún se está desarrollando, y podés escucharme aprendiendo y mejorando cosas. Es algo autodidacta, muy orgánico".
Si bien posicionarse dentro de la escena musical británica pareciera ser tarea ardua, y más si tomamos en cuenta la gran oferta que coexiste, Lauren no lo ve tan complejo. "Basta con tener un buen número de seguidores en redes sociales", explica. "Es importante sonar en la BBC, pero también tenemos muchas estaciones de radio clandestinas que me ayudaron muchísimo a darme a conocer, de la misma forma que las radios pequeñas."
Al consultarle sobre la igualdad de posibilidades en esta época para hombres, mujeres y disidencias de género en la música electrónica de su país, la inglesa afirma que las cosas están mejor. "Soy una novata en la escena, pero tengo la impresión de que se hizo un esfuerzo para que haya la misma oportunidad para todos", cavila. "Por más que por momentos padezcas el síndrome del impostor y sientas que no existe lógica para que estés en el lugar en el que estás, el entorno te invita y te asegura lo contrario."
Lauren Duffus viene a Buenos Aires a partir de la invitación del programa Amplify Digital Arts Initiative, una red activa de creadoras (concebida conjuntamente por el British Council y Mutek Montréal) de los sectores de la música electrónica, las artes digitales, el sonido y la narración inmersiva. En su show de este sábado 30/9 (desde las 2 de la mañana en la nave cultural Deseo), la música de 26 años hará alarde de ese sonido minimalista empapado de melodías reflexivas, melancólicas y esperanzadoras. Siempre con un pie en la pista de baile.
"Necesito tener un elemento triste en mi música", expedita. "Recuerdo que me encantó la banda sonora del cuento de hadas Pedro y el lobo. Me encantan todos los géneros, desde el black metal hasta el pop, pero suelo disfrutar solo los temas que tienen un elemento conmovedor. Soy la consecuencia de todo lo que fui absorbiendo. En mi actuación en Buenos Aires habrá mucho pop dramático."
Estilos como el hard drum, el baile funk, la electrónica industrial y el UK bass condimentan igualmente el universo estético de la productora, vocalista y DJ. Notablemente influida por su colega inglesa Loraine Janes y especialmente por el rapero estadounidense Chief Keef, su perspectiva acerca de la experimentación coincide también con la de Arca y Mica Levi. Sin embargo, al intentar definir su sonido, la artista de ascendencia jamaiquina ensaya las etiquetas música electrónica experimental y reggaetón oscuro.
"Supongo que es algo similar a eso. Pero no intenté crear un sonido. Simplemente sucedió", se sincera con una sonrisa que no deja margen a la duda. "Creo que es bastante pop lo que hago, a partir de todos esos elementos que tomé prestados de otros géneros", señala, y de eso dan fe los tracks que fue colgando en Soundcloud.
Después de lanzar los singles Love, Love, Love y Dubplate 07 en 2022, la artífice británica se dedicó este año a preparar lo que será su álbum debut. Pero cuando se anima a pensar un poco más allá, su deseo apunta a musicalizar otras expresiones artísticas. "Me encantaría componer para una película y trabajar con una orquesta. También hacer cosas para piezas de arte visual, desfiles de moda o algo que tenga una referencia visual. Ese es mi sueño", adelanta quien compartirá performance en la inminente versión de Micro Mutek con la dupla de artistas visuales Proxima Cen.
"Si bien soy bastante tímida, amo ser expresiva. Me gustaría enterrar las letras en los instrumentos. Hacer música me ha ayudado mucho. El proceso de tocar acordes me dispara y me hace llorar, porque me lleva a tener momentos de reflexión. Siento que puedo poner mucha más emoción, y confío en que tengo algo más para decir."