"La policía también es miembro del pueblo, por eso requiere solidaridad, comprensión y acompañamiento. El trabajo fue sistemático y serio, cuanto más presente y mejor formada esté, más humana será la respuesta a los problemas de inseguridad. Tengan la certeza que vamos a continuar. Queremos cuidar a nuestro pueblo y a nuestra policía".
Con esas palabras, y ante la mirada firme de cientos de efectivos formados en el campo de la Escuela de Policía “Juan Vucetich” de Berazategui, el gobernador bonaerense Axel Kicillof puso presentó 325 nuevos móviles de seguridad, que estarán destinados a fortalecer el patrullaje en los municipios. De esta manera, el Estado provincial alcanzó los 4.585 nuevos patrulleros entregados durante su gestión.
Cuatro años atrás, la situación de la Policía de la Provincia de Buenos Aires era preocupante. Con 5000 agentes menos que 2015, las fuerzas de seguridad contaban con equipamiento insuficiente, chalecos antibalas vencidos y armas que no se podían utilizar por la falta de mantenimiento que arrastraban. El conurbano bonaerense, la zona más álgida en lo que a seguridad respecta, contaba con apenas 790 patrulleros deteriorados para cubrir 1100 cuadrículas. En materia económica, los salarios estaban por debajo de las tareas y los agentes habían perdido 29 puntos de poder adquisitivo. "Cuando recibimos la policía en 2019 el panorama era desolador. La oposición creía que la seguridad de la Provincia se transformaba con marketing, discursos y mentiras. Nosotros demostramos que el camino no son los anuncios vacíos, sino la inversión, la formación, la profesionalización y la presencia permanente". Bajo esa premisa, el gobernador y su ministro de Seguridad, Sergio Berni, encararon un cambio de paradigma "sin precedentes", a decir del propio Kicillof.
La transformación de la policía bonaerense contó con varios ejes: La modificación de su doctrina, la profesionalización, los métodos de capacitación, formación y la capacidad de operación. Con ese norte, el Estado bonaerense invirtió en elementos, tecnología, adaptó los sistemas operativos e informáticos y diseñó un cuerpo logístico que realiza operaciones constantes y de manera simultánea en todo el territorio bonaerense: la Fuerza Barrial de Aproximación. Y a ella, tanto el mandatario como su ministro, se refieren como un "cambio de paradigma".
La Fuerza Barrial de Aproximación tiene 16 bases operativas y cuenta con 3800 agentes capacitados. Está entrenada como un cuerpo de cercanía para mantener contacto permanente con la ciudadanía. Sus agentes patrullan los barrios, realizan corredores a la salida de las escuelas, mantienen controles constantes y se relacionan con los comerciantes y vecinos.
"Vinimos a formar una policía más humana y más cercana, para reconciliar al pueblo y la seguridad. La desconfianza entre el pueblo y la policía tiene que solo beneficiario que es el delito y la inseguridad. Quienes conforman esta nueva fuerza se caracterizan por ser caminantes, recorren las calles y los barrios más peligrosos", dijo Kicillof y agregó: "Los que nos propusimos se ha cumplido, están allí, conocen los vecindarios, la geografía, dialogan e interactúan con los vecinos. Se vuelven parte del barrio dándole tranquilidad al pueblo donde más lo necesita".
Luego de celebrar la realización del trabajo para transformar la policía, el gobernador destacó que el acto fue "resultado del trabajo, no de un anuncio, una promesa o una propuesta". Aseguró, además que había que reconstruir la policía y que "nunca, en un período de tiempo similar, se hizo una inversión de esta envergadura". La inversión señalada consiste en la renovación total del parque automotriz, con 4585 patrulleros y 500 motos de alta cilindrada, que se suman a las armas y los 72.000 nuevos chalecos antibalas.
En cuanto a la pérdida de recurso humano, el gobernador destacó el programa de incorporación de nuevos cadetes, la actualización en la formación, la incorporación de conductores motoristas y la recuperación salarial. "Por primera vez se cumplió con un anhelo tan esperado y nunca realizado. Los salarios de los agentes de la Provincia están equiparados con las fuerzas federales. En nuestro territorio todos los oficiales hacían la misma tarea, pero no cobraban igual. Hoy tienen salarios que crecieron por encima de los valores inflacionarios". apuntó Kicillof.
Diversos intendentes, miembros del Ministerio de Seguridad y funcionarios de distintas áreas acompañaron al gobernador en el acto. Luego de homenajear a los camaradas fallecidos en actos de servicio, los efectivos de la fuerza fueron rodeados por los nuevos patrulleros que, conformando un semicírculo, respaldaron a los presentes. A su turno, Sergio Berni dijo que “este cambio de paradigma que promueve la cercanía con los vecinos y vecinas, es el resultado de la evidencia y de la planificación a largo plazo para brindar más seguridad”. Y aseguró que no se trata de un día más porque "después de un inmenso esfuerzo invertimos en la seguridad del conurbano bonaerense, que durante un largo tiempo, durante la gestión anterior, fue olvidado junto a nuestra Policía". Y concluyó: "Fue este gobernador y esta gestión quien tomó la responsabilidad de desarrollar un entrenamiento especializado en aproximación que prioriza el uso racional de la fuerza".
Sobre el final del acto, seis helicópteros de la Flota de Seguridad de Servicios y Operaciones Aéreas se desplazaron la Escuela Vucetich. Estas aeronaves, modelo H125, están equipadas para mitigar incendios de magnitud y serán utilizados tanto en la provincia de Buenos Aires como en regiones cercanas. Las aeronaves, que acompañan a los bomberos y llevan apagados 19.514 incendios, también brindan servicio ante emergencias médicas. Lo curioso de esa presentación fue que los vecinos y vecinas de ciudades cercanas como La Plata se alertaron por su presencia e inmediatamente expusieron su preocupación en redes sociales, donde construyeron cientos de teorías. Para su tranquilidad, rápidamente se informó que se trataba del acto en el cual el gobierno de la Provincia presentaba el nuevo equipamiento de seguridad.