Si bien hay canciones que en el inicio de mi vida musical significan mucho, porque son las composiciones con las que aprendí a tocar y son parte del cancionero popular argentino, al momento de pensar en una obra musical que represente algo importante, creo que es imposible no pensar en “First Circle”, de Pat Metheny, que me cambió un poco la vida.

Escuché este tema por primera vez a través de YouTube, en el año 2006. Ya conocía la obra de Metheny, pero en ese momento buscaba todo lo que había hecho Pedro Aznar con él. Lo primero que me impactó fue la rítmica, algo muy raro en el sentido musical; justo coincidió con que en la escuela de música estábamos estudiando ese tipo de compases. Lo segundo fue escuchar esa melodía tan hermosa en la voz de Pedro. Se trata de una canción que me abrió un portal gigante de posibilidades de interpretación, composición y orquestación, y desde ese momento no paré de escucharla y estudiar todas sus partes cada vez que podía.

El descubrimiento de esta obra coincide con mi ida de Simoca hacia la capital de Tucumán para estudiar música a tiempo completo. Recién terminaba la secundaria y por esa época ya estaba consolidado como músico sesionista de varios artistas de Tucumán, Salta y Santiago del Estero, lo que me permitió comenzar a comprarme los instrumentos con los que siempre soñé, y de alguna manera hacer realidad mi necesidad de ser multi-instrumentista.

Pasaron seis años hasta que, por un lado adquirí los instrumentos que quería, y por el otro me animé a realizar videos tocando todo y fue así como logre grabar mi versión de “First Circle”. La publiqué el 31 de diciembre de 2012 y se la mandé a los músicos que conocía y admiraba, entre ellos Aznar y, por supuesto, Metheny. Lo hice a través de sus redes sociales oficiales, emails que aparecían en sus páginas, fan pages, etc. Lo envié por todas las vías que pensaba que les podía llegar, y el video empezó a hacerse conocido entre los músicos y melómanos, aunque yo hasta ese momento nunca supe si realmente Pedro y Pat lo habían visto. 

Dos años y medio después, en el año 2015, me surgió la posibilidad de salir de gira a Nueva York. Tenía programados quince conciertos durante un mes en clubes de jazz de la ciudad y lugares cercanos. El primero fue en una sala en Harlem que se llama The Shrine, un lugar muy chiquito en el que hicimos el concierto junto a mi amigo Franco Pinna. Cuando bajamos de tocar, todos los amigos que estaban ahí no podían de la emoción, porque en el publico estaba nada más ni nada menos que el propio Pat Metheny. Yo no lo podía creer: justo en el primer concierto de la gira, mi primera gira internacional. 

Fue muy emocionante, una de las noches más especiales que he vivido incluso hasta hoy. Ahí estaba él, esperando para saludarme y con un papelito con su email anotado. Me dijo que le encantaba lo que hacía, que me conoció por el video y me propuso juntarnos a tocar uno de esos días en su casa. Ahí yo directamente pasé a otro plano de conciencia, en el que solamente respondía sin poder elaborar lo que estaba pasando, de tan increíble que era. Cabe destacar que si bien hice la versión porque era una canción maravillosa que me emocionaba tocar, mi intención era que él la llegara a ver, pero soñaba máximo con un mensaje, un “me gusta”, nunca me imaginé que esto era posible, y que sucediera así fue una sorpresa demasiado fuerte y hermosa.

A la semana siguiente estaba en su casa, tocando con sus guitarras, mostrándole mis canciones y el folklore argentino, tocando juntos sus canciones. Fue algo que guardo con mucho cariño en mi corazón, porque ni en mis sueños más fantásticos me imaginé que algo así podía suceder.

La versión de “First Circle” me abrió muchas puertas, hizo que los músicos y artistas que más admiro me conocieran e invitaran a tocar y compartir con ellos. La tomo como punto de partida para lo que es mi carrera como solista, algo que hasta ese momento no me animaba a hacer. Hubo otros factores que me ayudaron a decidirme, pero lo que pasó con esta canción en mi vida fue que despejó cualquier duda o miedo que tenía cuando pensaba en un proyecto musical propio. El hecho que en ese momento en cual yo estaba recién comenzando a salir a tocar apareciera Pat en un concierto, me invitara a su casa y me llenara de elogios no sólo por el video, sino por lo que había escuchado esa noche en el concierto, fue una especie de bendición del maestro del cual venia aprendiendo tantas cosas en lo musical, y que ahora me estaba enseñando algo más allá de la música.

Desde ese momento quedamos en contacto, tanto así que en 2018 fue él quien me recomendó a la contrabajista Linda May Han Oh para grabar Creación, mi disco en trío, que realicé allá en Nueva York con ella y Franco Pinna. Luego en Buenos Aires fui el encargado de hacer la apertura de sus dos conciertos en el teatro Gran Rex, que se concretaron en octubre de 2022, luego de posponerse por la pandemia.

Uno a veces no toma conciencia de lo importante que son las obras musicales, las canciones en la vida de las personas, y más cuando se es musico, intérprete o compositor: las canciones te pueden llevar a vivir los momentos más increíbles que te puedas imaginar. Eso me paso a mí y fue todo gracias a esta obra tan hermosa.

Manu Sija es un multiinstrumentista nacido en Simoca, Tucumán. Se ha presentado en los principales escenarios del país, junto a artistas tales como Leon Gieco, Carlos Vives, Marta Gómez, Sofia Rei, Marcela Morelo, Franco Luciani, Liliana Herrero, Juan Falú, Cecilia Todd, La Charo, Teresa Parodi, Raúl Carnota, Sandra Mihanovich, y muchos otros. Su disco Ecléctica contó con la participación de importantes músicos. Lo presenta el próximo domingo, en el teatro Astros, Av. Corrientes 746. A las 20.