Al menos 68 personas murieron y otras 300 resultaron heridas en la explosión ocurrida este lunes en un depósito de combustible en Nagorno Karabaj, región poblada por armenios pero perteneciente a Azerbaiyán. El incidente tuvo lugar en medio de un creciente éxodo hacia Armenia, luego de que Azerbaiyán recuperara su control con una ofensiva militar.

Según la oficina del Defensor del Pueblo karabají, Guegam Stepanián, citado por OTA, la muerte de 68 personas fue confirmada por los equipos forenses, de los que 21 han sido identificados. 

Stepanián cifró también en 105 los desaparecidos y en 290 los heridos en la explosión ocurrida en un depósito que se encuentra en la carretera entre la capital karabají, Stepanakert (Jankendi), y la ciudad de Askerán.

Los heridos fueron todos hospitalizados en Armenia, unos trasladados en ambulancias y otros en helicópteros de las fuerzas de pacificación rusas desplegadas en la zona desde la guerra de 2020.

Cuando ocurrió la explosión, en las inmediaciones del depósito había cientos de automóviles particulares de karabajíes que deseaban abandonar el territorio tras la derrota militar hace una semana ante Azerbaiyán.

Desde el domingo, más de 28.000 personas abandonaron el territorio con destino a la vecina Armenia, que se mostró dispuesta a acoger a todos los refugiados karabajíes.

Además de las autoridades armenias, que denunciaron la "limpieza étnica" del territorio, también la ONU y EE.UU. expresaron su preocupación por la crisis humanitaria en Nagorno Karabaj.

Ofensiva

La ofensiva de Azerbaiyán duró apenas 24 horas y forzó a los armenios de Nagorno Karabaj a aceptar desarmar y disolver sus fuerzas militares y de seguridad y a iniciar conversaciones con el Gobierno azerbaiyano para la "reintegración" del territorio a Azerbaiyán.

Aunque Azerbaiyán prometió respetar los derechos de la mayoría armenia de la región y restablecer el flujo de provisiones tras un bloqueo de diez meses, muchos residentes temen represalias y han decidido irse, luego de que Armenia denunciara planes de "limpieza étnica".

En este contexto, el viceprimer ministro armenio, Tigran Jachatrian, cifró en 19.000 los refugiados que llegaron al país desde el domingo procedentes de Nagorno Karabaj.

En conferencia de prensa, agregó que 2.500 ya han sido reasentados, pero se han dirigido al Estado en busca de ayuda.

Otros 1.200 están en proceso de instalación y el resto de desplazados tiene vivienda en territorio de la antigua república soviética, dijo.

Nagorno Karabaj tenía 120.000 habitantes antes de la ofensiva relámpago de Azerbaiyán del 19 de septiembre. 

Un conflicto con historia

Armenia libró dos guerras contra Azerbaiyán por Nagorno Karabaj desde 1988, pero esta vez no intervino a favor de los armenios del enclave, que estaban cada vez más acorralados desde que sufrieron otra dura derrota en la última guerra, en 2020.

Aunque está poblada mayoritariamente por armenios, Nagorno Karabaj fue integrada a Azerbaiyán, y no a Armenia, durante la época de la antigua Unión Soviética, cuando los dos países pertenecían al bloque liderado por Rusia.

Rusia, que medió para poner fin a la guerra de 2020 y desplegó en el Karabaj un contingente de tropas de mantenimiento de paz, dijo que estaba asistiendo en el proceso de evacuación.

En la guerra de 2020, Azerbaiyán retomó partes del enclave junto con zonas circundantes que también habían caído bajo el dominio de los armenios en el conflicto anterior.

En Bruselas, en tanto, autoridades de la Unión Europea (UE) recibieron hoy a representantes de Armenia y de Azerbaiyán -que envió al asesor Haiyev- y les pidieron "acciones concretas" y "soluciones decisivas" para poner fin al conflicto en Nagorno Karabaj.

"Se necesitan acciones concretas y soluciones de compromiso decisivas en todas las vías del proceso de normalización", dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en un comunicado tras la reunión, en la que participaron también emisarios de Alemania y Francia.

Armenia estuvo representada por el secretario de su Consejo de Seguridad, Armen Grigoryan.

La UE condenó la ofensiva militar de Azerbaiyán en Nagorno Karabaj, y Michel reclamó a Hajiyev, que es muy cercano al presidente Ilham Aliyev, acceso humanitario y una "visión más detallada" de los planes azerbaiyanos para el futuro de los habitantes armenios de la zona.