Al revés del 2015, cuando la frase “el candidato es el proyecto” sirvió para ningunear en una interna suicida a Daniel Scioli, esta vez los candidatos son los candidatos y tienen nombre y apellido. El principal, obviamente, es Sergio Massa, postulante a la Presidencia por Unión por la Patria. El otro es Axel Kicillof, que tratará de quedar consagrado gobernador de la provincia de Buenos Aires el mismo 22 de octubre. Tiene que sacar un voto más que el segundo o la segunda, porque en la Provincia no hay ballotage. Los dos, con nombre y apellido, serán los protagonistas en el acto de Ensenada, convocado con una fecha, 27 de septiembre, y una consigna: “Todos y unidos”.
Aunque se cuidan de exhibir resquemores en público, los organizadores del acto en el estadio de Defensores de Cambaceres ya forman un polo dentro del dispositivo de UxP. Un polo con forma de tridente:
- Una punta es el anfitrión del acto, el intendente de Ensenada Mario Secco.
- Otra punta es Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda.
- La tercera punta del tridente es el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.
Los tres salieron perdiendo en la asignación de candidaturas provinciales y nacionales para puestos legislativos. No obtuvieron ninguna para representar a sus distritos aunque pertenecen a la poderosa Tercera Sección Electoral. Es la que decide la suerte del peronismo no solo entre los electores bonaerenses sino entre los votantes de todo el país.
Sin embargo, según pudo saber este diario la decisión del polo que alguna vez se llamó "Mesa de Ensenada" es evitar toda confrontación pública.
“Primero había que construir un candidato competitivo, y con Sergio lo tenemos”, dijo un importante dirigente del sector. “Después, las PASO. Después, el 22 de octubre. Después, la segunda vuelta. Y recién ahí, o después del 10 diciembre, hablaremos sobre lo que pasó o lo que nos pudo haber molestado en los últimos meses. Hay tiempo.”
Buenos Aires/12 quiso saber si se refería a las diferencias, a veces sordas y a veces explícitas, con el presidente del PJ provincial, el diputado Máximo Kirchner. La respuesta fue el silencio y la repetición de dos palabras: “Hay tiempo”.
El lugar de Axel Kicillof
Los tres principales distritos convocantes tienen, como otro rasgo común, que funcionaron como el principal apoyo interno de Axel Kicillof en su plan de ser candidato a la reelección y no candidato a Presidente.
Ahora parece arqueología, pero hasta junio Kicillof repetía su salmo triple. Según ese salmo, quería ser candidato a gobernador otra vez, lo sería si así lo resolvía su espacio político de militancia y la última palaba la tendría la jefa del espacio, Cristina Fernández de Kirchner.
Es un enigma si CFK resolvió que Kicillof compitiera en la Provincia con un mensaje explícito o si lo dejó hacer, cosa que también habría sido una forma legitimación implícita. Lo cierto es que ése fue el resultado final. Lo cierto, también, es que si el gobernador les gana a Carolina Píparo, de La Libertad Avanza, y al macrista Néstor Grindetti, quedará posicionado como una de las figuras centrales del peronismo hacia el futuro. Cuánto estaría dispuesto a jugar en ese caso, no solo en términos de gestión sino de política a nivel nacional, es otro de los enigmas por los que se pregunta estos días la dirigencia. De todos modos, para resolverlo, diría el dirigente peronista de la Tercera, hay tiempo.
Toda la carne en el 22 de octubre
Lo urgente es el 22 de octubre. Y hacia el 22, el tridente no despliega una táctica agresiva hacia otros sectores internos del peronismo sino que parece buscar la afirmación de un símbolo: que pueden y que tienen poder de convocatoria. No es, incluso, cuestión de números. El poder de convocar se traduce en el simple hecho de que consiguieron organizar un acto con los dos principales candidatos de UxP y que ambos accedieron.
Al acto de Cambaceres llegan los protagonistas tras una dinámica que incluyó factores diversos.
Cuando, hace más de un año, Massa fue nombrado ministro de Economía por iniciativa de Cristina, Kicillof no solo evitó tirar piedras. Colaboró desde el primer momento y hasta puso a sus cuadros, como el ministro de la Producción Augusto Costa, a conversar con el equipo de Massa y a colaborar en lo que fuera necesario. El único matiz que se permitían tanto Kicillof como su mano derecha y jefe de Asesores, Carlos “Carli” Bianco, consistía en deslizar que además de la estabilización era necesario el aumento del ingreso real de los trabajadores.
El armado del gobernador
Otro factor es que Kicillof, a su modo, sí hizo política. Es verdad que no jugó a fondo en la disputa por cargos legislativos, pero desde octubre de 2022 fue armando una base de sustentación propia para su candidatura. Primero incluyó jefes de distrito como los del tridente, y también Juan José Mussi de Berazategui o Gustavo Barrera de Villa Gessel, para tomar partidos distantes, luego dirigentes sindicales y por último dirigentes sociales.
Entre el gremialismo su primer apoyo fue la Central de Trabajadores Argentinos, con Hugo Yasky y Roberto Baradel a la cabeza, y luego llegaron los gremios industriales como la UOM y el SMATA. Tanto se acercaron los sindicalistas a Kicillof que Juntos por el Cambio convirtió al dirigente de Suteba en El Viejo de la Bolsa, como si hubiera un paro docente cada dos días y como si el zarandeado "adoctrinamiento" fuera una realidad. En rigor hubo un solo caso famoso de una docente que bajó línea y gritó. Ocurrió en agosto de 2021 en la Técnica 2 de Ciudad Evita, la filmaron y nadie denunció en adelante nada igual, pero así funciona la construcción de estereotipos. Contra esos esquemas es la campaña de UxP que dará un paso más en Ensenada. Porque para el 22 de octubre falta menos de un mes. Para eso sí que no hay tiempo.