El sargento ayudante de policía, Diego Ortega (44), deberá cursar una pena de prisión perpetua por el femicidio de su ex esposa Cinthia Aranda sucedido en febrero del año pasado.

Ortega llegó a debate imputado por los delitos de homicidio doblemente calificado por mediar una relación de pareja y femicidio, y por intento de homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por el vínculo, en perjuicio de su hija adoptiva a quien también le disparó pero no logró matarla.

Al confesar el hecho evitó el juicio por jurados. El debate estaba previsto que inicie la semana pasada pero en la audiencia preliminar, Ortega reconoció su autoría y acordó ser juzgado de forma abreviada.

El juez director Marcelo Soria homologó el acuerdo y luego de escuchar a los fiscales Augusto Barros y Martín Camps y al defensor Daniel Castillo, dictó la sentencia.

Por su parte, Ana Monllau, abogada querellante señaló a la prensa que además de la condena contra Ortega, se impulsó el trámite para determinar la responsabilidad para el Estado por permitir portar un arma "a una persona que no estaba en condiciones psíquicas para ello. Esto fue una tragedia, se arruinó toda una familia y se podía haber evitado", dijo.

El hecho

En 4 de febrero de 2022, un llamado telefónico al 911 alertó a las fuerzas de seguridad de que en una casa de la localidad de Saujil se estaría por cometer un hecho de sangre. Ortega, quien estaba separado de hecho de Aranda, llegó al lugar con su pistola reglamentaria y sin mediar palabras disparó a la cabeza de ella y luego le dio un tiro en el estómago a su hija adoptiva.

Cuando la policía llegó ya no pudo hacer nada más que detener a su colega y llevárselo detenido. Mientras Aranda peleaba por su vida en una sala de terapia intensiva del Hospital, los vecinos indignados denunciaron que Ortega estaba tomando mates en el patio de la comisaría junto a sus compañeros de trabajo en vez de estar en una celda. Por esta razón se abrió una causa contra los numerarios de la policía que permitieron la arbitrariedad y quebrantaron las reglas.

Aranda, falleció una semana después como consecuencia del disparo, por lo que Ortega fue imputado y enviado al penal de la localidad de Miraflores.