La forma en que las policías militares y los cuerpos de bomberos del país están actualmente regulados aún es una herencia del período de la dictadura que Brasil vivió entre 1964 y 1985. Organizaciones de la sociedad civil señalan que una reforma en las directrices de las instituciones de seguridad pública es más que esencial, pero existen una serie de fallas en el proyecto de la nueva Ley Orgánica de las Policías Militares, actualmente en trámite en el Congreso Nacional.
La primera versión del Proyecto de Ley (PL) que busca cambiar las normas y reglas dentro de las fuerzas de seguridad estatales data de 2002 y ha recibido actualizaciones especialmente durante el gobierno del ex presidente Jair Bolsonaro, principalmente por parte de parlamentarios de la llamada "Bancada de la Bala", donde gran parte de los congresistas son ex policías. Una de las principales quejas de grupos de derechos humanos relacionados con la seguridad pública es la falta de diálogo sobre lo que se decidirá para el futuro de las policías.
"Este proyecto forma parte de una agenda legislativa militarista, que está teniendo lugar en el Congreso Nacional, a pesar de lo que está sucediendo en el Poder Ejecutivo. El gobierno tiene una política que va en una dirección y el Parlamento está yendo en sentido contrario", evalúa el sociólogo Paulo César Ramos, autor del libro "Contrariando a Estatística: Juventude Negra, Genocídio e Políticas Públicas" (Contrariando las Estadísticas: Juventud Negra, Genocidio y Políticas Públicas).
El sociólogo recuerda que incluso durante un gobierno progresista, las agendas conservadoras en materia de seguridad pública se tramitan dentro del Congreso y el poder judicial. Como ejemplo, Ramos cita la Ley de Drogas y la transformación de los guardias municipales en policías. "Esto es un reflejo de la relación que históricamente la sociedad brasileña ha mantenido con la seguridad pública y de la relación que los policías tienen con la política", enfatiza.
¿Qué cambia?
El Proyecto de Ley (PL) 3045/2022 incluye cuestiones que, según la opinión de organizaciones de la sociedad civil, necesitan un mayor debate antes de su aprobación en el Senado. Entre ellas se encuentra la actuación de las policías militares en asuntos que actualmente son exclusivos de los órganos de defensa ambiental. Según el texto de la propuesta, policías y bomberos pasarían a formar parte del Sistema Nacional del Medio Ambiente (SISNAMA).
"Tal como está redactado el PL, las policías serían actores con poder para definir y vetar políticas ambientales, lo que claramente excede sus competencias", destacan el profesor de sociología Arthur Trindade Costa y el investigador David Marques, en un artículo publicado en agosto en la Fuente Segura, el boletín informativo del Foro Brasileño de Seguridad Pública (FBSP).
También se considera crítica la falta de cambios en el contenido de la formación de los nuevos agentes de policía, así como la continuidad de la jerarquía dentro de las tropas. El texto propone que sea obligatoria la licenciatura en Derecho para incorporarse como oficial a la Policía Militar y los Bomberos. Sin embargo, otros campos de actuación también podrían estar sujetos a esta obligatoriedad, ya que forman parte de las actividades cotidianas de un agente de seguridad.
"La formación jurídica puede ciertamente contribuir al desempeño de algunas actividades, al igual que la formación en Gestión Pública, Tecnología de la información y Psicología. Sin embargo, este tipo de formación no es necesaria para los agentes de la policía militar", sostienen Arthur Trindade y David Marques.
El proyecto también quiere que el 20% de la fuerza policial esté compuesta por mujeres. Según los analistas, esto podría funcionar como un tope, en vez de ser un número mínimo para el ingreso de mujeres dentro de los batallones. Otro punto que está en el texto y que podría precarizar el trabajo policial, especialmente para personas de bajo rango como soldados, cabos y sargentos, es la propuesta de contratar a policías temporales que desempeñarían sus funciones por un período de contrato específico.
La falta de mecanismos de control externo y civil de la actividad policial, junto con la falta de revisión de las acciones operativas, es también uno de los puntos negativos destacados por los críticos del Proyecto de Ley.
"Las disposiciones del PL, en general, conducen a una internalización de las fuerzas militares estatales y a su desvinculación de la lógica relacional de la Seguridad Pública, como fuerzas constitucionales integradas, a pesar de que existen menciones genéricas y específicas en este sentido. Es claro que el eje central de las demandas, relativas a posibles divergencias que existen hoy, respecto de aparentes conflictos de atribuciones entre instituciones policiales, en lugar de reducirse, son ampliadas por el PL. El Proyecto de Ley trae una redacción con conceptos jurídicos abiertos y no conceptualizados, dando lugar a una amplia discrecionalidad en la actuación de la policía militar", describe el Defensor de la Policía del Estado de São Paulo, Cláudio Silva, en un informe que evalúa el texto en trámite en el Senado.
Presión para más debates
El martes 12 de septiembre, fue entregada en Brasilia una carta firmada por movimientos sociales solicitando al relator del Proyecto de Ley en el Senado, Fabiano Contarato (PT-ES), que se realicen discusiones con la sociedad civil y las entidades gremiales sobre el proyecto antes de que se someta a votación en el pleno.
Un extracto del documento evalúa que la aprobación podría representar un retroceso "mayor que el Paquete Anticrimen, propuesto por Sérgio Moro". Según las entidades, la propuesta aumenta las facultades de las policías militares y pone en riesgo la independencia de las defensorías del pueblo, además de restar autoridad a los gobernadores sobre las corporaciones.
"La tramitación de este PL debe tener un freno para que la sociedad pueda discutirlo mejor. Es un debate muy importante y delicado que aún no se ha realizado. Lo que se hizo se hizo de manera apresurada y solo dentro del Parlamento. Este intento de aprobación este texto de Ley Orgánica de las Policías empeora lo que ya tenemos hoy en materia de seguridad pública en el país", comenta el profesor de historia Douglas Belchior, cofundador de Uneafro.
A pesar de que el relator del PL es un senador que responde al gobierno, Paulo César Ramos evalúa que el papel del campo progresista en este debate es "muy pasivo" y es funcional a los intereses de las bancadas más conservadoras que buscan la aprobación de la ley lo antes posible.
"Las cuestiones más importantes para la población brasileña, como la lucha contra la violencia y el crimen, no están cubiertas por esta ley. Lamentablemente, el senador Fabiano Contarato no está dispuesto a mantener este debate dentro del gobierno ni con la sociedad civil", lamenta el sociólogo.
Alma Preta intentó contactar al senador Fabiano Contarato para hablar sobre el trámite del PL de la Ley Orgánica de las Policías en el Senado. Hasta la publicación de este texto, no se ha recibido respuesta. En caso de que el parlamentario se pronuncie, se actualizará la noticia.
Publicado originalmente en: almapreta.com.br