En medio de la discusión parlamentaria por la reducción de la jornada laboral en Argentina, desde el Ministerio de Trabajo de la Nación señalaron que, si bien apoyan el debate, no tienen en esa cartera ningún proyecto de ley de preferencia, en relación a las siete iniciativas (cinco del oficialismo y dos de la izquierda y el socialismo) que se debaten actualmente en la Cámara de Diputados.
"Estamos apoyando el debate y que nuestro gobierno y nuestros diputados y diputadas tengan la iniciativa", sostuvo este miércoles el jefe de Gabinete de la cartera laboral, Roberto Sukerman, en diálogo con AM750.
Además, el funcionario habló sobre las recientes declaraciones del vicepresidente del Departamento de Política Social de la Unión Industrial Argentina (UIA), Julio Cordero, quien este martes, durante la reunión en comisión de Legislación del Trabajo en Diputados, se manifestó decididamente en contra de la iniciativa. "¿Para qué trabajar menos? ¿Está mal trabajar? ¿Estamos en contra del trabajo?", se preguntó Cordero durante su intervención.
Al respecto, Sukerman sostuvo que la de Cordero no es una postura representativa del sector industrial y que hay muchos casos de "empresas modernas" que "son flexibles en el buen sentido, con horas, días, un ambiente de trabajo más amigable y mayor horizontalidad".
También señaló que, desde 1935, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomienda la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales y que, en ese sentido, la legislación argentina está atrasada.
"Nuestra legislación es del preperonismo, o sea que estamos hablando de una regulación de fines de la década del '20 y principios del '30, con algunas reglamentaciones. Está claro que la OIT también aboga en ese sentido", agregó el jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo, antes de recordar casos exitosos en otros países, como Chile.
Sumado a esto, Sukerman planteó que la reducción de la jornada laboral implicaría una mejora en la productividad y una caída en la siniestralidad laboral (lo que disminuiría las cargas patronales a ART, por ejemplo) y que la implementación de la medida debe hacerse de forma "paulatina", no forzada.
"No es lo mismo implementarlo en grandes empresas, pequeñas empresas y micro PyMEs. También tenemos que contemplar esas situaciones. Por ejemplo, en España el Estado está compensando a quienes tengan mayor dificultad para implementar estos cambios", agregó en Aquí, allá y en todas partes.
En esa línea, también señaló que los trabajadores se favorecerían de una "recomposición salarial indirecta" porque las iniciativas apuntan a que la reducción horaria no implique una reducción del sueldo.
"Estamos ganando en salud y en calidad de vida. Si vas a poder trabajar menos, vas a tener mejores condiciones laborales, vas a tener menos estrés, vas a tener una vida más saludable, vas a tener más tiempo para el ocio", insistió Sukerman.
Por último, hizo hincapié en la cuestión de las tareas de cuidado, y destacó que, debido a la disponibilidad de tiempo, una reducción de la jornada laboral impactaría favorablemente en su distribución.