6 – CASSANDRO
(México/Estados Unidos, 2023)
Dirección: Roger Ross Williams
Guion: David Teague y Roger Ross Williams
Duración: 107 minutos
Intérpretes: Gael García Bernal, Roberta Colindrez, Joaquín Cosío, Raúl Castillo, Jorge Ernesto Guzmán Rodríguez y Bad Bunny
Estreno en Amazon Prime Video

Es muy probable que el nombre de Saúl Armendáriz no resulte familiar en estas zonas de Latinoamérica, pero es una de las figuras más importantes de la lucha libre mexicana. Su trascendencia se debe tanto a sus múltiples campeonatos como al haber roto los límites de tolerancia y aceptación en un ambiente profundamente machista: Armendáriz es gay y, transformado en su alter ego deportivo Cassandro, sube al ring con un tapado y al ritmo de "I Will Survive", pelea con ropa animal print pegada al cuerpo, maquillado como si fuera a un casamiento y con una cabellera cuidada con el empeño de quien ha hecho suya la máxima de Mirtha Legrand según la cual como te ven, te tratan. Una diva hecha de músculos y carisma. Una voz a favor de las minorías, un “exótico” ganador. Una vida con mucho de película que, como tal, el cine no podía dejar pasar. Y no lo hizo.

En 2018 circuló por varios festivales, el de Mar del Plata incluido, el documental Cassandro, the Exotico!, en el que la francesa Marie Losier exploraba las aristas emocionales, deportivas y físicas de Cassandro mediante el registro directo de diversas situaciones diarias y charlas personales y vía Skype. Ahora llega el turno de una biopic que desembarcó en la plataforma Amazon Prime Video luego de sus pasos por los festivales de Sundance y Telluride. Dirigida por Roger Ross Williams, quien conoció al luchador mientras filmaba un mediometraje documental sobre él para el New York Times, Cassandro apela a la estructura habitual de este tipo de relatos, recorriendo las principales postas de la vida personal y profesional de este hombre que entronizó a los “exóticos”, es decir, a los "raritos", los "desviados", los objetos de burla y los que siempre terminaban en la lona mientras su rival –un machote de aquellos– festejaba.

“¿Sabes quién se pintaba muy bien las cejas? Verónica Castro”, le dice Saúl (Gael García Bernal) a su madre al comienzo de un film que transcurre en El Paso, donde el muchacho se gana la vida peleando en tugurios de mala muerte con el apodo de “El Topo”. 

Harto de perder una y otra vez con Gigántico, un ropero que lo revolea como a una bolsa de basura, Saúl busca a Lady Anarquía, una luchadora que lo adopta como discípulo para catapultarlo hasta la fama. De ser un Don Nadie al estrellato: la película de Ross Williams pendula entre la biografía, la fábula deportiva y hasta se anima a coquetear con el melodrama, una decisión lógica para un film sobre un hombre que ha crecido entre mujeres y viendo telenovelas. Así se explica una estética que, a la par de su protagonista, va despojándose de sus flejes más sobrios para volcarse a lo kitsch y estilizado, lo que hace que la película adopte su punto de vista no sólo en términos narrativos, sino también estéticos.

La vida de Saúl cambia cuando suba al ring con medias de lycra, shortcito de jean, los ojos delineados y los labios pintados. Todo, además, acompañado por movimientos amanerados que serán las delicias de una platea que poco a poco empieza a identificarse con ese desatascado que quiere dejar de serlo. Lo más interesante del film radica en la relación con su madre y en cómo la progresiva conversión tensiona los límites entre Saúl y Cassandro, entre el personaje y la persona, además de en la emotividad propia de todo asenso deportivo. Sin embargo, al tratarse de una biopic con aires de oficial (Armendáriz es productor), Ross Williams no puede (o no quiere) eludir los lugares más comunes y superficiales, como los flashbacks que explican la distancia con un padre que no le perdona su inclinación sexual o la subtrama con un amante que le pide que no salga por la puerta del frente de su casa porque tiene una familia y no quiere que los vecinos lo vean. Y pocos anhelos más grandes para Saúl/Cassandro que el de ser visto.