Es difícil imaginar un ambiente más supersticioso que el del fútbol. Tal vez por eso, cuando habla del presente deportivo de Chacarita Juniors, el club que preside, Néstor “el Tano” Di Pierro elige las palabras con máxima cautela. “Peleamos arriba por primera vez en muchos años”, dice finalmente, pero prefiere esquivar ese tema y desarrollar otros, como las inversiones y mejoras en infraestructura o la recomposición del lazo entre el club y la comunidad.
“Ese” tema es la demanda de los socios y el desvelo de los hinchas: que Chaca vuelva a ser de primera. Las pasiones futboleras, en el conurbano norte, están dominadas por dos clubes, Chacarita y Tigre. Entonces, no se trata sólo de la larga estadía de Chaca en el ascenso, sino de que esta es contemporánea de un Tigre consolidado en primera, dato no menor.
Chacarita es también una parte importante del brevísimo currículum del candidato presidencial de La Liberad Avanza, Javier Milei. El postulante libertario suele contar que fue arquero en inferiores del club, pero esto es tan importante como lo que omite: que su presencia en el equipo no se debía exclusivamente a sus méritos deportivos. Era, más bien, la contraprestación por los cuantiosos aportes que hacía su padre empresario a las finanzas de la institución.
Más cerca en el tiempo, Milei quiso alquilar el estadio para un acto de su fuerza política. Llegó a ofrecer bastante más de lo que se suele pagar en estos casos, como si la locación tuviera para él algún valor especial. Tampoco esta vez tuvo suerte: todas sus ofertas fueron rechazadas.
Di Pierro es oriundo de San Martín pero vivió muchos años en Chubut, donde su militancia peronista lo llevó a ser diputado provincial y más tarde intendente de Comodoro Rivadavia y a ocupar cargos relevantes en empresas públicas como YPF y el Correo Argentino. Es que presidir Chacarita, un club muchas veces, calificado como ingobernable y asociado a hechos de violencia, no es un desafío menor.
Por eso en 2021, en plena pandemia, cuando la situación sanitaria avalaba la prolongación de los mandatos vigentes, generando en varios clubes e instituciones zonas grises y conflictos, Di Pierro logró un acuerdo amplio para reunir a toda la oposición en torno a su candidatura y ganar las elecciones con una lista de coalición. De la alianza entre "Todos por Chaca" y "Juntos por Chaca" salió la fórmula Néstor Di Pierro- Daniel Tujnaider, hoy presidente y vice respectivamente. “La oposición dividida le hace el juego al oficialismo”, solía repetir en esa época.
A partir de entonces, echando mano de sus recursos y habilidades desarrolladas en una vida dedicada a la política, supo consolidar una pax que incluye hasta a los sectores que todavía responden a Luis Barionuevo.
Hoy, sobre el final del segundo de sus cuatro años de mandato, reflexiona sobre lo que logró y lo que queda pendiente, sobre la relación del club con la política local y lo que distingue a una asociación civil de una sociedad anónima, el involucramiento de los socios, y todo lo que peligra si se abriera esa puerta.
--¿Qué cambió en estos dos años en el club?
--Mucho, muchísimo. Cuando asumimos, el club debía cinco meses de sueldos al plantel profesional y cinco meses a los empleados (N de la R: tiene alrededor de 90). En este tiempo ya pagamos 25 juicios que se arrastraban de gestiones anteriores. El club no llegaba a los tres mil socios y hoy cuadruplicamos esa cifra, tenemos doce mil. Antes Chaca salía en la sección policiales, ahora es noticia por lo social y lo deportivo. En estos dos años no hubo un solo hecho de violencia. La familia volvió a la cancha. Hasta el intendente Fernando Moreira viene con sus hijos. Chacarita volvió a ser sinónimo de San Martín y San Martín volvió a ser sinónimo de Chacarita.
--¿Hay relación con el municipio?
--Por supuesto, porque hoy Chaca es un actor importante de la comunidad a nivel social. Para eso pusimos en valor el polideportivo, que tenía una infraestructura obsoleta y hoy recibe a mil pibes por día, que vienen a recibir el desayuno, porque muchos son de barrios donde la cosa no está fácil, y practican deportes. No sólo fútbol: hay futsal, fútbol femenino, boxeo, handball. El club les brinda la ropa y los elementos necesarios, algo que suena obvio pero antes no ocurría. Ponemos un stand del club en la expo pyme local, las empresas se acercan, ofrecen colaboración. El socio y la sociedad en general ven que hay un proceso de construcción, que es positivo y se acercan porque recuperan la confianza en el club.
--¿Por eso la ampliación del estadio?
--La ampliación era un viejo anhelo, que recién ahora se hace posible. Vamos a hacer una nueva platea, de cien metros de extensión a lo largo de todo un costado, con doble bandeja, similar a la que ya tenemos, con 48 palcos. Cuando culminen las obras, la capacidad total del estadio va a estar alrededor de las 38 mil personas.
--¿Con qué recursos?
--Con preventas a los socios y un aporte de la empresa constructora. La obra tiene un valor aproximado de un millón de dólares y un plazo de dieciocho meses, pero el club no pone un centavo. Es un espiral virtuoso. El cambio de estatuto tiene que ver con lo mismo, con un club más grande, más abierto a la participación de los socios.
--¿Qué cambios contempla?
--El estatuto actual exige un mínimo de veintitrés años de edad para votar. ¿Podés votar presidente de la nación a los dieciséis y no podés votar en Chacarita? El viernes hay una asamblea extraordinaria para encarar ese tema, que ya tiene el acuerdo previo de todas las fuerzas. Más espacio para las peñas, para los vitalicios, para las mujeres, sanciones para los directivos cuando corresponda. Ese es el espíritu, fortalecer la participación, que es lo que distingue a las asociaciones civiles.
--¿Cómo te imaginás el fútbol y el deporte en general en un posible mandato de Milei?
--Uno lo escucha decir que va a privatizar todo, la salud, la educación, hasta el aire y, aunque no lo haya dicho claramente, se imagina que haría lo mismo con los clubes, porque no lo escuché defender los clubes. Ya vimos qué pasa cuando las sociedades anónimas manejaron los clubes: hicieron negocios, se llevaron los jugadores y no dejaron nada, porque no tienen ningún sentido de pertenencia. El 99,9 por ciento de los que amamos el fútbol estamos en contra de eso. Es muy distinto con Massa, por ejemplo, con quien hemos firmado convenios para mejorar nuestra infraestructura, luego de presentar proyectos, y otro tanto con el ministerio de Turismo y Deportes.
--¿Cómo querés dejar el club al final de tu mandato?
--En el lugar que merece, que le corresponde.