Un equipo de profesionales, encabezados por un geólogo, realizó tareas de su especialidad evaluando la zona de movimiento de masa y sus consecuencias en la quebrada de Aconquija, en la localidad de El Lindero. El informe preliminar, según el municipio y Defensa Civil, es que “las grietas se deben a un proceso de erosión acelerado por las precipitaciones y el cambio climático, que ha debilitado la estructura del suelo y provocado deslizamientos”.
Un equipo de expertos encabezado por el geólogo Angelo Mazzuco realizó una evaluación en la quebrada donde se originaron las grietas extrañas y que fueron denunciadas esta semana por vecinos de la zona. El relevamiento se hizo a pedido de la Municipalidad de Aconquija, que solicitó un informe técnico sobre la situación y las posibles soluciones.
Los bomberos voluntarios de Aconquija también participaron de la visita junto al geólogo, brindando apoyo logístico y seguridad.
El geólogo explicó en tanto que “las grietas se deben a un proceso de erosión acelerado por las precipitaciones y el cambio climático, que ha debilitado la estructura del suelo y provocado deslizamientos”. Afirmó además que es necesario realizar obras de contención y drenaje para estabilizar el terreno y evitar mayores daños.
El informe que emitirá el geólogo a Defensa Civil servirá como base para que la municipalidad de Aconquija planifique y ejecute los trabajos que se tengan que realizar en el lugar. Por su parte, el intendente Cristian Gutiérrez dijo que “está en contacto con el gobierno provincial para gestionar los recursos necesarios para afrontar los trabajos que se tengan que realizar en la zona”.
Aparecieron grietas en la tierra que aún no logran interpretar
Entre los afectados por las grietas se encuentra la familia de Jesús Maza, cuyo hogar está ubicado a pocos metros de donde se produjeron algunos desprendimientos y debió ser evacuado.
En diálogo con Catamarca12, Maza explicó: “ hoy -por ayer- se vieron las posibilidades de que en la parte conocida como El Bajo se debería hacer urgente un canal de drenaje, o sea sacarle una curva al arroyo para que se vaya directo desde donde llegó el corrimiento de tierra hasta el río. Hay que hacerle un canal directo”, resaltó y agregó: “El agua se está empozando arriba y en la época de lluvia el agua baja y eso es peligroso. La otra parte donde están las grietas está más complicado saber cómo van a trabajar porque no se sabe aún si pueden tocarlas sin que se vengan abajo”, contó.
En tanto, aseguró que cada día que pasa las grietas se siguen ampliando “en separación y en extensión y en desnivel. Se están asentando a unos 30 centímetros, o sea que en cualquier rato se vienen abajo”, concluyó.