“Soy un tipo informal, que veces me agarro atracones de responsabilidad. Así soy nomás. Y cometo un grave error, porque los quiero a mis defectos. No me gusta ser humilde, soy profundamente vanidoso y soy gritón. Soy un profundo ambicioso en organizar todos los ruidos. Yo quisiera organizar todos los ruidos de la existencia y del mundo, ser el director de la orquesta de todos los ruidos programarlos. Eso es lo que me interesa”, las declaraciones son del Cuchi Leguizamón, emblema de salteñidad, hacedor de obras fundamentales de la historia musical argentina.
En una extensa entrevista, a cargo de Marta Bruno para la revista Folklore, publicada en diciembre de 1970, “don Gustavo” dijo también: “pensaba que escribía cuando tenía el piano desafinado, pero no es así sino que a veces uno tiene necesidad de expresarse en un lenguaje no tan abstracto como el de la música”.
Así, entre melodías y palabras, él llegó al mundo un 29 de septiembre de 1917 y lo abandonó dos días antes de cumplir 82 años, un 27 de setiembre del año 2000. Entonces, en el mes de la primavera, que signó el inicio y el punto final de su existencia en la tierra, es lógico evocarlo, celebrarlo, cantarlo.
Por eso, esta noche a las 21, la Casa de la Cultura (ubicada en Caseros al 400) será escenario de una serenata en su honor, con una entrada popular de $1200. En pocas horas, todes los presentes brindarán por su cumpleaños 106.
En este marco, algunos de los artistas invitados a la fiesta se expresaron ante este diario. En primer lugar, el bandeonista Lautaro D'Amico, recién llegado de su gira por Europa, comentó: “En particular, para mí es un placer poder volver a compartir música en la ciudad de Salta con grandes artistas en el 106° cumpleaños del maestro Cuchi Leguizamón, recordarlo en sus obras y en lo simple de la vida, para seguir aprendiendo día a día de su infinita música”.
En la misma tónica Leo Goldstein agregó: “es un placer enorme participar de esta serenata, invitado por sus hijos Juan Martín y Luis. Acompañaré a las amigas y grandes voces de Gabi del Cid y Nadia Szachniuk y tal vez toque algo solo en el piano. El Cuchi sigue sorprendiendo con la genialidad de su obra. Para mi ser pianista y vivir en Salta, poder celebrar su música y su figura entre amigos, es una gran alegría”.
Seguidamente, Arturo “Pachula” Botelli agradeció el convite de la Fundación que sostiene la herencia del Cuchi e indicó que, como en años anteriores, participará “gustoso” trazando algunos de los paisajes más logrados del compositor: “interpretaré dos obras que son la Zamba del mar y la Canción de cuna para el vino, obras originales para piano, y que además las letras, los poemas son del Cuchi. Son obras que poco se tocan y traen un bagaje enorme de ese autor. En algún momento, frecuentándolo en vida, ya permanentemente nos visitábamos, en esos encuentros, además de mostrarle ‘en qué andabamos’ musicalmente, le tocaba esas nuevas piezas aprendidas, recibiendo de él y sabrosas indicaciones. Además del cariño como maestro y amigo de mi familia, recuerdo escucharlo relatar cómo había llegado a esas composiciones. Eran increíbles momentos. En su memoria es que particpo con sumo placer de estas tocattas en honor a él”.
Voces de mujeres
La grilla celebratoria se potenciará en las gargantas de tres cantoras ineludibles: Melania Pérez, Gabi del Cid y Nadia Szachniuk. Esta última demostró su doble alegría y detalló: “Participo en este festejo como intérprete de una obra que amo, la del Cuchi, pero también lo hago como integrante de la Fundación Legado Cultural Cuchi Leguizamón, apoyando este evento tan necesario para seguir difundiendo su obra junto a la de los enormes poetas que crearon con él”.
De igual modo, Del Cid relató emocionada: “El Cuchi me hizo tres regalos, como si él solito fuera los Reyes Magos. El conocer Salta a través de su música sin haberla visitado nunca. El poder de tener vuelo en la música folclórica, que para mí antes de conocerlo era muy tradicional. La dicha de sentirme 'en casa' desde que pisé Salta y elegí vivir aquí”.
La cantante y violista, integrante de la Orquesta Sinfónica de Salta, expuso: “Le debo al Cuchi la mitad de la construcción de quien hoy soy. Gracias don Gustavo Cuchi Leguizamón por invitarme a una vida bella y de resonancias maravillosas. Gracias a la Fundación Legado Cuchi Leguizamón por invitarme a ser parte de la celebración del natalicio del Cuchi y su historia. Me siento honrada”.
La palabra de los hijos
Leguizamón fue, es y será parte esencial de Salta, el punto del mapa en que nació, aquel que delineó como ninguno La Pomeña, Juan Riera, Balderrama. En ese camino, es sabido, no estuvo solo: se casó con Ema Palermo y junto a ella tuvieron a Juan Martín, José María, Delfín Galo y Luis Gonzalo. Son ellos cuatro quienes, en colaboración con otras personas, cuidan el legado, el patrimonio de su padre y lo entregan generosamente al pueblo.
Sobre este homenaje, Luis, que es músico, rememoró: “lo venimos realizando 26 años siempre celebrando su cumpleaños y este año por primera vez lo realizamos desde la Fundación Legado Cultural Cuchi Leguizamón, mi participación se da de manera doble, al producir y cantar”.
Luis añadió que, desde la Fundación, se propusieron “rescatar el legado cultural del Cuchi, poner en valor su obra y realizar proyectos. Como por ejemplo, la edición de un disco solo tocado por el mismo Cuchi; también, un libro de poesía recopilado a través de los años y en manuscritos propios del Cuchi, entre otros. Esta Fundación tiene un fin cultural y rescate de la obra no sólo del Cuchi, sino de lo que entendemos el siglo de oro de la poesía y música en Salta”.
Paralelamente, Juan Leguizamón, opinó: “El Cuchi Leguizamón partió dos días antes de cumplir 83 años, tal vez para aliviarnos el dolor de su partida con el festejo de su cumpleaños. Desde entonces festejamos el 29. Es que nos gusta recordarlo nacido y vivo. El Cuchi siempre celebró la vida, la alegría compartida y el amor por su tierra y su gente, eso haremos en una horas, hoy en la Casa de la Cultura de Salta con la presencia de grandes músicos que interpretarán su obra”.
Sin dudas, la sala Juan Carlos Dávalos será un sitio digno del hechizo que este artista inmenso todavía genera con cada una de sus canciones y se multiplicará también entre los dones de Fabricio Dioli, Jorge Salim, Diego D'Amico y Rodrigo Cocha, que completarán la programación.
Probablemente suenen Bajo el Azote del Sol, Zamba del Laurel, Si llega a ser tucumana, Zamba para la viuda, Chacarera del expediente o Me voy quedando, temas compuestos junto a inolvidables poetas como Manuel Castilla, Armando Tejada Gómez, Antonio Nella Castro o Miguel Ángel Pérez, entre otros.
Tal vez, desde alguna estrella, alce una copa con vino tinto y repita las palabras con las que cerró el largo diálogo con la revista folklore: “La magia es un milagro este del cielo influenciado por las puras fuerzas de la vida. Eso que altera todo, que es capaz de destruir los pilares más profundos de la ciencia, de la inteligencia, de lo que está en frasco. La magia es el embrujo profundo de la vida”.