La cooperativa Creando Conciencia de Benavídez, integrada por ex cartoneros y ubicada en el municipio bonaerense de Tigre, presentó el proyecto de los Polos de Valorización de Residuos Sólidos Urbanos -POVARSU-, que fue premiado y reconocido por la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Nación, la cual se comprometió a desarrollar la iniciativa en distintos puntos del país. Ramiro Martínez, presidente de la cooperativa tigrense, explica a BuenosAires/12 que la iniciativa "propone la figura de Empresa Cooperativa de Actores Múltiples, un modelo en desarrollo que establece el aporte de cada institución y actor asociado que conforma la cadena de valor, algo que ocurre en otros países, pero no en Argentina".

A fines de 2022, la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Nación, comandada por Mercedes Marcó del Pont, y el Consejo Económico y Social -CES-, anunciaron la convocatoria para "Producir Trabajo", una programa basado en la selección de ideas para políticas públicas que promuevan la creación de empleo genuino. Entre los 42 proyectos presentados por diversas entidades académicas y cooperativas, el jurado eligió la propuesta de la Cooperativa Creando Conciencia de Tigre, que ideó la creación de Polos de Valorización de Residuos resaltando su formato innovador, que propone la reinserción productiva de materiales que hasta el momento no son reutilizados, mediante una cooperativa de múltiples partes interesadas, desde cooperativas de diversa índoles, asociaciones civiles y el Estado Municipal.

Tras ser seleccionado, el proyecto de Creando Conciencia recibió un reconocimiento de casi 2 millones de pesos, dado que "se aplicaron todas las instancias de desarrollo contenidas en la propuesta y se diseñaron las herramientas para su aplicación", según detallaron desde el Gobierno nacional. El monto fue destinado al pago de honorarios de los profesionales que trabajaron en el diseño del proyecto, que abarca desde abogados, contadores y sociólogos, entre otros. Además, Marcó del Pont le comunicó a la cooperativa tigrense que organizará reuniones con diferentes estamentos del Estado, tanto Ejecutivo como Legislativo, para trabajar en la aplicación y las necesidades del proyecto.

Creando Conciencia es una cooperativa de recicladores con más de 20 años de experiencia. Además de reinsertar materiales en la industria, los cooperativistas comenzaron a valorizar e industrializar determinados componentes que no se reinsertaban en el mercado argentino, como por ejemplo, el polietileno expandido, que en el lenguaje cotidiano se conoce como tergopol. "Si googleás aparece que el 99 por ciento de los residuos se pueden reinsertar o reciclar, pero hay industrias que en la Argentina no existen, como el trabajo con el papel de snacks, laminados, polietileno expandido y demás, que son materiales que no tienen reinserción industrial", dice Martínez que también destaca que el sector de las organizaciones dedicadas a la gestión social del reciclado apuntan mayoritariamente al papel, el  cartón y los plásticos.

A la hora de seleccionar el proyecto, la Secretaria de Asuntos Estratégicos exigía, además de la idea, una proyección del desarrollo y la aplicación de la política pública presentada. Creando Conciencia contó con la ventaja de que su propuesta fue expuesta con el marco teórico pero también con el práctico, ya que la idea ya era llevada a cabo  en la planta recicladora del municipio bonaerense de Laprida, motivo que terminó de convencer al jurado. En ese sentido, el presidente de la cooperativa detalla el trabajo junto a un equipo interdisciplinario, donde la experiencia de la cooperativa y el trabajo mancomunado con la municipalidad de Laprida, que sirvió para desarrollar,  junto a INAES, un estatuto donde el Estado forma parte de esta sociedad cooperativa. A través de la reinserción de materiales que habitualmente no son utilizados, los Polos de Valorización de Residuos Sólidos proponen "bajar los índices de disposición, generar nuevos puestos de trabajo, fomentar la inclusión social e involucrar a los Estados municipales dentro de la responsabilidad de la producción cooperativa genuina". La cantidad de puestos de trabajo varía según el tamaño de la población, que incide en la cantidad de residuos. En Laprida, donde habitan 12 mil personas, se generaron ocho nuevos puestos de trabajo gracias a la llegada de una máquina inyectora, que pudo utilizarse gracias a un proceso de capacitación previamente impulsado por la cooperativa.

Según detalla Martínez, el proyecto está dividido en tres etapas. La primera propone la separación y segregación de los residuos en origen, porque "es la única forma de generar aumento en los índices de recolección, que permiten la organización de materiales y que estos no se degraden al contaminarse con aceites, grasas y demás". La segunda etapa está basada en la alianza y la responsabilidad judicial y legal de cada Estado municipal. En ese aspecto, el presidente de Creando Conciencia señala que "los municipios son responsables de las gestiones legales de sus residuos, tanto en Buenos Aires como en cualquier parte del país", motivo que deviene en la tercera etapa, que planifica la cooperativa de múltiples actores en el polo de Valorización.  "Proponemos que el Estado municipal sea socio porque necesita de sus vertederos locales. No hay forma de que el Estado no se involucre, es una necesidad legal, entonces lo involucramos a través de la herramienta de cooperativas de múltiples partes interesadas, algo que ocurre cuando los objetivos comunes del Estado se cruzan con los de una organización de la sociedad civil", subraya.

La implementación del proyecto fue enmarcada dentro de la Red de Municipios Cooperativos, y promovida por la Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados -CONARCOOP- y la Confederación Cooperativa de la República Argentina -Cooperar-. 

La Red de Municipios Cooperativos enmarca a más de ochenta municipios de todo el país, que intercambian comercialmente pero que también piensan políticas públicas y realizan acciones de diversa índole. Son actores de diferentes tamaño y población que intercambian a través de la unidad de criterios y el desarrollo local. "Todos los ingresos que generamos como cooperativa dentro de la localidad, se consumen allí, por eso nos involucramos en esta política pensando en el desarrollo local y la gestión social de los residuos", explica Martínez.

Creando Conciencia es una cooperativa de recuperadores urbanos que cuenta con 105 asociados y asociadas, que se dedican a recolectar, separar, clasificar y reciclar residuos con dos grandes objetivos: el cuidado ambiental y la reinserción laboral. Fue creada en 2006, como resultado de la preocupación de los vecinos por la disposición final de la basura y las condiciones precarias de trabajo de los cartoneros. Además de tener sus propios circuitos de recolección, los cooperativistas comenzaron a trabajar con materiales alternativos como la madera plástica y el telgopor. Luego de incorporar este último, produjeron kits escolares bajo el programa Telgopor + Útil, que contó con el sello propio.