La ciudad de Santiago del Estero luce revolucionada desde hace ya varios días, pero especialmente en estas últimas horas. Unas cien personas vienen trabajando en el gran complejo del Centro de Convenciones Forum, cercano al centro histórico de la ciudad, entre personal de la Cámara Nacional Electoral --entidad que, por ley, tiene a su cargo la organización--, de la gobernación e intendencia, de la Universidad de Santiago del Estero, de Forum y de Capit (la Cámara Argentina de Productoras Independientes de Televisión), que realizará la transmisión, el domingo desde las 21.
Pero, además, los candidatos y sus equipos técnicos irán llegando en las próximas horas, desde los más "tempraneros" (Myriam Bregman y el equipo del Frente de Izquierda y Karina y Javier Milei comparten un avión del sábado al mediodía), hasta el cordobés Juan Schiaretti, que llegará el mismo domingo. Hay una ocupación hotelera casi total en Santiago, y la Cámara de Turismo de la provincia anunció que ya llegó al 100 por ciento para los hoteles de 4 y 3 estrellas.
Una suerte de gran estudio de televisión se montó prácticamente de cero dentro de este edificio histórico que alguna vez fue la Estación de Ferrocarriles Mitre, en el que todavía se puede apreciar la antigua boletería de la estación y muebles de las épocas del tren. Anillos de seguridad, cámaras, sonido, iluminación, escenografía, móvil de exteriores, conexión satelital para la transmisión de la TV Pública y posibilidad de retransmisión de todos los canales, en todo eso se trabaja en este espacio desde hace semanas.
También en el armado de "bunkers", salones separados para cada candidato y candidata y sus equipos, hacia donde se dirigirán esta vez en los dos cortes, en lugar de quedarse recibiendo a los asesores en los atriles, con ese intercambio expuesto, como en el debate anterior.
Y otra diferencia con el debate de 2019, que fue en el paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe: la prensa ya no podrá estar siguiendo el debate en el mismo espacio, sino que se montará una sala de prensa aparte con pantallas, como ocurre, por ejemplo, en las cumbres. Tampoco se permitirá el ingreso de cámaras en la previa, ni siquiera para el saludo inicial: el argumento es evitar, de esta manera, la "lectura propia" que puede hacer cada medio con la imagen y la posibilidad de favorecer o desfavorecer a tal o cual candidato. Incluso durante el debate, la toma de cada candidato, con planos cortos y desde el mismo ángulo, y los momentos de las tomas generales, fueron acordados previamente, buscando "mismas reglas y misma posibilidad para todos", subrayan desde la Cámara Electoral.
Hoy habrá un ensayo general, al que puede asistir los candidatos o alguien del equipo, sin cruzarse, en diferentes tandas de horarios. Además de sonido, iluminación, cámaras y grúas, se ensayará la ubicación de los moderadores, que estarán de espaldas al escenario durante el debate.
La dupla de moderadores en la apertura y primer bloque estará integrada por Rodolfo Barili, de Telefe --que ya participó en los debates de 2015 y 2019-- y Evangelina Ramallo, de Canal 9 de Paraná. Para el segundo bloque y el cierre, moderarán Lucila Trujillo, de TV Pública, y Esteban Mirol de El Nueve. También está reglado y acordado el margen de participación de los moderadores, sumamente acotado: recibieron un guión con instrucciones para dar la palabra, marcar los tiempos, conceder réplicas y, lo más difícil, qué hacer si algún participante se sale de las reglas acordadas. En ese caso, las reglas también son claras: pasado el tiempo de exposición (un minuto para la presentación, dos para cada argumentación) o ante una intervención fuera de lugar, se cierra el micrófono.
El orden de exposiciones y preguntas cruzadas se determinó previamente por sorteo, también la ubicación en los atriles. En el toca-toca quedó Bregman en el extremo izquierdo y Milei en el derecho; luego Massa, Bullrich y Schiaretti, de izquierda a derecha, en los lugares centrales.
Botón y preguntas cruzadas, las novedades
En base a la experiencia del debate anterior --el primero establecido por la ley 27.337, de 2016-- se consensuaron dos cambios en la dinámica del debate. El primero, el del botón que cada candidato va a tener en su atril para avisar que quiere ejercer su derecho a réplica, mientras otro está en sus dos minutos de uso de la palabra.
Con una salvedad importante: cada candidato va a tener como máximo cinco derechos a réplica. De modo que, también en esto, comienza a jugar la estrategia, y hasta la inteligencia emocional, de cada contrincante. "Gastarse" demasiado pronto los cinco derechos a réplica --en el primer bloque, dedicado a Economía, por ejemplo-- puede dejarlo sin respuesta más adelante; "guardar" y que luego no sea tan potente, también puede jugar en contra. Dosificar el botón será también un desafío para candidatos y asesores.
La otra novedad es el sistema de preguntas cruzadas. Pasados los dos primeros bloques con los ejes temáticos --Economía y Educación-- queda pendiente el tercer bloque con el tema decidido por participación ciudadana, derechos humanos (para el debate en la Facultad de Derecho de la UBA, el próximo 8 de octubre, se eligió medio ambiente). Finalizado este punto, comenzarán las preguntas cruzadas, en un orden que ya está sorteado. Alternadamente: en ningún momento el que responde es luego el que pregunta.
Se busca dotar de este modo de mayor dinámica al debate, volverlo más interesante para las audiencias. Que estarán esperando el único momento en que se crucen cara a cara todos los candidatos en una elección particularísima, que dejó grandes incógnitas post PASO.