No me rompan, la comedia que interpretan Carla Peterson y Julieta Díaz, continúa en salas con una importante respuesta de público. Con dirección de Azul Lombardía (La Vida según Roxi, Dóberman), la película retrata la amistad imprevista entre dos mujeres muy distintas y sin embargo cercanas, decididas a enfrentar a un cirujano plástico (Salvador del Solar). No me rompan surgió de una idea original de la rosarina Jazmín Rodríguez Duca, no solo guionista del film (junto a Sebastián Meschengieser y Alberto Rojas Apel) sino también una de las actrices; una experiencia que la tiene feliz y con expectativas que crecen, habida cuenta de un camino que recién comienza.
“Me voy a remontar a mis 8 años, al cine Echesortu, donde mi abuela me llevaba a ver La carpa del amor y las de Tiburón, Delfín y Mojarrita; y a mi mamá, que me orientaba más hacia el cine tipo Bergman. Mis orígenes en el cine son esos, pero soy muy autodidacta. Yo sabía que podía llegar a lograr algo escribiendo una película de fórmula, parecida a las estadounidenses, porque ¿cómo podía ser que no exista una película con dos mujeres, pintadas como somos verdaderamente? La comedia nos iba permitir darle lugar a esa desfachatez y sobre todo hablar de las cirugías estéticas y de la opresión que vivimos en Argentina, uno de los lugares donde más cirugías se practican”, explica Rodríguez Duca a Rosario/12.
“No es una película que baje línea, pero sí tenía ganas de hablar de esto, desde una comedia disparatada e irreverente, protagonizada por mujeres y además por dos líderes absolutas como son Carla (Petersen) y Julieta (Díaz), quienes muchas veces, siendo las actrices que son, no tienen el reconocimiento de estar solas en pantalla, midiéndose. Con ellas iniciamos este proyecto, decididas a mostrar cómo dos mujeres pueden estar solas y hacer una comedia sin ser dulces, amorosas, rosas y llorosas, y que los hombres y las mujeres se pudieran relacionar con estos personajes, porque en realidad son como sus primas, tías, hermanas; es decir, por lo general el cine no nos muestra como somos”, continúa la guionista.
-Es destacable cómo se ríen de sí mismas, teniendo en cuenta que no dejan de ser personalidades del espectáculo, con una imagen con la que tienen que lidiar.
-Ellas asumieron un riesgo al apostar por la película porque fue mi primer guion, y les gustó también porque trata sobre la presión de tener que sostener, todo el tiempo, ser jóvenes, lindas y flacas, cuando la realidad y el paso del tiempo no lo permiten. Nos sorprendió la respuesta de hombres de 50 y 60 años, a quienes también les pesa la imagen de ser siempre cancheros o activísimos sexualmente, estereotipos que son muy pesados.
-De igual modo sumo las caracterizaciones en roles secundarios, con actrices como Cecilia Dopazo y Nancy Dupláa.
-Todas dispuestas a patear el tablero y decir “soy mucho más que tu imaginario”. De repente, fue ver a actrices como ellas en pequeños papeles y destacándose, con su expertise y relajadas con respecto a contar este cuento y no sentir ningún pudor, fue muy revelador y hermoso. Ya a nivel backstage, sentimos el apoyo de un montón de gente que tenía ganas de contar esta historia, nunca tuvimos rechazo con este guion. Por otro lado, también hay un género que acá no está explorado, pero que afuera tiene un nombre y significa “mujeres pateando culos”. Además, la meta fue hacer reír. Carla es muy amiga mía y con ella vivimos para reírnos. Cuando nos toquen las malas lloraremos, pero ahora reímos; y es muy emocionante ver a la gente reír. Para nosotras ese es el premio, buscamos la aprobación del público y no la de los críticos. Es una apuesta fuerte, pero por ahora el boca a boca funciona muy bien.
-Cada personaje agrega algo distintivo, como las actrices que integran el grupo de manejo de ira donde estás vos.
-Es un mérito de la directora, Azul Lombardía. De hecho, hubo quienes nos decían que esto era algo que acá no se podía hacer. ¡Pero si el público está acostumbradísimo a ver películas pochocleras!, ¿por qué nos las verían acá? Azul no le tuvo temor al género, lo agarró y lo respetó.
-Por otra parte, lidiar con el sistema de producción en el que se inscribe la película no debió ser fácil.
-Por más que tengas el guion de tu vida, sin un talento como el de Carla y Julieta no vas a ningún lado. A nosotros también nos financia Netflix Argentina y Netflix España, y el 8 de diciembre tenemos un estreno mundial; o sea, hay que tener fe, saber lo que uno está vendiendo y tener persistencia, porque fueron 5 años de un trabajo muy arduo.
-¿Cómo se dio la participación de Fito Páez (en el rol de un director televisivo)?
-Ahí estuvo Azul, porque había dirigido un clip suyo y lo convocó, pero no puedo decirte qué fue lo que lo movió a participar, yo solo festejé el gol. Escribí una parte de la escena para él y otra parte fue entre Azul con él y lo que tuviera ganas de hacer. Fito maneja la escena con una energía y presencia muy buenos, es increíble.
De la experiencia y vivencias que la película le significa, la guionista rosarina encuentra una síntesis justa: “Todos los que hicimos la película estamos felices y orgullosos. Es muy hermoso vivenciar que lo que estás haciendo, en lo que estás trabajando, es lo que te gusta”.