Desde Santiago del Estero
Suena irreal, pero describe la escena general: en Santiago del Estero, todos piensan en Marbella. Es la tarde de un domingo de 31 grados en la Madre de Ciudades, y en la previa del debate presidencial, el evento de campaña de mayor audiencia, y el único que reúne a todos los candidatos cara a cara, el escándalo protagonizado por el ya renunciado Martín Insaurralde sigue dominando las conversaciones alrededor del Centro de Convenciones Forum, que a partir de las 5 de la tarde abrirá las puertas de un debate que comenzará oficialmente a las 21.
Todos los candidatos, se sabe, dedicaron un buen tiempo al armado previo, con interconsultas a asesores, manejo de tiempos, y hasta escenas teatralizadas. El tema cayó, redondo, justo el día anterior al debate, y ocupa por estas horas el rearmado estratégico tanto para el ataque como para la defensa en las exposiciones de los candidatos.
Sergio Massa, por caso, evitó el contacto previo con la prensa, aunque se mostró en el mediodía del domingo sonriente y con el pulgar en alto desde la combi que lo trasladó al Forum para hacer la prueba de luces y sonido, junto al círculo más cecano que lo acompañó --Malena Galmarini, Wado de Pedro, Juan Manuel Olmos, entre otros--. Llegó anoche desde Tigre por tierra y durante el trayecto de 1000 kilómetros fatigó su teléfono celular en un sábado agitado, en el que Axel Kicillof anunció que "aceptaba la renuncia" a la jefatura de Gabinete provincial --estamento que resolvió disolver hoy-- del aún primer candidato a concejal de Lomas de Zamora por Unión por la Patria.
Ya con Juan Schiaretti en Santiago del Estero (fue el último candidato en arribar al aeropuerto, pasado el mediodía del domingo, el resto lo hizo el sábado), todo está listo para el cruce estipulado por ley desde 2016.
Los hoteles y vuelos estuvieron llenos el sábado y el domingo, y no sólo por el debate: Santago del Estero es sede de la Copa del Mundo de BMX (bicicross) que comenzará en unos días en la flamante pista que es orgullo de la provincia. Las delegaciones de diferentes países ya comenzaron a llegar.
Pero el debate presidencial es el evento que altera por estos días la fisonomía del centro de la ciudad. Alrededor del Centro de Convenciones creado en el histórico edificio que alguna vez fue la estación del ferrocarril, se extienden diferentes vallados de seguridad, con dos entradas diferentes: una para los candidatos y su círculo más íntimo de asesores; la otra, con scanner tipo aeropuerto, para prensa e invitados que llenarán una sala de una capacidad de algo más de 400 sillas.
A las 5 de la tarde se abrió el acceso al Forum, y comenzó la cuenta regresiva del debate.