Más de 22.300 personas murieron en el Mediterráneo Central desde el gran naufragio que costó la vida a 368 inmigrantes en 2013 frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa, revelaron la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y las agencias de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Infancia (UNICEF).
Los tres organismos de la ONU renovaron este lunes su llamamiento para reforzar el sistema de patrullaje y rescate en el Mediterráneo Central con motivo del Día Nacional de la Memoria y la Acogida, instituido en 2016 para honrar a todos aquellos que perdieron la vida en el intento de encontrar seguridad y protección en Europa.
En la última década más de 28 mil personas murieron en el Mediterráneo, 22.300 de ellas en la ruta central, donde sólo en 2023 ya hay más de dos mil fallecidos y desaparecidos. Según estimaciones de UNICEF son al menos 289 los menores muertos entre junio y septiembre de este año.
Aunque a raíz de la tragedia del 3 de octubre de 2013 "se pusieron en marcha operaciones de salvamento coordinadas entre las autoridades italianas y europeas en los últimos años, tras el final de estas operaciones conjuntas el mecanismo de rescate marítimo en el Mediterráneo central se ha vuelto insuficiente".
El gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, ariete contra la inmigración durante años, trata de convencer a Europa de que reescriba las normas de la recepción de los solicitantes de asilo, por el momento con escaso éxito.