Dormir bien es un pilar fundamental para mantener un estilo de vida saludable. Según científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un sueño reparador conlleva numerosos beneficios para el organismo, mejorando diversas funciones corporales y potenciando las habilidades cognitivas, como la atención, la memoria y el sistema inmunológico. 

Sin embargo, diversos factores pueden interferir en la calidad del sueño, y uno de ellos es la postura al dormir, que a menudo se asocia con tensiones musculares y molestias que pueden impedir que el cuerpo se sienta completamente descansado.

Una buena postura al dormir es esencial para garantizar un sueño de calidad y favorecer la salud del organismo. Elegir la postura adecuada y una buena almohada parecen ser las claves. 

¿Cuál es la mejor postura para dormir?

Los investigadores de la UNAM precisaron en principio cuál es la peor postura para dormir y alcanzar un sueño reparador. En este contexto, lidera la tabla el dormir boca abajo. Según señalaron los expertos, esta posición afecta las curvaturas normales de la columna vertebral, especialmente en la zona lumbar, generando una mayor presión en el corazón y obligando al cuello a mantener una posición forzada de lado. Además, la cara debe liberarse para poder respirar, lo que a menudo provoca dolor de cuello o tortícolis al despertar.

Del otro lado, y como recomendación, los investigadores señalaron que la mejor postura para dormir es boca arriba. Según detallaron en esa posición, se respeta la curvatura natural de la columna vertebral, y las estructuras del cuerpo están más alineadas. Se aconseja colocar un almohadón debajo de las rodillas para que las piernas descansen en una ligera flexión, evitando que queden extendidas sobre la cama y proporcionando un mayor descanso en la región lumbar y la cadera. Además, se recomienda el uso de una almohada adecuada.

¿Cómo comprar la almohada correcta?

La almohada utilizada para dormir no debe ser ni muy alta ni muy baja. Además, los expertos acordaron que dormir sin almohada no es lo más recomendable; idealmente, la almohada debe ocupar espacio entre los hombros y la nuca. 

Además, si se prefiere dormir de lado, se sugiere el uso de una segunda almohada entre las rodillas para evitar el contacto entre los huesos. En esta posición, también es beneficioso abrazar una almohada para alinear el hombro con el tronco y evitar tensiones musculares o dolores corporales.

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