Una nueva misión internacional de seguridad, esta vez encabezada por Kenia, se instalará en Haití para atender la crítica situación generada por el accionar de pandillas, según resolvió recientemente el Consejo de Seguridad de la ONU, una medida que el Gobierno local consideró “un rayo de esperanza”.
La resolución, aprobada con 13 votos a favor y las abstenciones de Rusia y China, impone también un embargo de armas ligeras, que hasta ahora solo se aplicaba a líderes de las bandas criminales que actúan en el país.
Haití enfrenta una severa crisis de seguridad por las bandas criminales que se dividen el país y desataron una violencia brutal, que incluye crímenes y secuestros como modalidad habitual.
También la economía y los servicios de salud haitianos están en crisis. La decisión del Consejo constituye "un rayo de esperanza", destacó el ministro de Asuntos Exteriores de Haití, Jean Victor Geneus.
Apoyo operativo
Desde el año pasado, el primer ministro de Haití, Ariel Henry, y el secretario general de la ONU, António Guterres, venían reclamando una asistencia de este tipo para atender la situación de inseguridad, una cuestión que pareció destrabarse cuando Kenia ofreció dirigir una fuerza de seguridad y enviar 1.000 efectivos.
Según la resolución, esta "misión multinacional de apoyo a la seguridad" no perteneciente a la ONU será por "un periodo inicial de 12 meses", con una revisión a los nueve meses.
Su objetivo será "proporcionar apoyo operativo a la policía haitiana" en su lucha contra las bandas, contribuir a la seguridad de escuelas, puertos, hospitales y aeropuertos, y "mejorar las condiciones de seguridad en Haití".
El objetivo es permitir la organización de elecciones, en un país que no tuvo comicios desde 2016.
Medida de emergencia
La misión, en cooperación con las autoridades haitianas, podría, "para evitar la pérdida de vidas", emplear "medidas de emergencia" temporales y proporcionadas "con carácter excepcional", incluidas detenciones, en cumplimiento del derecho internacional.
El proyecto de resolución no especifica el tamaño de la misión, aunque en los debates se estimó una fuerza de unos 2.000 efectivos.
Estados Unidos, que se mostró dispuesto a proporcionar apoyo logístico, pero no a desplegar tropas sobre el terreno, indicó el mes pasado que otros países estaban dispuestos a contribuir a una fuerza de seguridad multinacional, entre ellos Jamaica, Bahamas y Antigua y Barbuda.
Pedido urgente
En su intervención ante la Asamblea General de la ONU a mediados de septiembre pasado, Henry volvió a implorar a la comunidad internacional que proporcionara ayuda "urgente" a su nación.
Según un reciente informe de la oficina del secretario general de la ONU, las múltiples crisis de Haití se agravaron en el último año, porque la violencia de las bandas que controlan gran parte de la capital haitiana, Puerto Príncipe, y algunas zonas más alejadas, se agudizó.
El documento daba cuenta del uso de la violación como arma, francotiradores en los tejados aterrorizando a los residentes locales e incluso personas quemadas vivas, pero también afirmaba que parte de la ciudadanía había empezado a formar unidades de autodefensa.
Entre octubre de 2022 y junio de 2023 se contabilizaron casi 2.800 asesinatos, 80 de ellos de menores, continúa el reporte.
Críticas a las intervenciones previas
Integrantes de la última misión de la ONU en Haití (Minustah), presente de 2004 a 2017, llevaron el cólera a la isla, provocando una epidemia que causó más de 10.000 muertes, y fueron denunciados además por maltratos y hasta ataques sexuales, lo que explica en parte por qué la futura fuerza no se creará bajo la bandera de la organización.