El Senado brasileño aprobó un proyecto de ley que prohíbe las tasas de interés abusivas de las tarjetas de crédito, dentro de un paquete de medidas que persigue reducir los altos índices de endeudamiento de la población.
A partir de ahora, las tasas de interés que cobran los bancos deberán contar con el visto bueno de la Comisión de Valores Mobiliarios o, en su defecto, se prohibirá que los intereses excedan el valor original de la deuda.
Rechazo de los bancos
La patronal Federación Brasileña de Bancos (Febraban) criticó el proyecto de ley el pasado septiembre, cuando fue votado en la Cámara de los Diputados, argumentando que los "límites artificiales" a los intereses pueden hacer que las tarjetas de crédito se vuelvan "insostenibles económicamente".
Actualmente, los intereses de las tarjetas de crédito rondan el 400 % anual de media, aunque algunas instituciones pequeñas llegan a cobrar cifras astronómicas que llegan al 1.000 % anual.
Renegociación de deudas
La nueva ley, que está pendiente de sanción presidencial, también da rango de ley al programa de renegociación de deudas aprobado por decreto por el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva el pasado julio.
El programa pretende beneficiar a 70 millones de personas que, debido a su alto nivel de endeudamiento, carecen de acceso al crédito.
En los tres primeros meses del programa, los bancos han renegociado deudas por 15.800 millones de reales (unos 3.120 millones de dólares) y han retirado de la lista de morosos a cerca de 6 millones de brasileños, según datos de Febraban.
Cerca del 77 % de las familias brasileñas están endeudadas, y el 12 % no tiene condiciones de hacer frente al pago de las deudas, según un sondeo mensual elaborado por la Confederación Nacional del Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC).