En un intento por combatir la contaminación ambiental, la Unión Europea anunció que a partir del 17 de octubre prohibirá la venta de productos con microplásticos, como la purpurina o "glitter". La medida abarca a los cosméticos, geles, líquidos y juguetes que contengan ese material.
El director de la comisión europea de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius, dio a conocer la noticia la semana pasada desde la red social X (ex Twitter). "Las nuevas normas evitarán la liberación al medio ambiente de alrededor de medio millón de toneladas de microplásticos", garantiza el organismo en un comunicado.
La Unión Europea define a los microplásticos incluidos en su medida como "las partículas de polímeros sintéticos inferiores a cinco milímetros que son orgánicas, insolubles y resistentes a la degradación".
De esta manera, los polvitos de colores metalizados que se usan comunmente como maquillaje o decoración, entre otros fines, serán los primeros en prohibirse cuando la norma entre en vigor, informaron.
El resto de los productos que describe el comunicado (detergentes, suavizantes, fertilizantes, productos fitosanitarios, juguetes, medicamentos y dispositivos médicos, entre otros) "tendrán unos meses más para adaptarse y elaborar alternativas".
Sin embargo, la comisión de la Unión Europea aclara que los productos utilizados en instalaciones industriales o aquellos que no liberan microplásticos durante su uso "quedan excluidos de la prohibición de venta, pero sus fabricantes deberán proporcionar instrucciones sobre cómo utilizar y eliminar el producto para evitar las emisiones de microplásticos".
La nueva medida se suma a una prohibición española para vender productos hechos con plástico de un solo uso, establecida desde hace un año y medio por la Ley de Residuos, indica El País. Sin embargo, el medio español aclara que aún se ven algunos de estos productos en exposición dado que se permite comercializar las reservas que ya tuvieran las tiendas.
La meta del 30%
La Unión Europea demostró haber dado un paso más hacia adelante en cuestiones ambientales y seguir cumpliendo con el compromiso del Pacto Verde Europeo y el Plan de Acción de Contaminación Cero, cuyo objetivo de reducir la contaminación por microplásticos en un 30% para 2030.
Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), el 85 por ciento de la contaminación de los océanos está dada por residuos plásticos -habría alrededor de 75 y 199 millones de toneladas de plásticos desechos en el mundo-.
La problemática de los microplásticos no afecta únicamente a los ecosistemas sino también a la salud de cientos de especies animales y humanos. En 2022, un grupo de científicos italianos de la Università Politecnica delle Marche demostró haber hallado partículas de microplásticos en la leche materna de mujeres sanas, por señalar un ejemplo.
Como parte sus esfuerzos, la Comisión trabaja para reducir la contaminación por microplásticos de diferentes fuentes: desechos y basura de plástico, liberaciones accidentales e involuntarias, así como usos intencionales de ese material en productos.
Para abordar la contaminación por microplásticos, el organismo solicitó a la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) que evaluara el riesgo que plantean estos materiales añadidos intencionalmente a los productos y si era necesaria una mayor acción regulatoria a nivel continental.
Tras la solicitud, la ECHA concluyó que los microplásticos añadidos intencionadamente a diversos productos se liberan al medio ambiente de forma incontrolada, por lo que recomendó restringirlos.
En tanto, basándose en la evidencia científica proporcionada por la ECHA, la Comisión redactó una propuesta de restricción según REACH que fue votada positivamente por los países de la UE, y superó con éxito el escrutinio del Parlamento Europeo y el Consejo antes de ser adoptada.
El glitter en Argentina, una problemática para la salud
La purpurina es una de las opciones clásicas y más utilizadas en festividades, espectáculos o eventos del país como maquillaje y decoración. Los brillitos de colores, son muy llamativos y alegres, pero son difíciles de remover. Si resulta complicado quitarlos de la piel o de las superficies donde se lo coloca, es evidente que tampoco pueden desaparecer "así no más" del medio ambiente cuando son desechados.
Sin embargo, la experiencia demuestra que no solo son contaminantes para los ecosistemas, sino que además pueden ser riesgosos para la salud de las personas, sobre todo de los menores de edad.
A raíz de las numerosas intoxicaciones y algunas muertes por la inhalación o ingesta de "glitter" en los más chicos, provincias como Entre Ríos y Mendoza prohibieron el uso de purpurina y brillantina en todas las escuelas y la venta de esos productos a menores de edad.
En 2018, un grupo de legisladores presentó un proyecto de Ley para prohibir la venta de purpurina en los establecimientos educativos y a menores de 18 años. Asimismo, se buscó aplicar un cartel que diga "Producto Tóxico" en el lugar de su exhibición, como así también cambiar el texto de la etiqueta por el siguiente: "¡Atención! Mantener alejado del alcance de los niños, producto peligroso. Puede causa la muerte”.