Los trabajadores y trabajadoras del subte de Buenos Aires se movilizaron este martes en el centro porteño para reclamar un plan de desasbestización de sus lugares de trabajo y la reducción de la jornada laboral para estar menos expuestos al material cancerígeno. En el marco de un plan de lucha que ya lleva más de cinco meses sin respuesta, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) movilizó a las sedes de las carteras laborales de Ciudad y Nación, donde reclamaron la intervención del Ministerio en el conflicto por el asbesto con Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) y la concesionaria Emova. 

Una bandera amarilla flameaba ante la boca de subte de la estación Diagonal Norte pocos minutos antes de las 13 horas. "Asbesto", decían las letras negras que imitaban la tipografía del logo de SBASE. Frente al Obelisco ya concentraban los primeros trabajadores y trabajadoras del subte para marchar hacia los dos ministerios. Algunos tenían pegado en sus ropas un octógono negro, como el del etiquetado frontal, que alertaba sobre el "exceso en asbesto". Uno de ellos dijo a este diario que "desde hace cinco años sabemos que está el asbesto y no lo retiran". "Ya se nos murieron tres compañeros", agregó.

Precisamente eso denunciaba una de las banderas que encabezó la columna de casi una cuadra de largo que cerca de las 14 horas partió por Diagonal Norte. En la bandera estaban las fotos y los nombres de los tres fallecidos en los últimos años: Jorge Pacci, Juan Palimsciano y Jorge Bisquert. "Basta de muertes, saquen el asbesto", decía otra bandera que portaban los trabajadores del Taller Rancagua: "Respirar polvo de asbesto es peligroso para la salud", completaba. 

"Esta pelea es una pelea por la vida y no la vamos a perder bajo ningún punto de vista", dijo Roberto Pianelli, secretario general del gremio, ya a las puertas de la sede de Lenadro N. Alem al 600 del Ministerio de Trabajo de la Nación. Allí, el secretario general y delegados de las líneas del subte fueron recibidos por asesores del Ministerio. Estuvieron reunidos cerca de media hora y, al salir, Pianelli dijo a la prensa que los asesores se comprometieron a transmitir la situación a la ministra Kelly Olmos. 

"Vinimos a decir que la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad actúa de parte de la empresa Emova. El dueño del asbesto es el GCBA y Emova es una concesionaria que dio servicio durante 20 años con un material prohibido. Esto es un servicio publico y por eso está abierto, si fuera un edificio estaría cerrado, pero nosotros estamos conviviendo con un material cancerígeno por la necesidad de transportar gente", agregó Pianelli ya pasadas las 16. Minutos antes, la columna se había detenido a las puertas de la sede de la Subsecretaria de Trabajo Porteña, en Bartolomé Mitre al 500. Allí explotaron bombas de estruendo, se prendieron bengalas y resonaron los bombos y redoblantes: "Sacá el asbesto o te paramos la ciudad", cantaban los y las manifestantes.

"De la Subsecretaria de Trabajo de Ciudad recibimos sólo respuestas parciales que no atacan al problema de fondo, porque no es la decisión del GCBA resolverlo. No hay plan de desasbestización, se habían comprometido a presentarlo hace un mes y en quince días dijeron que no hay plan", sostuvo Pianelli sobre la postura del GCBA. Es que hace unas semanas se abrió una tregua en el conflicto en la que el gremio consiguió obtener reuniones con representantes del GCBA y de Emova para discutir el tema. El pasado 22 de septiembre, sin embargo, los y las trabajadores denunciaron en un comunicado que "Emova y el Gobierno rompieron la mesa de negociación", por lo que retomaron las "medidas de autodefensa" con un paro total desde las 19 horas. 

El plan de lucha de la AGTSyP comenzó a fines de marzo cuando los y las trabajadoras comenzaron con ceses de actividades, paros escalonados y rotativos por líneas, y volanteadas en las cabeceras para explicar a los y las usuarias las razones de las medidas. El conflicto se profundizó hacia mediados de julio y allí el sindicato empezó a paralizar todas las líneas de subte en diferentes rangos horarios. La de este martes, en tanto, fue la primera movilización que realizan en el marco del plan de lucha. 

"No tenemos lugares para que nuestros compañeros se puedan atender cuando se jubilan. Siguen incumpliendo el fallo que dice que todos los trabajadores tienen que estar bajo vigilancia médica y se niegan a discutir la baja de exposición a este material cancerígeno", añadió Pianelli a las puertas del Ministerio. Además de reclamar un plan de desasbestización concreto para retirar el material cancerígeno, los y las trabajadoras piden discutir la reducción de la jornada laboral para estar menos expuestos mientras el asbesto continúe en sus lugares de trabajo. Hasta el momento trabajan 36 horas repartidas en seis jornadas con un solo franco, por lo que piden agregar un franco para pasar a trabajar cinco jornadas de seis horas

Sobre ese reclamo, Emova afirma que "resulta inviable sin afectar la operación de la red de subte". También asegura que se hicieron "más de 3 mil mediciones sobre la calidad del aire en todas las áreas de trabajo del subte que arrojan resultados considerados adecuados para la salud" y que el subte "cumple con las condiciones exigidas por las normas que regulan la seguridad en el trabajo". Del otro lado, los y las trabajadoras responden con cifras concretas: "Tenemos más de 80 compañeros enfermos, 7 con cáncer y 3 fallecidos", recordó Pianelli.