La sorpresiva propuesta del peso digital que lanzó el ministro de Economía y candidato presidencial por Unión por la Patria, Sergio Massa, tiene potencialidad en términos de reducción de la informalidad y por ende para mejorar la recaudación, y de cerrarle caminos al crimen financiero, aunque también supone un gran desafío regulatorio de parte del Banco Central y también en términos de infraestructura de conectividad. También despierta dudas sobre qué tecnología adoptar y acerca del problema de confianza de base que tiene el peso. Exigiría dar soluciones para comercios y empresas que no están en condiciones económicas de "blanquearse" al 100 por ciento.
A esas primeras conclusiones llegaron varios economistas consultados por Página/12 de cara al innovador tema que puso en agenda Massa. Así sea de manera algo simbólica, la moneda digital le permite al ministro mostrar algo de iniciativa en el terreno del signo monetario, frente a la propuesta de la dolarización que tiene Javier Milei, que es tan arriesgada y difícil de llevar adelante que ya el propio candidato libertario parece tratar de esconderla en su baúl de consignas reaccionarias.
Fortalecer
El expresidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, considera que la iniciativa "fortalece al sistema de medios de pago". "Las ventajas son reducir la evasión impositiva y prevenir el crimen financiero. Es una herramienta importante, tanto por lo simbólico como por lo real. Se trata de una propuesta innovadora, Suecia, China y Bahamas, lo han introducido, Uruguay y Brasil están avanzando y muchos países lo están pensando. Se espera que en un plazo de unos 5 años en los países desarrollados y de diez años para los menos avanzados, el dinero físico va a desaparecer", agrega.
Vanoli advierte que "se requiere que haya telecomunicaciones en todo el país y una adecuada educación financiera. Pero también es complejo para la economía informal. Para que funcione, hay que dar una solución, la posibilidad de que haya un blanqueo puede ser importante. Tiene que venir de la mano de un plan antiinflacionario".
Además, el extitular del Central considera que "hay múltiples desafíos regulatorios para el BCRA. En principio, habrá una larga transición en donde el peso tradicional y el digital convivan. Entonces es necesario proveer el marco regulatorio para la logística en todo el país y definir si la moneda digital va a generar un sistema de cuentas minoristas o si se va a aplicar a nivel mayorista, sin que haya cuentas de particulares en el BCRA. Esto se discute mucho en el mundo porque afecta al negocio de los bancos".
Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina, coincide en que "las ventajas pasan por formalizar más la economía, blanqueando operaciones, con impacto en la recaudación y la trazabilidad de las operaciones. Parece una herramienta útil dados los cambios que se han dado desde la pandemia en adelante".
Regulación
Agustín D'Attellis, director del BCRA, sostiene que la iniciativa "tiene los beneficios de tecnología blockchain pero a diferencia de las criptomonedas, cuenta con regulación y centralización en la emisión". "Hay un desafío asociado a la regulación y la supervisión de parte del BCRA y de otras entidades para que no haya problemas de ataques cybernéticos, abusos y estafas", indica.
El funcionario del BCRA sostiene que "en una primera etapa, el efecto directo es que ayuda a combatir la informalidad. Como cualquier plan de estabilización requiere ir al equilibrio fiscal, lo que planteamos es una alternativa innovadora diciendo que si ampliamos la base de tributación podemos mejorar la recaudación, sin necesidad de ajuste. Luego habrá otros beneficios, como la mayor transparencia y trazabilidad y el desarrollo de un mercado de tokens para contener el ahorro interno".
El presidente de la Fundación Inclusión Productiva, Carlos María de los Santos, asegura que "permitirá eliminar la evasión fiscal, con un impacto muy fuerte en la recaudación y por lo tanto en la reducción del déficit fiscal".
Estabilizar
"Sin una moneda estable, ninguna moneda digital puede funcionar. Y lo que no se discute, es cómo abordar los problemas estructurales que hacen que la moneda no sea estable. Tampoco son soluciones la dolarización ni el bimonetarismo", advierte el economista Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica.
"La idea es innovadora, de eso no hay dudas. El tema es que hay que adaptarla a la realidad nacional. Argentina todavía está muy lejos de poder tomar una medida como esta. Primero es necesario estabilizar su moneda. Y hacerla digital no cambia esa situación. También se necesita tener conectividad en todos lados", analiza el analista financiero Christian Buteler. "Por un lado, la moneda digital podría impactar en una suba de ingresos tributarios por el lado de la formalización, pero por el otro, puede volver inviable el negocio de muchos comercios y empresas, que no pueden soportar una estructura de costos totalmente formal, de modo que también podría tener un impacto negativo en la actividad", agrega.