"Es un mentiroso. Le voy a hacer una denuncia penal." Cortita y al pie, Patricia Bullrich respondió así a la acusación que hizo Javier Milei de que ella, como parte de Montoneros, habría "puesto bombas en jardines de infantes". La dirigente inició así su contraofensiva contra el candidato de extrema derecha, que incluyó alusiones a su "inestabilidad emocional" en redes, videos mostrando cómo hablaba bien de Bullrich antes de las PASO y un nuevo spot comparando la cantidad de gobernadores e intendentes con los que cuenta Juntos por el Cambio. La jugada indicó que Milei será ahora el blanco de todas las acciones de Juntos por el Cambio con el objetivo de llegar al balotaje.
Milei ya había acusado alguna vez a Bullrich de haber formado parte de Montoneros, lo que motivó que la candidata dedicara todo un segmento del debate presidencial a aclarar que había sido parte de la JP y que no había participado de acciones armadas. Algunos libros que reúnen investigaciones periodísticas discuten esta última afirmación de quien fue la cuñada de Rodolfo Galimberti, pero ninguno de esos trabajos la sitúa poniendo una bomba en un jardín de infantes (una acción que, por otra parte, Montoneros no emprendió).
Denuncia penal
No obstante, muy suelto de cuerpo, Milei dijo: "Ella era una montonera tirabombas. Ha puesto bombas en jardines de infantes. Participaba de una organización terrorista".
Bullrich le retrucó con el anuncio de una denuncia penal. En su entorno no había definido la figura que usarán, pero cae de cajón calumnias e injurias. "Sale a decir en un programa de televisión que yo había puesto bombas en un jardín de infantes. Es un mentiroso. Y no solamente le contestó, sino que le voy a hacer una denuncia penal", anunció Bullrich, quien contrapuso esto que planteaba con la justificación de Milei para sumar a Luis Barrionuevo porque "cambió".
La denuncia coronó una estrategia de demolición sobre Milei, que abarcó prácticamente todos los frentes. Por un lado, Bullrich apuntó en un extenso tweet a las declaraciones de Milei pero desde el costado de la inestabilidad emocional: "Hasta hace poco tiempo Javier Milei hablaba muy bien de mí. No sé qué le pasó que dejó de hacerlo. Pero acá el problema no soy yo ni las mentiras y calumnias sobre mí", afirmó.
"Me preocupa que, con esa misma inestabilidad emocional que Milei tiene a la hora de emitir juicios y falsas acusaciones sobre otros, haya diseñado su programa y sus propuestas. De esa inestabilidad surgen proyectos que dañan a los argentinos o son lisa y llanamente insostenibles, como la dolarización, la libre portación de armas o la privatización de la educación pública", destacó. "De esa inestabilidad surge la idea de prometer reformas profundas sin poder político, sin tener gobernadores ni legisladores", remarcó.
La contraofensiva
Cada uno de esos ejes tuvo su desarrollo durante el día. Este último, el de la falta de poder político, apareció en un spot donde Bullrich y una serie de gobernadores electos hablan desde un plano selfie. El sentido general del spot fue contrastar que Juntos por el Cambio tiene "10 gobernadores y más de 500 intendentes" contra el cero absoluto de Milei.
Es el mismo recurso que Bullrich había usado la semana pasada cuando convocó a todos los dirigentes a sacarse una gran foto de familia con ella.
El eje del cambio de discurso sobre ella ("Hablaba bien de mí, no sé qué le pasó"), también tuvo su desarrollo a manos de la ex gobernadora María Eugenia Vidal, que se sumó a la campaña de Bullrich y compartirá una recorrida por Mar del Plata con ella el jueves.
Para esto, Bullrich posteó en su Instagram dos videos: uno actual, con Milei acusando a Bullrich de tirabombas, y el otro con declaraciones previas a las PASO de Milei: en todas la elogia, dice que tienen diálogo y una buena relación y hasta se muestra dispuesto a formar parte de su gobierno.
"La abrazaba, la llamaba, la halagaba, le escribía, se reunían, ¿pero Milei pensaba que puso bombas en jardines de infantes? ¿Ustedes abrazarían a alguien si creen que puso bombas en jardines de infantes? Yo no", concluyó Vidal.
Por último, el eje de la "inestabilidad emocional" viene siendo tramitado por una serie de cuentas de Twitter anónimas y trolls que filtran todo tipo de versiones sobre la salud mental de Milei para instalar la idea de que no está en condiciones de ejercer la presidencia. Hasta el domingo, esas cuentas repiqueteaban sobre la idea de que Milei estaba con un "ataque de pánico" y no iba a poder concurrir al debate, cosa que hizo. Luego daban detalles de medicaciones que supuestamente tomó para poder asistir. Nada es comprobable, todo es para instalar que está loco como estrategia de campaña. Del otro lado, contraatacan con fake news sobre bombas en jardines de infantes dichas por el candidato a presidente.